La arquitectura del hospital tiene consecuencias claras en la experiencia del parto

Un nuevo estudio de la UPM y el Instituto de Salud Carlos III ha analizado los testimonios de partos relatados por madres que, por su formación y profesión, tenían capacidad de profundizar sobre el diseño del entorno

Parto (Foto. Freepik)
Parto (Foto. Freepik)
Ander Azpiroz
6 marzo 2024 | 00:00 h

El parto es un momento crucial tanto para la madre, que se somete a un proceso físicamente agotador y doloroso en el que su cuerpo experimenta una serie de cambios y esfuerzos intensos; como para el recién nacido, que dependiendo de las condiciones, puede tener un impacto significativo en su salud, la experiencia inicial y su percepción del entorno.

Una parte fundamental de la experiencia de la madre durante el propio parto es el lugar donde se lleva a cabo, que puede ayudar o dificultar el proceso fisiológico, influyendo así, en su nivel de satisfacción, y repercutiendo en los primeros momentos de vida del bebé. Por este motivo, dos investigadoras, una de ellas, de la Universidad Politécnica de Madrid y otra del Instituto de Salud Carlos III, junto con dos arquitectas profesionales del estudio Parra-Müller, han llevado a cabo un estudio para identificar las percepciones acerca de los elementos de diseño del paritorio que influían en la experiencia de la madre a largo plazo.

En un total de 25 testimonios seleccionados, el propio acompañamiento y arropamiento del lugar se posiciona como otro de los puntos clave en el parto

Para ello, las investigadoras han analizado los testimonios de partos relatados por madres que, por su formación y profesión, tenían capacidad de profundizar sobre el diseño del entorno, como arquitectas, ingenierías, paisajistas o diseñadoras de interiores. La mayoría de ellas coincidieron con la necesidad de incorporar la experiencia de la mujer en el proceso del parto, para, así, promocionar políticas de diseño basadas en evidencias.

Otro de los elementos que señalaron como relevantes las entrevistadas para seleccionar el hospital fue la impresión a primera vista. Además, entre los recuerdos que quedaron grabados en las memorias de las madres en relación a este tema, se observa una tendencia a la búsqueda instintiva de conexión con la naturaleza, pero también en los accesos y pasillos.

En un total de 25 testimonios seleccionados, el propio acompañamiento y arropamiento del lugar se posiciona como otro de los puntos clave en el parto. Aspectos como el espacio para moverse y la posibilidad de adaptar la habitación a sus preferencias fueron peticiones recurrentes en el análisis. “Llegamos a la habitación. Es una habitación individual, con baño, luminosa, con espacio, acogedora. Me siento en un hotel, no en un laboratorio. Me siento persona, no número de barras. En la habitación se respira tranquilidad, cariño”, señaló una de las madres.

Como daños colaterales, las madres apuntaron a espacios clave en el proceso del parto como pueden ser el aseo, el quirófano o la sala de neonatos. Precisamente, una de las entrevistadas para el estudio, se detuvo en la dificultad para acceder al aseo en un momento tan crítico como el parto. “Para llegar había que cruzar un pasillo. Estaba con contracciones fuertes y tenía que sujetarme la tripa. En todo esto fue imposible cogerme la bata del hospital, así que se me veía entera, desnuda, por detrás. En el mismo pasillo había una familia al completo de otra parturienta, y me estaban viendo todos mientras yo iba, como podía, al baño: descalza, medio desnuda y gimiendo entre contracciones me arrastraba al baño".

Aspectos como el espacio para moverse y la posibilidad de adaptar la habitación a sus preferencias fueron peticiones recurrentes en el análisis

En referencia a los quirófanos, las madres concuerdan en que parecían inmutables ante el nacimiento de una nueva familia, es decir, que durante el proceso estos espacios son lugares imperturbables o inalterables, a pesar de la transformación significativa que están experimentando en sus vidas al dar la bienvenida a un nuevo miembro de la familia, en gran parte, por la atmósfera clínica.

En el caso de las unidades neonatales, destacaron la falta de espacios para la familia, que provocan la separación no deseada de su bebé y la dificultad de amamantar debido a preocupaciones sobre infecciones. Sin embargo, en los últimos años, se está observando un cambio de actitud hacia los cuidados centrados en la familia. Ahora se reconoce que la familia es un referente permanente en la vida del niño, incluso durante su hospitalización.

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Las madres participantes del estudio no solo comentaron su experiencia, también teorizaron sobre qué era mejor y peor en un momento como el parto. Gracias a este trabajo, las investigadoras mapearon los elementos de diseño, identificados por las participantes, que podían producir satisfacción o insatisfacción en el parto.

"Es necesario realizar más estudios que incorporen la experiencia de la mujer en el proceso del parto"

En resumen, los puntos positivos que señalaron las madres pasan por: jardines y arte en el acceso; iluminación natural; ventanal sin vistas desde el exterior; terraza accesible; mobiliario con agarre; y baño integrado. Por el contrario, como contras, destacan el traslado por distintas salas; la climatización no regulable; el ruido; la falta de ventilación e intimidad; la luz artificial, la falta de ventanas; y la vista a un aparcamiento, entre otras.

De cara a mejorar la experiencia del parto para la madre y el niño, Laura Cambra Rufino, investigadora de la UPM que ha formado parte del equipo de trabajo, ha concluido que “es necesario realizar más estudios que incorporen la experiencia de la mujer en el proceso del parto para conseguir promocionar políticas de diseño basadas en evidencias".

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