Día Mundial del Ictus: prevención y atención rápida, las claves contra su aparición y consecuencias

Una de cada cuatro personas en el mundo tiene riesgo de sufrir un ictus a lo largo de su vida. En España cada seis minuto se produce uno de estos accidentes cerebrovasculares

Radiografía de un cerebro (Foto. Freepik)
Radiografía de un cerebro (Foto. Freepik)
Paola de Francisco
29 octubre 2021 | 13:00 h

Este viernes, 29 de octubre, se celebra el Día Mundial del Ictus para recordar qué significa esta enfermedad, sus consecuencias, prevenciones y necesidades. El ictus es la consecuencia de un accidente cerebrovascular que consiste en la mayor parte de los casos en una interrupción de forma súbita del flujo sanguíneo de una parte del cerebro (isquemia), o de la rotura de una vena o arteria cerebral en otros casos. Este accidente provoca el ictus o golpe, un infarto cerebral que es la primera causa de muertes en mujeres, de discapacidad adquirida en adultos, y la segunda causa de demencia, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN).

Una de cada cuatro personas en el mundo, el 25%, sufrirá en un momento de su vida un ictus. En España se estima que entre 110.000 y 120.000 personas sufren uno al año, de los que fallecen 40.000. El 30% adquiere algún tipo de discapacidad. Estas cifras con el tiempo, y si los hábitos saludables no cambian, aumentará, se prevé, entre un 25 y 35% hacia 2035.

Sin embargo, se trata de una patología que en su mayor parte es prevenible. “La mayoría de los ictus pueden prevenirse controlando unos pocos factores, principalmente la tensión arterial, los niveles de azúcar y colesterol y el peso, realizando actividad física y evitando el consumo de tabaco y alcohol", señala la doctora Araceli García, médico adjunto del Servicio de Neurología en la Fundación Jiménez Díaz.

“La mayoría de los ictus pueden prevenirse controlando unos pocos factores, principalmente la tensión arterial, los niveles de azúcar y colesterol y el peso, realizando actividad física y evitando el consumo de tabaco y alcohol", señala la doctora Araceli García

La obesidad y el sobrepeso en España es actualmente un problema importante, así como la falta de unos hábitos saludables, como la alimentación y el ejercicio físico. Las cifras son las más altas en Europa, según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). Tal y como recogen datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2020 el 16,5% de los hombres con más de 18 años padecían obesidad, en mujeres el porcentaje era del 15,5%. Y entre las consecuencias de esta patología, ligada a las enfermedades cardiovasculares, se encuentra el ictus.

Tal y como manifiesta la Organización Mundial del Ictus (WSO, por sus siglas en inglés), por cada minuto en el que se sufre una isquemia en el cerebro, es decir, una interrupción del flujo sanguíneo, se pierden casi dos millones de neuronas y 14 billones de conexiones neuronales. Es decir, que una hora sin atención supone un envejecimiento cerebral de 3,6 años.

A eso se suma el peligro de sufrir algún tipo de discapacidad. Entre las consecuencias se encuentra que más del 62% de los supervivientes a un ictus en España tienen problemas de movilidad y casi un 60% tienen problemas para realizar sus actividades cotidianas.También es muy común que se sufra depresión, afasia (problemas en la comprensión, de habla, la lectura ya la escritura), problemas de memoria y esplasticidad.

Independientemente del tipo de ictus del que estemos hablando, se trata de una enfermedad cuya evolución y pronostico depende del tiempo en el que se tarde en revertir esta situación. “En el caso del ictus, cada minuto, cuenta”, como recuerda la WSO.

“Es indispensable que la población sepa reconocer cuáles son los síntomas de un ictus y que sepa que ante los primeros síntomas debe llamarse inmediatamente a los servicios de emergencias sanitarias. Algo que aún estamos lejos de conseguir", comenta la doctora Mar Castellanos

Por eso el ictus es una urgencia médica, con protocolos establecidos en los hospitales. El Código Ictus facilita el diagnóstico y el tratamiento. Sus sistemas de alerta más o menos automatizados ayudan a identificar escenarios potencialmente graves, como ocurre también en los códigos para sepsis, infarto o traumas. Sin embargo, existe una desigualdad en la implantación de Unidades Ictus.

Al mismo tiempo, las organizaciones aprovechan este día para recordar la necesidad de educar a la población. “Es indispensable que la población sepa reconocer cuáles son los síntomas de un ictus y que sepa que ante los primeros síntomas debe llamarse inmediatamente a los servicios de emergencias sanitarias. Algo que aún estamos lejos de conseguir", comenta la doctora Mar Castellanos coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología.

Los síntomas se generan de forma brusca e inesperada, y pueden ser: alteración brusca en el lenguaje, con dificultades para hablar o entender; pérdida brusca de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo; alteración brusca de la visión, como pérdida de visión por un ojo, visión doble o incapacidad para apreciar objetos en algún lado de nuestro campo visual; o pérdida brusca de la coordinación o el equilibrio y un dolor de cabeza muy intenso y diferente a otros dolores de cabeza habituales.

 "Aunque la gran mayoría de los pacientes que sufren un ictus suelen presentar una combinación de varios de estos síntomas, el experimentar solo uno de ellos, ya es motivo de urgencia. Así pues recalcar que ante la aparición de cualquier síntomas sugestivo de ictus debe llamarse inmediatamente a los servicios de emergencias médicas", concluye la doctora Mar Castellanos.

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