Cerca del 60% de los pacientes con insuficiencia cardiaca tienen cinco o más enfermedades crónicas

La adecuada detección y manejo de las comorbilidades en insuficiencia cardiaca es importante no solo por su frecuencia, sino porque están implicadas en el propio desarrollo de la enfermedad.

La correcta atención médica a pacientes con insuficiencia cardiaca terminal y sus familiares se convierte en todo un reto
La correcta atención médica a pacientes con insuficiencia cardiaca terminal y sus familiares se convierte en todo un reto

La insuficiencia cardiaca es una enfermedad crónica con una elevada y creciente prevalencia e incidencia y la principal causa de morbimortalidad en el mundo occidental. En España afecta al 2,7% de la población mayor de 45 años y al 8,8% de los mayores de 74. La Sección de Insuficiencia Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) celebra su reunión anual en Málaga, del 13 al 15 de junio, en un encuentro en el que cardiólogos de todo el país repasarán las últimas novedades en torno a esta enfermedad. Uno de los temas más destacados de la reunión hace referencia a las comorbilidades y los cuidados paliativos en insuficiencia cardiaca.

Casi el 60% de los pacientes con esta patología tienen cinco o más enfermedades crónicas asociadas, porcentaje que está aumentando en las dos últimas décadas. Dentro de las comorbilidades cardiovasculares más frecuentes asociadas a la insuficiencia cardiaca se encuentran la fibrilación auricular, la hipertensión y la cardiopatía isquémica; mientras que entre las comorbilidades no cardiovasculares más frecuentes destacan la anemia, el cáncer, la enfermedad renal crónica, la diabetes, el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la depresión y la demencia, entre otras.

"La adecuada detección y manejo de las comorbilidades en insuficiencia cardiaca es importante no solo por su frecuencia, sino porque están implicadas en el propio desarrollo de la enfermedad"

"La adecuada detección y manejo de las comorbilidades en insuficiencia cardiaca es importante no solo por su frecuencia, sino porque están implicadas en el propio desarrollo de la enfermedad, pudiendo contribuir a su progresión y al empeoramientodel pronóstico llegando incluso a aumentar el riesgo de hospitalización, los días de estancia hospitalaria y la mortalidad de estos pacientes", explica la doctora Carolina Ortiz.

CUIDADOS PALIATIVOS EN INSUFICIENCIA CARDIACA TERMINAL

Debido al curso progresivo y al empeoramiento en brotes con recuperación parcial que presenta la enfermedad, "habitualmente a los clínicos no nos resulta fácil identificar cuándo un paciente se encuentra en la fase final o insuficiencia cardiaca terminal", detalla la cardióloga. No obstante, la insuficiencia cardiaca terminal se caracteriza por un deterioro funcional progresivo, tanto físico como mental, y la dependencia para la mayoría de actividades diarias, síntomas graves con mala calidad de vida (a pesar del tratamiento adecuado), ingresos o episodios graves de descompensación frecuentes y, habitualmente, caquexia cardiaca (pérdida de peso grave e involuntaria causada por una enfermedad cardiaca).

Así, la correcta atención médica a pacientes con insuficiencia cardiaca terminal y sus familiares se convierte en todo un reto. "A pesar de la alta letalidad y el pronóstico de la enfermedad, los cardiólogos y, en general, los profesionales que manejamos a estos pacientes no estamos lo suficientemente concienciados con la necesidad de integrar los cuidados paliativos en esta fase", valora la facultativa.

"Los profesionales que manejamos a estos pacientes no estamos lo suficientemente concienciados con la necesidad de integrar los cuidados paliativos en esta fase"

Los cuidados paliativos están poco desarrollados en el manejo de las cardiopatías probablemente porque la predicción exacta del momento de la muerte en las enfermedades cardiovasculares, y en la insuficiencia cardiaca en particular, es más difícil de determinar que en otras patologías. "En el trabajo de Martínez Sellés et at, realizado en España, se observó que tres de cada cinco pacientes que mueren en servicios de cardiología se consideraron no reanimables, tomando frecuentemente esta decisión después de un procedimiento agresivo, con una posterior infrautilización de medidas paliativas. Solo el 44% de los pacientes recibieron mórficos y solo el 4,4% de ellos, asistencia espiritual", recuerda la experta.

En este sentido, "la integración de los cuidados paliativos es aún una asignatura pendiente en el abordaje del paciente con insuficiencia cardiaca terminal y los profesionales debemos esforzarnos y ofrecer estos cuidados a nuestros pacientes, no solo en la fase terminal de la enfermedad, sino en momentos más precoces con el objetivo de mejorar la calidad de vida, controlar los síntomas y aplicar una estrategia de manejo global que considere el bienestar físico, mental, emocional y espiritual de los pacientes".

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