La iniciativa de Farmaindustria de poner en marcha un plan de transparencia, a partir del 30 de junio, donde todas las empresas farmacéuticas pertenecientes a la patronal y las que sin formar parte de Farmaindustria se adhieran a la nueva normativa, publicarán en su respectivas páginas webs, todas las actividades que se han realizado a lo largo del 2015 y que han tenido alguna transferencia de valor con profesionales médicos, instituciones, sociedades científicas, etc., es un ejercicio de ética profesional.
La ley no obliga a ninguna de estas empresas hacer pública las transferencias de valor con las instituciones y colectivos profesionales sanitarios. La ley obliga a cumplir la ley, y todas las empresas del sector farmacéutico cumplen escrupulosamente la ley que está establecida para realizar su actividad empresarial. Pero el sector ha querido voluntariamente dar un paso más, regulando su actividad comercial y para ello, puso en marcha el código de buenas prácticas hace ahora más de quince años, que se completa con el nuevo plan de transparencia del próximo 30 de junio.
Sin duda un ejemplo a seguir para otros sectores que tienen como destinatarios de un gran número de actividades a los mismos profesionales y entidades que la industria farmacéutica, pero que no ven necesario acogerse a la normativa de transparencia ya que no forman parte de Farmaindustria, como es el caso del sector de la alimentación.
Salvo Coca Cola, que de forma voluntaria inició en septiembre de 2015 un proceso de transparencia a nivel global en un gran número de países, incluido España, publicando en su página web todas las transferencias de valor que han llevado a cabo con las diferentes entidades y profesionales del sector salud, sociedades científicas, asociaciones de pacientes, etc. desde el año 2010, no se conoce otra empresa de alimentación que haya iniciado un proceso similar.
Hace unos días publicamos en nuestro diario empresasconsalud.com que el Centro de Información Cerveza y Salud (CICS), que realiza numerosas actividades dentro del sector salud, incluido estudios clínicos y patrocinio de congresos médicos, afirmaba que no tenía necesidad de acogerse al plan de transparencia porque no era un laboratorio farmacéutico.Lo mismo ocurre con empresas lácteas, de zumos, de margarinas….. habría que recordar a todas estas entidades que la transparencia es una cuestión de ética para garantizar que la conducta de las empresas en sus ámbitos de actuación resulte profesional y responsable, respetando su legítimo derecho a promocionar sus productos.
La sociedad no entenderá que si la actividad que estas empresas llevan a cabo con profesionales médicos, asociaciones de pacientes, entidades científicas, etc. están dirigidas a proporcionar información objetiva, contrastada, basada en evidencia científica sobre el consumo de sus productos y los beneficios que supone para la salud de la personas, sean opacas, aunque no incumplan ninguna normativa legal.
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La transparencia es una cuestión de ética
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