Vuelve el reto viral y vandálico de defecar en las piscinas, esta vez en el municipio de Gilet

Las heces en aguas estancadas son caldo de cultivo para la proliferación de microorganismos e infecciones

Piscina (Foto. Freepik)
Piscina (Foto. Freepik)
veronica serrano
6 julio 2023 | 11:50 h
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Hace unas pocas semanas quedaba inaugurada la temporada de piscinas en España y, sin embargo, el municipio valenciano de Gilet, ya ha tenido que cerrar la piscina municipal en plena ola de calor después de que algún vecino haya puesto en práctica un nuevo (y desagradable) reto viral: defecar en el agua y obligar a cerrar las instalaciones.

Se trata de unos actos calificados como ‘vandálicos’, pues parece que un grupo de jóvenes ha accedido al recinto en horario de cierre para defecar dentro de las dos piscinas del polideportivo municipal: tanto en la grande como en la infantil. Así, el pasado lunes 3 de julio las instalaciones permanecieron clausuradas para depurar el agua y restablecer el servicio lo antes posible.

El alcalde del municipio, Salva Costa, además de denunciar los hechos ha informado de que el agua permaneció filtrándose durante toda la jornada para que quedara completamente limpia y libre de infecciones. Adicionalmente, desde el Ayuntamiento están planteando imponer sanciones, ya que se trata de un peligro contra la salud pública.

Pueden producirse infecciones por contacto directo con la piel, las mucosas, inhalación o ingesta de agua contaminada

Esta no es la primera vez que un reto viral de las mismas características ocurre en nuestro país, pues en 2019, varias piscinas de la Comunidad Valenciana, Valladolid, Cádiz y Málaga y cuatro en Murcia tuvieron que cerrar por el mismo motivo. Algunos medios, como ‘Antena 3’ aseguraban entonces que algunos de los culpables llevaban las heces preparadas en tuppers.

¿CÓMO AFECTA A LA SALUD LA CONTAMINACIÓN FECAL EN LAS PISCINAS?

La presencia de heces en aguas estancadas, como puede ser la de las piscinas, es caldo de cultivo para la aparición de microorganismos, y más especialmente si están sometidas a unas altas temperaturas como ocurre en verano. Consecuentemente, pueden generarse infecciones de todo tipo por el contacto directo con la piel, las mucosas la inhalación o la ingesta de agua contaminada: víricas, bacterianas y parasitarias de diversa índole. Los síntomas pueden ir desde infecciones urinarias y gastrointestinales a problemas hepáticos.

La contaminación fecal del agua se debe eliminar sin desechar las heces por los desagües de la piscina, sino con su retirada de la forma más rápida posible. Después se vierte una solución de sodio no estabilizado para desinfectar los microbios mientras se filtra el agua. Una vez completado el proceso, debe comprobarse que el nivel de cloro y de pH es el adecuado para la piel, antes de restablecer el baño.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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