Los centros y empresas de hospitalización privada de Madrid (ACHPM) somos una organización que considera la Economía de Mercado, basada en las fluctuaciones entre la oferta y la demanda, como uno de sus pilares. En ese sentido, entendemos y asumimos entre nosotros que existe una especie de “mano invisible” que guía nuestras decisiones e incluso llega a expulsar del mercado a aquellos que no se esfuercen, que no compitan, por ofrecer a sus pacientes consumidores los servicios de la mejor calidad. Calidad que tiene que ser entendida como el grado adecuado del servicio desde la perspectiva del paciente al que va destinado. La sanidad privada, fundamentada en la libertad de elección, transforma esa competencia en una búsqueda continua de la calidad e imprime a todo el sector de un dinamismo creador.
En el documento que explica en profundidad la situación en nuestro ámbito, “El Libro Blanco de la Sanidad Privada en la Comunidad de Madrid”, realizado por la ACHPM con la colaboración de Deloitte, se abordan sectorialmente los distintos parámetros de la calidad percibida por los usuarios de la sanidad privada, considerando los valores de referencia en calidad asistencial, accesibilidad, componentes tecnológicos y científicos, y confortabilidad del entorno, sin olvidar otras dimensiones como pueden ser la competencia de los profesionales, o el tiempo de espera.
"La sanidad privada, fundamentada en la libertad de elección, transforma esa competencia en una búsqueda continua de la calidad e imprime a todo el sector de un dinamismo creador"
Así, según la información recogida en el Libro Blanco, con respecto a la calidad asistencial, el sector sanitario privado de la Comunidad de Madrid cuenta con la más alta tecnología de vanguardia, el equipamiento médico más avanzado y desarrolla actividad de alta complejidad. La incorporación y disponibilidad de la tecnología más puntera en los centros privados madrileños ayuda a mejorar no solo la eficiencia sino también la calidad del servicio prestado y de los resultados asistenciales, beneficiando directamente al paciente, al sistema sanitario y al mismo profesional.
En este sentido, el componente tecnológico–científico disponible, tras la adquisición de los equipamientos más punteros, representa que los hospitales privados son capaces de realizar una actividad cada vez más compleja y atender a un peso significativo del total de pruebas diagnósticas y actividad quirúrgica (más del 30%) que se precisa en el conjunto de la Comunidad de Madrid.
El sector sanitario privado de Madrid apuesta claramente por la implantación e inversión en la alta tecnología. De hecho, cuenta con más de la mitad de los equipos de resonancia magnética (72) y de litotricia (8); y casi el 50% de los equipos de PET (8), mamógrafos (39) y densitómetros óseos (20). Esta tecnología puntera, unida a un equipo de profesionales excelentemente formado, pone a disposición de la población madrileña una sanidad con parque tecnológico con alto grado de modernización. Tecnología del ámbito privado que, por otra parte, está a disposición del sistema público de salud a través de conciertos.
En el Libro Blanco de la Sanidad Privada en la Comunidad de Madrid se constata, igualmente, que el grado de satisfacción por los servicios prestados por la sanidad privada es tan elevado que “el 92% de los entrevistados señala que podrían recomendarlos a familiares y amigos”. Un volumen importante de los centros sanitarios privados madrileños dispone de acreditaciones de calidad (entre ellas ISO 9011; 2008) además de encuestas de satisfacción de pacientes que avalan la excelente calidad asistencial ofrecida a los pacientes. Más del 50% de los pacientes que acuden a los centros privados de Madrid recomendarían activamente esos hospitales, frente al 7,8% que los desaconsejaría.
El grado de satisfacción por los servicios prestados por la sanidad privada es tan elevado que “el 92% de los entrevistados señala que podrían recomendarlos a familiares y amigos”
La valoración que recoge el Libro Blanco relativa a los servicios generales (puntuada de 0 a 100) es: horarios de visita (93); comodidad de las habitaciones (92); limpieza de las instalaciones (89); confort de las instalaciones (88); alimentación, aseo, TV (82), y facilidad de aparcamiento (52). En definitiva, los servicios complementarios a la asistencia sanitaria de la sanidad privada en la Comunidad de Madrid están ofreciendo un valor añadido que aglutina las características adicionales y diferenciales de una serie de servicios complementarios relacionados con el confort (accesibilidad, comodidad, limpieza, menús, etc.), que trasmite una sensación de calidad que genera una mayor satisfacción. En pocas palabras, el estímulo de calidad generado por la libre elección, se concreta en la sanidad privada madrileña a una adecuada utilización de la práctica clínica en un marco de satisfacción general del paciente que la recibe.
Finalmente, el tiempo de espera es un indicador más de la calidad de la asistencia sanitaria privada. Un estudio ajeno a nuestro sector, el realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en abril del presente año, señala que en el ámbito nacional la espera media para una intervención en la sanidad privada es de 14 días. Madrid, se encuentra entre los tres de los más rápidos con 11 días de demora media en la sanidad privada. Unos datos que en este espacio no deseamos confrontar con los que ofrece la sanidad pública, pero que en la perspectiva global de calidad y rapidez que estamos comentando con relación a la sanidad privada de Madrid, si queremos, una vez más, tender la mano y ofrecer las posibilidades que ofrecen nuestras empresas al sistema sanitario público para colaborar en su misión.