“El dolor crónico afecta aproximadamente al 17 % de la población española”

El vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española del Dolor, el Dr. Miguel Ángel Caramés, explica en Consalud.es los retos y reivindicaciones del colectivo.

Miguel Ángel Caramés (Foto. SED)
Miguel Ángel Caramés (Foto. SED)
Marisol Díaz -  Redactora
17 octubre 2020 | 00:00 h

Con el objetivo de sensibilizar a gobiernos, instituciones públicas y privadas acerca de la necesidad de poner en marcha los recursos necesarios para apoyar la investigación, el diagnóstico y el tratamiento del dolor a nivel universal, la International Association for the Study of Pain (IASP) puso en marcha, en 2004, la iniciativa del Año Global Contra el Dolor, con el tema “El alivio del dolor debe ser un derecho humano”. Desde entonces, cada 17 de octubre se celebra el día del dolor con un tema específico. Este año se enfoca en diseminar estrategias de prevención del dolor investigadoresmédicos pacientes.

“La prevención es fundamental para disminuir el sufrimiento asociado al dolor y evitar que éste se cronifique”

“Como en cualquier otra patología, la prevención es fundamental para disminuir el sufrimiento asociado al dolor y evitar que éste se cronifique. Podemos prevenir el dolor del parto, el dolor en las técnicas diagnósticas, como las endoscopias o biopsias, y terapéuticas, como las intervenciones quirúrgicas. Además, tratando precozmente el dolor agudo también prevenimos su cronificación”, señala el vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española del Dolor (SED), Miguel Ángel Caramés, en declaraciones a este medio.

El dolor crónico es aquel que dura más de 3 meses y, como consecuencia de esta prolongación en el tiempo, acaba afectando al paciente en múltiples esferas de su realidad. “Afecta psicológicamente al paciente, desencadenando tristeza, frustración, ansiedad, insomnio, depresión, etc. A su vida social, familiar y laboral, disminuye su capacidad de relacionarse, pierde su trabajo o disminuye su rendimiento, empeorando su situación económica. En definitiva, el dolor deja de ser un simple síntoma para convertirse en una compleja enfermedad, que afecta aproximadamente al 17 % de la población española”, alega el doctor.

UNIDADES DEL DOLOR

Cuando una persona con dolor ve como este no se aminora con los tratamientos que les ofrecen en diferentes niveles asistencias (primaria o especializada) y por diferentes especialistas médicos, pueden plantearse una atención específica en una unidad superespecializada, como son las Unidades del Dolor.

En palabras de Caramés, estas unidades son “dispositivos asistenciales en los cuales el personal asistencial está especialmente formado en el tratamiento del dolor desde una perspectiva biopsicosocial. Es decir, no sólo se ha de tratar el síntoma dolor, con fármacos y técnicas muy específicas y frecuentemente complejas, sino que también se estudian y abordan los aspectos psicológicos y sociales que puedan estar influyendo en la percepción del dolor y su verbalización”

España dispone de 183 Unidades del Dolor

En España existen 183 Unidades del Dolor. En función de su nivel, estas pueden estar dotadas de personal médico, enfermeras, auxiliares de enfermería, psicólogos, asistentes sociales, administrativos y celadores. Las unidades más sofisticadas (tercer nivel según la clasificación de la Sociedad Española del Dolor o de cuarto nivel según la IASP) han de ser múltidisciplinares, es decir con médicos de diferentes especialidades, “los especialistas médicos que más frecuentemente forman parte de las Unidades del Dolor son: anestesiólogos, rehabilitadores, reumatólogos, neurocirujanos y psiquiatras”, afirma el vocal de la SED.

PANDEMIA COVID-19

Durante los últimos meses, la pandemia del coronavirus ha provocado que la atención al dolor en estas unidades se haya visto gravemente comprometida, “se ha derivado mucho personal de las unidades para la atención de los pacientes con COVID-19, se han cerrado quirófanos donde se realizaban técnicas de tratamiento del dolor y se ha recurrido a la consulta telefónica, que no aporta la misma calidad que la presencial”. Además, Caramés alega que muchos pacientes con dolor crónico han empeorado en su sintomatología como consecuencia del deterioro psicológico derivado de las limitaciones que se han impuesto en un intento de controlar esta pandemia.

REIVINDICACIONES SED

Por todo lo anteriormente expuesto, y en el marco de la celebración del Día Mundial Contra el Dolor, desde el colectivo han enumerado una serie de reivindicaciones a tener en cuenta:

  • La mejora de los medios humanos y materiales de la Unidades del Dolor.
  • La consecución de la subespecialidad certificada en Tratamiento del Dolor.
  • La independencia funcional real de las unidades del dolor (buena parte de ellas pertenecen a los Servicios de Anestesia).
  • La estabilidad en el tiempo de las plantillas.
  • La formación específica en dolor en los estudios de Grado de Medicina.
  • El fomentar la multidisciplinariedad en la Unidades, con la incorporación de psicólogos/psiquiatras y diferentes especialistas médicos.
  • La mejora en el tratamiento del dolor en colectivos especiales con el infantil, los ancianos y otros pacientes especialmente vulnerables.

 

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