"La eficacia de la termoablación por microondas en tumores de menos de 1 cm es de casi el 100%"

El Dr. Miguel Chiva de Agustín, radiólogo del Hospital Ruber Internacional, apunta a esta técnica percutánea, poco agresiva e innovadora como la solución del futuro frente al cáncer de mama

Dr. Miguel Chiva. (Foto: Quiron salud)
Dr. Miguel Chiva. (Foto: Quiron salud)
CS
30 enero 2024 | 12:55 h

Hasta un tercio de las mujeres que se someten a una operación reconstructiva de pecho tras superar un cáncer de mama presentan complicaciones. En la actualidad, el tratamiento de elección del cáncer de mama es quirúrgico, lo que supone quitar un trozo de mama a la paciente, incluso la mama entera, en algunos casos, “algo que tiene mucho valor para ella”, destaca el doctor Miguel Chiva de Agustín, radiólogo del Hospital Ruber Internacional.

Sin embargo, empieza a cobrar protagonismo la llamada termoablación por microondas, una técnica mínimamente invasiva, reservada para ciertos casos, que consiste en la aplicación controlada de calor en el interior del tumor con el objetivo de destruirlo. Según el especialista, este procedimiento se lleva a cabo “cuando no se puede operar el tumor o cuando el paciente no quiere someterse a una cirugía; en ciertas situaciones en las que a lo mejor se podría operar, pero o bien la persona ya tiene metástasis o incluso tiene otro cáncer y no se lo operan, es decir, lo manejan de otra manera, ya sea con tratamiento hormonal, con quimioterapia…”.

En la termoablación, las ondas electromagnéticas de microondas producen un calentamiento y, por tanto, una quemadura con necrosis del tejido tumoral. En el caso del cáncer de mama, se hace bajo control ecográfico, es decir, el equipo médico se guía por la ecografía. “Somos capaces de ver la lesión e introducir en su interior la aguja, la llamada antena de microondas”, asegura el radiólogo con especial dedicación a patología mamaria.

Una vez posicionada y durante un tiempo y una potencia determinados, que se calculan previamente según el volumen de la lesión, se deja que las microondas actúen sobre un volumen concreto de tejido, que va en consonancia con el tamaño del tumor. “No sólo se persigue quemar el tumor, sino también sus bordes, ya que siempre se quema un poco de la periferia, es decir, de tejido sano, para que no queden restos del tumor sin destruir”.

Al tratarse de una técnica mínimamente invasiva, la preparación es sencilla. Sin embargo, el Dr. Chiva indica que, antes de empezar, deben cumplirse dos requisitos. “Por una parte, el paciente debe coagular bien y, por otra, se debe confirmar que no tenga alergia a la anestesia local”. Según el especialista, antes de que empiece el procedimiento, a la paciente se le administra paracetamol intravenoso “para conseguir un ambiente antiálgico”. Después, se infiltra anestesia local en la mama y, una vez que la zona está anestesiada, se introduce la aguja y se realiza el tratamiento “durante dos minutos a 30 vatios, por ejemplo”.

"Es una técnica tolerable al cien por cien”

En general, el radiólogo del Hospital Ruber Internacional reconoce que les gusta realizarlo a baja potencia y durante más tiempo. “Si tenemos la oportunidad de hacerlo así, la paciente lo nota menos, aunque prácticamente no siente nada más allá de que le estamos manipulando. Es una técnica tolerable al cien por cien”.

Una vez terminado el procedimiento, se extrae la antena de microondas y la paciente se queda en observación durante una hora y media o dos, aproximadamente. Según el Dr. Chiva, la paciente debe realizar un reposo relativo las primeras 24 horas, después del procedimiento, pudiendo hacer vida prácticamente normal.

No obstante, existen situaciones en las que técnicamente no se puede hacer la ablación, “por ejemplo, cuando el tumor infiltra la piel, ya que habría que quemarla para quitarlo”, señala. Otra contraindicación es cuando el cáncer infiltra los músculos del tórax o cuando el tumor es de gran tamaño. La terapia, técnicamente se podría realizar en tumores de más de tres centímetros, “pero no vas a conseguir una buena ablación porque va a quedar tumor, por lo que, al final, va a ser peor el remedio que la enfermedad”, apunta el Dr. Miguel Chiva.

En la actualidad, el Dr. Chiva, junto a diversos profesionales, participa en un registro nacional de termoablación por microondas. “En España, como no se hacen tantas ablaciones porque lo habitual, si se puede, es operar al paciente, estamos sumando muchos casos de pacientes sin indicación quirúrgica entre múltiples centros hospitalarios. Lo que se busca es la evidencia científica de la técnica, para que pueda ser utilizada de forma segura y eficaz”, indica. “Nosotros les hacemos una ablación y, pasados 12 meses, realizamos una biopsia amplia. Así, se demuestra, sin quitar la mama, que ya no queda tumor, por tanto, que hemos hecho un buen tratamiento”.

“A día de hoy, solo estamos haciendo ablación de tumores en los casos que no se pueden operar. En un futuro, en algunos casos, esta técnica podrá ser una clara alternativa a la cirugía de la mama. Es sin duda una técnica muy prometedora”, concluye el doctor.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído