Experiencias del médico en el juzgado

Carlos León
Director Jurídico de DS Legal Group

Es innegable que en esta vida uno no está preparado para todo. Hay cosas que imponen, y mucho. Hasta la persona más segura de sí misma puede verse abrumada en algún momento por sucesos que, o bien no esperaba, o bien podía esperar pero no había experimentado aún.

Podemos suponer a simple vista que un médico es de ese grupo de personas que etiquetaríamos como, al menos, más imperturbables que el común de los mortales. Se preparan durante muchos años para diagnosticar el peor escenario, para comunicar esa dura noticia al afectado y, por último, para enfrentarse a esa enfermedad.

En su entorno se sienten seguros y nos lo hacen sentir a los demás, ya que disponen del conocimiento y manejan los tiempos, las herramientas y las alternativas. Pero, cuando son ellos quienes padecen una “dolencia” -y no necesariamente en su acepción clínica-, su seguridad se convierte en incertidumbre.

"Las reclamaciones se han convertido en los últimos años en las enfermedades de los médicos"

Las reclamaciones se han convertido en los últimos años en las enfermedades de los médicos. Es ahí donde el facultativo ya no se siente tan seguro y necesita la ayuda, al igual que sus pacientes, de un profesional al que confiar su salud, en este caso, su carrera y su patrimonio.

La idea del profesional sanitario cometiendo una negligencia muy grave y entrando en la cárceles solo la punta del iceberg. Y es verdad, son casos muy aislados, pero entre medias hay una escala de grises que suponen la mayoría de causas por las que un médico tiene que acudir al juzgado.

Las infracciones relacionadas con el nuevo Reglamento General de Protección de Datos están a la orden del día. Esta nueva normativa incorpora novedades en cuanto a la relación médico-paciente en elementos tan importantes como el consentimiento informado o la historia clínica, donde ya hemos visto que se concentran el 70 % de las reclamaciones al profesional sanitario, algo que puede acabar con éste acudiendo al juzgado.

"Las infracciones relacionadas con el nuevo Reglamento General de Protección de Datos están a la orden del día"

Nos encontramos otra tipología bastante común:cuando se cita a un facultativo a declarar en un juicio como testigo. Éste puede haber intervenido en el tratamiento de un paciente que interpone una reclamación, aun no siendo el foco de la acusación y, a causa de una declaración confusa o reveladora de nuevos datos desconocidos hasta el momento -implicándose involuntariamente en el caso-, pueda terminar siendo también investigado.

Otra de las causas más frecuentes por las que un médico suele pasar por dependencias judiciales es a causa de las temidas inspecciones sanitarias, debido a irregularidades en la prescripción de medicamentos. Esto puede conllevar que la Consejería de Sanidad imponga una sanción administrativa al facultativo o, en los casos más graves, traslade dichas actuaciones a la Fiscalía, lo que puede acabar de nuevo con el facultativo en el juzgado.

Como hemos podido comprobar, el buen hacer del médico en su día a día con el paciente muchas veces no es suficiente para gozar de una trayectoria sin sobresaltos, ya que en algunos casos necesita de un conocimiento jurídico para afrontar según qué casos. Es de vital importancia que el facultativo cuente con el mejor equipo de profesionales del Derecho Sanitario, para poder ayudarle con estas cuestiones que, como vemos, no son baladíes.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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