Los avances en investigación sobre el cáncer están cambiando la perspectiva del futuro a la hora de afrontarlo. La inmunoterapia es uno de esos pequeños pasos esperanzadores para abordarlo, aunque lo cierto es que hay distintos tipos de cáncer y el tratamiento de cada uno es específico.
En este sentido, la tecnología está sirviendo como motor propulsor para la lucha contra esta enfermedad. Para conocer más en detalle este tipo de cuestiones y ver cómo los oncólogos viven esta revolución paulatina, ConSalud.es ha querido hablar con el presidente de de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), Carlos Ferrer.
¿Cuál es la situación de la especialidad actualmente en cuanto al abordaje del cáncer?
Desde el punto vista científico, la Oncología Radioterápica en el mundo está teniendo cada vez un mayor papel. Se está viendo que hay determinados grados de enfermedad metastásica y en base a ello el tipo de supervivientes. Por ejemplo, en cáncer de pulmón, la irradiación del tumor primario incide y mejora la supervivencia. Vamos teniendo más indicaciones y aunque somos un tratamiento local, estamos ampliando los conocimientos biológicos, moleculares y de diagnóstico.
A nivel español, hemos sufrido un grave problema de inversión a lo largo de toda la crisis, desde 2008. Lo resolvió la Fundación Amancio Ortega. Pero esta entidad no puede asumir la dejación de funciones que han hecho las Administraciones Públicas. Creo que es el momento de plantear un plan de inversión y renovación de equipamiento tecnológico.
¿Hay déficit de tecnología sanitaria?
El tema de la tecnología afecta a muchas especialidades. No es una cuestión que encuadre bien dentro de los ciclos políticos, de manera que parece que nunca se encuentra el momento de renovarla. Cuando las nuevas incorporaciones tecnológicas son muchas de ellas más eficientes y menos tóxicas para el paciente.
Al final el gran parón de inversión lo ha resuelto una fundación privada. Esto no es normal, de todos los países europeos solo ha pasado en España.
¿Qué solución tiene?
Requiere sacar la inversión de un modelo de adjudicaciones. Buscar modelos tipo renting o un nuevo sistema de adquisición de equipamiento que incluya su actualización y renovación. Las nuevas tecnologías son más eficientes, curan más y dan menos efectos secundarios. Esto ya es un problema de Estado, requiere un pacto de todas las fuerzas políticas.
¿Han tenido algún encuentro con el Ministerio de Sanidad?
El miércoles de la semana que viene tenemos una reunión de la comisión de estrategias del cáncer. Esta es la primera vez que nos reunimos. Hace años que no tenemos un encuentro oficial con el Gobierno. En el tiempo que llevo de presidente y que estuve de vicepresidente de la SEOR, en estos tres años y medio, no hubo ninguna cita institucional.
"Hace años que no tenemos un encuentro oficial con el Gobierno"
¿En qué situación se encuentran los especialistas?
Actualmente estamos haciendo una evaluación del censo de profesionales para conocer cuándo se van a producir las bajas y que numero de profesionales van a hacer falta, para poder hacer frente tanto a las jubilaciones como al incremento de incidencia de diversas patologías tumorales…Se requieren equipamientos y personal.
¿Qué avances han logrado?
La Fundación Amancio Ortega nos ha permitido renovar equipamiento. Han sido 27 máquinas de reposición y 70 nuevas, pero hemos logrado que técnicas como la radiocirugía extracraneal para tratar polimetastasis o tumores primarios de pulmon o hígado se hayan podido aplicar en más centros sanitarios. Antes se utilizaba en pocos hospitales y gracias a Amancio Ortega prácticamente la podemos tener en casi todos los servicios de España. Se trata de una técnica no invasiva y con muy buenos resultados.
Además, la revolución a la que estamos asistiendo está en la inmunoterapia.
¿Qué supone la inmunoterapia?
La radioterapia tiene un papel muy importante en este ámbito. Al ser un tratamiento local que puede tratar una parte de un tumor, permite que ese enmascaramiento inmune quede roto y se generan fragmentos del tumor y anticuerpos que van a despertar esa respuesta inmune. Esta es un area que va a tener un desarrollo importantísimo y se llevará a cabo con la combinación de los fármacos para la inmunoterapia con la radiación. En este momento hay más de un centenar de ensayos clínicos en marcha en todo el mundo que está testando estas dos herramientas juntas. Probablemente se consolidará en un plazo no demasiado largo como una nueva herramienta de combinación.
¿Cómo se sitúan en el ranking mundial los oncólogos radioterápicos españoles?
La formación en oncología radioterápica en España es de las más prestigiosas. Somos muy bien recibidos en cualquier país del mundo. Otra cosa son todos los problemas que derivan de que nuestra especialidad esté muy ligada al desarrollo tecnológico. Uno de los últimos problemas que hemos tenido también es que ese desarrollo nos ha privado en España de herramientas como la protonterapia. En este momento se está aplicando en alrededor de 90 centros en el mundo y en más de 40 está en desarrollo. No ha sido hasta este año pasado cuando se han empezado a dos centros privados en España.
Es una técnica muy interesante para tumores radioresistentes en proximidad de órganos críticos donde la radiación convencional podríamos hacer daño: base del cráneo, medula espinal…Ya es de distribución universal pero ha llegado tarde a España y gracias a la inversión privada del Grupo Quirónsalud y la Clínica Universidad de Navarra.
"Uno de los últimos problemas que hemos tenido también es que ese desarrollo nos ha privado en España de herramientas como la protonterapia"
¿Estamos a la cola en inversión tecnológica?
La formación es excelente, quizás nos falta que tengamos un desarrollo tecnológico en España adecuado al PIB. Holanda dedica el 4%, Francia el 3 y en España nada. Esto pone en evidencia que no ha habido en todos estos años una planificación a nivel global. Hay cosas que obligan a grandes acuerdos entre comunidades autónomas aunque sean de distintos signos político. Deben existir acuerdos para aquellas cosas que no dependen del ciclo político.
¿Y qué retos tienen en adelante?
Somos una sociedad científica joven en la que se están incorporando muchos profesionales, casi 50 especialistas anuales. Estamos trabajando mucho en formación en calidad y seguridad para la atención al paciente. Este es uno de los objetivos 2020 de la Unión Europea para concienciar a la profesión médica de la importancia de dar una medicina segura para nuestros pacientes. La medicina no está exenta de errores. Pero tenemos que establecer las medidas y mecanismos de trabajo para ofrecer la mejor calidad y seguridad para los usuarios del sistema sanitario. Queremos crear herramientas de formación continuada, hemos establecido ya grupos de nuestra sociedad para trabajar en este sentido.