Consumo de drogas: el cigarrillo electrónico gana adeptos entre los adolescentes españoles

Así se desprende de la última edición de la 'Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España', un informe que evidencia que dos de cada 10 adolescentes ha vapeado en algún momento de su vida.

Joven fumando (Foto: Separ)
Joven fumando (Foto: Separ)
CS
21 septiembre 2018 | 00:00 h

El 20,1% de los estudiantes entre 14 y 18 años ha probado, al menos una vez en su vida, el cigarrillo electrónico. Así se desprende de la última edición de la 'Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España' (Estudes), un documento publicado por el Ministerio de Sanidad que revela un incremento de algo más de tres puntos en comparación con 2014, un año en el que el consumo se situó en el 17%.

Si bien es cierto que los datos distan mucho de los registrados en Estados Unidos, donde estos dispositivos son ya un problema de salud pública, es relevante que dos de cada 10 adolescentes ha vapeado en algún momento de su vida. De todos ellos, el informe indica que el 56,9% son hombres y que el 78,7% ha consumido tabaco en algún momento. Así mismo, el 26,0% de los padres de usuarios del cigarrillo electrónico permiten a sus hijos el consumo, lo que supone el 12,3% del total de progenitores de los estudiantes.

El 26,0% de los padres de usuarios del cigarrillo electrónico permiten a sus hijos el consumo, lo que supone el 12,3% del total de progenitores de los estudiantes

Hay que recordar que, hace unas semanas, la Organización Médica Colegial (OMC) y el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) presentaron la 'Declaración de Madrid', un documento firmado por consejos profesionales y sociedades científicas en favor de la salud y la regulación del tabaco en España.

En este contexto, la máxima responsable de la CNPT, la cardióloga Regina Dalmau, se mostró tajante y subrayó que "no existe una forma sana de fumar", en relación a productos como el cigarrillo electrónico. De hecho, un estudio publicado en la revista científica 'European Respiratory Journal', muestra como el denominado e-cigarrillo tiene un efecto similar al cigarrillo tradicional o de la contaminación por combustibles fósiles, que aumentan la susceptibilidad a la infección pulmonar por bacterias neumocócicas.

En la misma línea se muestra el presidente de la Sociedad Española de Cirugía Torácica y Neumología (Separ), el neumólogo Carlos Jiménez Ruiz, quien pone en tela de juicio las investigaciones que pretenden demostrar que el cigarrillo electrónico sirve para dejar de fumar. "Son estudios con grandes deficiencias metodológicas. Se basan en un escaso número de pacientes que no querían dejar de fumar, sino que solo buscan recudir el consumo", sentencia.

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