Zona de confort

Alfonso Vidal
Jefe de las Unidades del Dolor de los Hospitales Sur, La Luz y Valle del Henares de Quirónsalud

Estar o sentirse a gusto, en plenitud, comodidad y satisfacción, junto a los seres queridos, desarrollando la actividad deseada o soñada, viviendo en la casa y en la zona anheladas toda la vida, recibir los beneficios necesarios para obtener y desplegar todo lo anterior, amén de ser tan idílico como onírico, habla de la llamada zona de confort, esa que tanto o tan poco, según los casos, nos ha costado consolidar y que tan difícil resulta de abandonar.

La vida es una continua proposición y consecución de metas, y no alcanzarlas, francamente, puede conducir a la frustración. Naturalmente me refiero a metas factibles, aquellas que en verdad están al alcance de nuestra mano y no son solo nubes de algodón imposibles de materializar. Las personas enamoradaspiden la luna como metáfora de esfuerzo para comprobar la disposición de la pareja con tal de ver feliz a supartenaire.

No convendría poner listones tan difíciles que solo conducen a la desesperación, tristeza, melancolía y más que ya sabemos dónde y cómo acaban llevadas a su máxima expresión. Por eso todos los terapeutas proponen retos pequeños que aportan felicidad y consolidan los estados de ánimo.

En este tiempo de pandemia nos hemos familiarizado con el incremento de consultas a expertos psicólogos y psiquiatras al dispararse las cifras de pacientes con depresión, especialmente entre los más jóvenes. No voy a entrar a considerar la conveniencia o no de difundir estas noticias por temor a crear tendencia. Como digo siempre, expertos tienen la materia como para meter la zarpa hasta los glúteos.

"Las relaciones saludables son tan importantes como la función pulmonar, renal, hepática, circulatoria, etc., y no podemos ni debemos ningunear esta circunstancia antes de su deriva a una patología activa"

Ya he comentado desde esta misma tribuna la oportunidad de tomar en consideración a los grandes olvidados durante este periodo tan triste. Y entre ellos, especialmente los más jóvenes, quienes están saltando ahora como bomba de relojería, con casos de tristeza, desesperanza, y depresión con todas sus letras.

Nos vimos obligados a ceder parte de nuestra parcela de conveniencia, de nuestra zona de confort, pero a tenor de los efectos, todo hace indicar que quienes fueron más dañados han sido jóvenes, quizá porque su falta de madurez y su impericia ante el confinamiento les ahogó en silencio, bajo una capa de presunta condescendencia y asimilación, pero en verdad solo estaba germinando un mal que ahora empieza a mostrar su peor cara.

Las relaciones saludables son tan importantes como la función pulmonar, renal, hepática, circulatoria, etc., y no podemos ni debemos ningunear esta circunstancia antes de su deriva a una patología activa, máxime cuando nos estamos refiriendo al futuro de nuestro país, a las generaciones que un día deberán regir esta nuestra nación. Hay que ocuparse y preocuparse como se debe, identificando el problema y abordándolo sin temor.

Las situaciones derivadas de la pérdida de equilibrio mental y emocional, creo, han de ser tratadas como problema de salud colectiva de primera magnitud, más allá de un pasajero malestar existencial que se puede abordar con “pan y circo”.

"Las situaciones derivadas de la pérdida de equilibrio mental y emocional, creo, han de ser tratadas como problema de salud colectiva de primera magnitud"

Conviene dejar de estigmatizar a pacientes con problemas de conducta y mentales. Sirvan algunos datos del informe anual de la Fundación Anar (2020): “la pandemia y el confinamiento impactaron negativamente en el incremento de problemas psicológicos como la ideación suicida (+244,1%), la ansiedad (+280,6%), la baja autoestima (+212,3%), la depresión/tristeza (+87,7%), los trastornos de alimentación (826,3%), las autolesiones (+246,2%), la agresividad (+124,5%) y el duelo (+24,5%) en niños/as y adolescentes”.

Recientemente se ha aprobado el Plan de Acción de Salud Mental 2022-24, por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud a propuesta del Ministerio de Sanidad, cuyo objetivo es contribuir a la mejora de la salud mental de forma que permita afrontar los efectos en la salud mental de la crisis sanitaria y social generada por la pandemia.

Luego cómo y dónde se aplique es harina de otro costal, porque siempre entran los dimes y diretes políticos y las luchas de fuerzas y de poder regional entre comunidades e incluso dentro de cada partido que dejan a “Juego de tronos” como una chiquillada.

Esforcémonos en afrontar estas amenazas antes de que la tumoración se consolide, esparzay metastatice en un contingente llamado a gobernar en el próximo futuro, si es que el cambio climático o un meteorito no nos arruina antes nuestro mañana.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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