Con cupos de pacientes tan excesivos el concepto de “médico de cabecera”, que conoce la historia (la real, más allá de la clínica) de sus pacientes, sólo puede estar condenado a desaparecer
Se trata de un dato extraído del último informe realizado por la Vocalía de Atención Primaria de la OMC, que muestra otros igual de inaceptables, como que hasta el 52,5% de los Médicos de Familia tienen cupos de pacientes superiores a 1.500 personas. No hace falta por tanto ser médico para entender que, con cantidades tan enormes de pacientes asignados, el concepto de “médico de cabecera”, que conoce la historia (la real, más allá de la clínica) de sus pacientes, sólo puede estar condenado a desaparecer.Con estos datos, tampoco es necesaria una explicación al hecho de que más de la mitad de los médicos de Primaria tengan demoras de más de un día para poder dar cita, y que hasta un 3,8% tenga una “lista de espera” de más de una semana. Incluso sería entendible, por lógico, que los profesionales de este ámbito mostraran cierta desazón a la hora de trabajar y de atender a sus pacientes.
Y es que, como ellos mismos reivindican, la alta presión asistencial a la que se somete a los profesionales de Primaria está acabando por minar la propia confianza de los pacientes. De hecho, según el último Barómetro Sanitario emitido por el Ministerio de Sanidad, a la hora de tener que ir al médico ante una urgencia, los españoles prefieren acudir a un hospital antes que a las Urgencias de un centro de salud, puesto que consideran, en un 43,5% de los casos, que los hospitales tienen más medios y resuelven mejor el problema.
Motivos hay por tanto, puesto que los datos son excesivos en todas las comunidades autónomas, aunque haya grandes diferencias entre ellas, para que, aprovechando la recién estrenada campaña electoral, los representantes políticos reflexionen sobre las condiciones en las que se encuentra uno de los pilares más fundamentales de la llamada “mejor sanidad del mundo” y consigan, o al menos prometan (que ni eso), que la Atención Primaria deje de ser la relegada del sistema.
Ángel Espínola
Redactor en Consalud.es
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