Lucha contra el cáncer: cuatro de cada diez nuevos medicamentos en investigación son antitumorales

Aun en los meses más duros de la pandemia, las compañías farmacéuticas han seguido impulsando estudios para dar entrada a pacientes, cuando era la única alternativa terapéutica para ellos.

Paciente con cáncer (Foto. Farmaindustria)
Paciente con cáncer (Foto. Farmaindustria)

Uno de los grandes desafíos en la lucha contra el cáncer es seguir potenciando la investigación biomédica como factor esencial para frenar la progresión de la enfermedad y mejorar los índices de supervivencia y la calidad de vida de las personas afectadas. Así lo recuerda la celebración, este jueves 24 de septiembre, del Día Mundial de la Investigación en Cáncer, que tiene como objetivo concienciar a la sociedad para que impulse y otorgue reconocimiento al esfuerzo investigador en cáncer.

Los registros oficiales demuestran que la investigación contra el cáncer no cesa y que las compañías farmacéuticas siguen comprometidas en la búsqueda de soluciones para una de las enfermedades más prevalentes de este siglo y que más preocupan a la población a nivel mundial: se estima que el número de casos seguirá aumentando en las próximas décadas hasta alcanzar los 29,5 millones de personas aquejadas de algún tipo de tumor en 2040.

Se estima que 9,5 millones de personas estarán aquejadas de algún tipo de tumor en 2040

Durante 2020, y a pesar de la pandemia por coronavirus, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha continuado autorizando ensayos clínicos de medicamentos, en especial oncológicos. Según los datos del Registro Español de Estudios Clínicos (REEC), hasta el 15 de septiembre se ha dado luz verde a un total de 698 ensayos, de los cuales cerca del 40% se enmarcan en el área de oncología y un 20% son para enfermedades infecciosas (aquí se concentra el impulso a la I+D contra la Covid-19), seguidos de los ensayos para patologías del sistema nervioso central, cardiovasculares y enfermedades raras o poco frecuentes.

Aun en los meses más duros de la crisis sanitaria, las compañías farmacéuticas han abierto nuevos ensayos clínicos para los pacientes oncológicos, cuando era la única alternativa terapéutica para ellos. “En este día de celebración mundial es importante destacar también el compromiso que durante estos meses han seguido manteniendo los investigadores en el reclutamiento de pacientes con cáncer, en un entorno adverso e inédito para la práctica clínica, lo que ha permitido a los laboratorios promotores seguir adelante con los ensayos clínicos en marcha”, afirma la responsable de la Plataforma de Medicamentos Innovadores de Farmaindustria, Amelia Martín Uranga. “El coronavirus no ha venido a sustituir a otras áreas terapéuticas en investigación biomédica, sino para sumarse a los pipelines de las compañías. La investigación es la razón de ser de nuestras compañías y no se puede parar”, añade.

LA GENÓMICA, GRAN EVOLUCIÓN DE LA INVESTIGACIÓN ONCOLÓGICA

La investigación oncológica es una de las que más ha evolucionado en los últimos años, gracias a un cambio de paradigma con la irrupción de la genómica. Muchos pacientes pueden ya participar en unos nuevos modelos de ensayos clínicos, los llamados umbrella (donde los pacientes con un mismo tipo de cáncer se asignan a diferentes ramas de tratamiento dirigido contra sus mutaciones), basket (en los que participan pacientes con diversos tipos de tumores que comparten una alteración genética) o adaptativos (que ofrecen una posibilidad, planificada previamente, de modificar uno a varios aspectos del ensayo para racionalizar y optimizar el proceso).

“Esto es posible gracias al alto nivel de preparación que tienen los investigadores clínicos en nuestro país, la capacidad de nuestros hospitales y el buen trabajo colaborativo -desde hace años- entre autoridades sanitarias y los promotores de los ensayos, que además ha colocado a España como una de las referencias mundiales en materia de ensayos clínicos”, recuerda Martín Uranga.

La supervivencia media cinco años después del diagnóstico sigue aumentando en España 

Los resultados más alentadores de este esfuerzo incansable de la industria farmacéutica innovadora por dar una respuesta a los pacientes con cáncer y sus familias son, sin duda, las cifras de supervivencia. El indicador más usado, el de supervivencia a los 5 años del diagnóstico, ha experimentado una tendencia favorable en Europa durante los últimos años.

En España, las cifras son incluso mejores que la media continental, y la supervivencia tras el diagnóstico de un tumor está aumentando de forma progresiva, situándose en el 55,3% para los hombres y en el 61,7% para las mujeres, según el último informe de la Red Española de Registros de Cáncer. Especialmente significativos son los avances vividos por la clínica en tumores como los de mama, próstata, tiroides, melanoma o Linfoma de Hodgkin, todos con índices de supervivencia a los 5 años superiores al 80%.

Como reconoce la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) en su informe sobre Las cifras del cáncer en España 2020, “la mortalidad por esta patología en nuestro país ha experimentado un fuerte descenso en las últimas décadas”. Estas tendencias reflejan las mejoras en la supervivencia de los pacientes con tumores debido a las actividades preventivas; las campañas de diagnóstico precoz; en varones, la disminución de la prevalencia del tabaquismo, y “los avances terapéuticos, aunque estos últimos, particularmente relevantes en los últimos años, se reflejarán más fidedignamente en los datos epidemiológicos de los próximos años”.

Gráfico cáncer (Foto. Farmaindustria)

LA INVESTIGACIÓN AVANZA CONTRA UNO DE LOS CÁNCERES MÁS MORTALES

Especial atención merece el cáncer de pulmón, que es actualmente la enfermedad oncológica con más investigaciones abiertas por la industria farmacéutica en España. Según los datos de EudraCT (European Union Drug Regulating Authorities Clinical Trials), la base de datos de ensayos clínicos de la Unión Europea, en los últimos tres años -de 2016 a 2019- en nuestro país se pusieron en marcha 963 ensayos clínicos en oncología, de los que 203 (21%) corresponden a estudios con fármacos contra el cáncer de pulmón. Le siguen en número de ensayos en activo las investigaciones en cáncer de mama, genitourinario, leucemia, linfoma, cáncer cerebral y melanoma.

La supervivencia al cáncer de pulmón ha aumentado un 23,5% en España en la última década

Y es que el cáncer de pulmón supone un gran desafío, ya que es el cuarto tumor más frecuente en nuestro país (tras los de colon y recto, próstata y mama), con casi 30.000 nuevos casos diagnosticados cada año. Gracias a esta investigación impulsada por la industria farmacéutica la evolución de los tratamientos farmacológicos para este tipo de cáncer ha experimentado un espectacular crecimiento: en 1996 un oncólogo español tenía solamente cuatro medicamentos disponibles para tratar el cáncer de pulmón y en la actualidad tiene al menos 14 tratamientos.

De esta manera, aunque el de pulmón es uno de los cánceres con resultados de supervivencia más limitados, según los datos del Grupo Español de Cáncer de Pulmón, que colabora con Farmaindustria en el Proyecto BEST de excelencia en la investigación clínica, la supervivencia al cáncer de pulmón, cuya tasa se sitúa en torno al 10% a los cinco años del diagnóstico, ha aumentado un 23,5% en España en la última década.

EL MEDICAMENTO ONCOLÓGICO, UNA INVERSIÓN

Aunque queda mucho camino por recorrer, como en los cánceres de esófago, páncreas e incluso en el de pulmón, es innegable que el continuo desarrollo de nuevos y más eficaces tratamientos, así como de nuevos usos de fármacos ya existentes o nuevas formas de prevención, han ampliado las opciones terapéuticas en oncología.

Los recursos destinados a atención oncológica no deben ser vistos tanto como un gasto, sino como una inversión que genera un retorno mucho mayor para el paciente y para la sociedad en su conjunto, en términos de aumento de la esperanza de vida y de la calidad de los años vividos; ahorro de otros recursos sanitarios derivados de la utilización de los medicamentos innovadores o aumento de la riqueza económica asociado a las ganancias de productividad o reducción del absentismo, que consigue la administración de estos fármacos. Todos estos son beneficios con una traducción directa en forma de contribución al PIB y al crecimiento económico.

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