Transparencia

Juan Blanco - Presidente del Grupo Mediforum y Editor de ConSalud.es
Presidente del Grupo Mediforum y Editor de ConSalud.es
"Hoy no es un día excepcional es importante". Con estas palabras comenzó su intervención, Javier Ellena, Vicepresidente de Farmaindustria, durante la primera mesa de debate de las jornadas de "Transparencia como generador de confianza" organizada por la patronal farmacéutica. Ellena daba a entender con esta frase que la nueva normativa de la EFPIA (European Federation of Pharmaceutical Industries and Association), que será de obligado cumplimiento para los laboratorios a partir del uno de enero de 2016, no supone en realidad un cambio trascendental para la actividad del sector. Desde el año 1991, que se puso en vigor el código de buenas prácticas de la Industria Farmacéutica (un mecanismo por el que se regula la actividad de las empresas farmacéuticas con los profesionales de la salud),el sector ha sufrido una transformación sin precedentes aumentando su credibilidad ante la opinión pública, los profesionales y las administraciones. Con las continuas actualizaciones del código, los laboratorios farmacéuticos han contribuido a generar y mantener una mayor confianza en que las decisiones vinculadas con la prescripción de los medicamentos se llevan a cabo en base a la mejor calidad asistencial para los pacientes y bajo los máximos criterios de ética profesional. Prueba de ello, es que en los últimos 10 años, la Unidad Deontológica de Farmaindustria, organismo que vela por el cumplimiento del código de buenas prácticas, ha llevado a cabo más de 41.000 actuaciones proactivas para garantizar que el código se está cumpliendo sin excepciones y con el máximo rigor.

Pero el sector da un paso más y la normativa que entrará en vigor el uno de enero de 2016 permitirá una mayor transparencia en las transferencias de valor que existan entre las empresas y los profesionales de la salud. De este modo, las empresas farmacéuticas tendrán que compaginar la ley de protección de datos personales, con un sistema de registro que permita reflejar todas las actividades que realicen con los profesionales y que estén recogidas en el código de buenas prácticas, tales como, ayuda a congresos médicos, formación médica continuada, honorarios de ponentes, estudios clínicos, etc.. Sin duda, un paso importantísimo para que la actividad de este sector y su relación con los profesionales de la salud, tengan la máxima transparencia y legalidad y destierre de una vez por todas cualquier duda, que todavía pudiera quedar en algún sector de la sociedad, sobre las actividades comerciales de los laboratorios farmacéuticos.

Una norma que coloca la pelota en el tejado del profesional, ya que la identificación individual está reflejada en el texto, pero no podrá ser de obligado cumplimiento si el interesado no da su consentimiento acogiéndose a la LOPD. Este aspecto parece a priori el más controvertido ya que, a diferencia de otros países donde existe una mayor cultura por la transparencia, no parece que sea nuestro caso y costará más tiempo. No obstante, los datos individuales aunque no se hagan públicos, si podrán ser accesibles en un proceso de investigación.

Por tanto, el sector farmacéutico tiene por delante un importante reto, que es concienciar a los laboratorios, profesionales sanitarios y sociedades científicas de la importancia que supone el cumplimento de esta nueva normativa en beneficio de todo el sector, y dar a conocer, tanto a las Administraciones Sanitarias como a la opinión pública en general, lo que supone este programa y su aportación para el paciente, para la sociedad y para el Sistema Nacional de Salud y en pro de una mayor transparencia como generador de confianza.
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