El 80% de los casos de cáncer de pulmón se diagnostica en fase avanzada

La extirpación de nódulos no malignos se sitúa entre un 9% y un 25%, según distintas series.

El quirófano híbrido agiliza el diagnóstico y tratamiento del cáncer de pulmón
El quirófano híbrido agiliza el diagnóstico y tratamiento del cáncer de pulmón
CS
3 septiembre 2018 | 13:27 h
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La supervivencia global del cáncer de pulmón va aumentando y ya representa el 15% de todos los casos de este cáncer. Parte de esta tendencia se debe a que cada vez se detectan más nódulos pulmonares solitarios (NPS), de alrededor de un centímetro de diámetro en pacientes frágiles y pluripatológicos, lo que permite ofrecer a estos pacientes una estrategia diagnóstica terapéutica con diversas opciones que incrementan sus posibilidades de supervivencia.

No obstante, la situación actual sigue siendo que más del 80% de los cánceres de pulmón se diagnostican en fases avanzadas. Esta fue la conclusión de la ponencia 'Cáncer de pulmón estadio I: decisiones diagnósticas y terapéuticas' que ofreció el doctor Francisco Javier Aspa, jefe de sección de Neumología del Hospital Universitario La Princesa de Madrid y responsable de la Consulta Monográfica de Alta Resolución de Cáncer de Pulmón en el mismo centro hospitalario, profesor asociado de la Universidad Autónoma de Madrid y miembro de Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), en el marco del 51 Congreso Nacional de Separ, celebrado recientemente en Palma de Mallorca.

El manejo estándar actual de los NPS incluye el cálculo de probabilidad de malignidad de la lesión, la valoración del riesgo quirúrgico, la realización de un PETTAC y la toma de muestras histológicas y/o citológicas

Según el doctor, "fruto del esfuerzo clínico por efectuar un diagnóstico más temprano en pacientes asintomáticos, además de los estudios poblacionales de cribado y, dadas las actuales pirámides demográficas, cada vez es más frecuente la detección de nódulos pulmonares solitarios o NPS, de alrededor de 1 centímetro de diámetro en pacientes frágiles y pluripatológicos”.

MANEJO DE LOS NÓDULOS

El manejo estándar actual de los NPS incluye el cálculo de probabilidad de malignidad de la lesión, la valoración del riesgo quirúrgico, la realización de un PETTAC y la toma de muestras histológicas y/o citológicas.

Tras estas pruebas, en aquellos pacientes no desestimados para cirugía, con nódulos entre 8 y 30 milímetros, si este cálculo de probabilidad de malignidad es inferior al 5%, se opta por la vigilancia radiológica. Y, en pacientes con riesgo intermedio o alto de malignidad, se recomienda realizar un PET-TAC. Cuando los valores de captación del contraste en la prueba del PET-TAC es baja , se opta por la vigilancia radiológica y, si la captación es moderada o intensa, se indica una biopsia no quirúrgica o la resección del nódulo.

Sin embargo, “esta estrategia no está exenta de problemas”, aclara el doctor, al tiempo que relata que “se sitúan en un escenario de gran incertidumbre clínica a la hora del manejo individual de cada paciente, en el que algunas actuaciones diagnósticas y/o terapéuticas conllevan un gran riesgo y complicaciones graves, sin olvidar el porcentaje elevado de extirpación de nódulos no malignos, que se sitúa entre el 9 y el 25%, según las series”, advierte Aspa.

“Afortunadamente el horizonte está cambiando en los últimos años. La valoración del riesgo quirúrgico individual y los avances en la técnica permiten que un grupo selecto de pacientes se beneficien del tratamiento local mediante la cirugía, lo que reduce la morbimortalidad postoperatoria y mejora la calidad de vida posterior”, concluye el doctor.

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