La violencia de género, un problema de todos

Este viernes fallecía otra mujer en España por violencia de género. Esta vez en Tenerife. En lo que va de año, más de 40 mujeres han sido asesinadas en nuestro país a manos de sus parejas o ex parejas. Pese a los esfuerzos en campañas de prevención, de momento, las cifras no acompañan. Es hora, entonces, de que todos reflexionemos sobre cómo estamos actuando en un tema tan serio como la violencia de género.

¿De qué manera se puede contribuir a una mayor prevención tanto en su aparición como en su detección? Y en ese último aspecto, en el de la detección, los profesionales sanitarios tienen un papel esencial, particularmente, la Atención Primaria.

Conocer al paciente durante años y su proximidad en consulta les convierte en un factor clave en la detección de los casos de violencia de género. Aunque la mayoría de las veces, las víctimas no reconocen ser agredidas, la empatía, implicación y motivación del profesional juegan un papel importante.

En 2012, el Ministerio de Sanidad estableció un protocolo común para la actuación sanitaria ante la violencia de género. El documento recoge los diferentes supuestos en los que se puede encontrar un facultativo ante la sospecha o la detección de un caso de violencia de género en la mujer y qué medidas de actuación debe aplicar. Así, cuando la mujer presenta indicios, pero no reconoce sufrir malos tratos, el médico debe comunicarlo al ministerio fiscal.

Otra cuestión añadida es el efecto que tiene la violencia de género en la salud de las víctimas. ¿Las consecuencias? Muchas, entre ellas, la muerte. Pero también, el deterioro funcional, el dolor crónico, los trastornos del sueño, los intentos de suicidio, el abuso de sustancias, la depresión, el síndrome del intestino irritable, los trastornos de conducta alimentaria…

Ante esta situación, no debemos olvidar que “Hay Salida” y que es un trabajo de todos frenar la violencia de género. Teléfono de atención a las víctimas, el 016.


Marta Gómez
Redactora jefe