Hoy se celebra el Día Mundial Contra el Dolor. El objetivo de esta iniciativa, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es destacar la necesidad urgente de “encontrar un alivio para tanto sufrimiento físico”. Con este fin, las unidades del dolor se han convertido en una de las grandes aliadas en su abordaje. El doctor Alfonso Vidal, jefe de la Unidad del Dolor Hospital Quirónsalud Sur de Alcorcón, ha hablado para ConSalud.es sobre los próximos retos asistenciales.
¿Qué tipo de actividad se realiza desde una unidad del dolor?
Se trata de una unidad médica, sanitaria, en la que profesionales “acostumbrados”y especializados en el manejo del dolor, vemos pacientes que tienen esta necesidad.
Suelen ser pacientes que se escapan, bien por su complejidad o dificultad, o por los malos resultados o ineficacia en tratamientos anteriores. Por este motivo, finalmente acaban viniendo a nosotros.
No solo atendemos a pacientes en consulta que vienen a demandar consejos, sino también a pacientes que están ingresados en las plantas del hospital y tienen dolor aunque son atendidos por otra causa, y a pacientes que requieren de una asistencia específica intervencionista (bloqueos analgésicos, administración de medicación, colocación de dispositivos de neuromodulación, de modificación de la transmisión, etcétera).
A todo esto, como complemento damos un buen trato, es decir, una buena atención. Que las personas vean que son atendidas por otras personas que entienden su problema y que son capaces de ponerse en su lugar. Es importante que no seamos una especie de cajero automático, sino un interlocutor real y normal.
Es importante que no seamos una especie de cajero automático, sino un interlocutor real y normal.
En este sentido, cabe destacar un aspecto que lleva tiempo defendiendo: la empatía.
La empatía es muy importante. En este sentido, cabe destacar que la organización de nuestro SNS ha cambiado el principio de beneficiencia, donde el médico era una autoridad, por el principio de autonomía, donde el paciente, que necesita la opinión del experto, es un igual al médico y toma sus propias decisiones
Volviendo al día día en las unidades del dolor, ¿considera que la demanda por parte de la población es cada vez mayor?
Estoy seguro de que sí. El dolor es un problema creciente: la esperanza de vida ha aumentado, el envejecimiento progresivo, también, y los hábitos poco saludables se suman a esta progresión, ya que provocan que mucha patología se cronifique y, en consecuencia, se originan problemas de dolor. Por ejemplo, el dolor de espalda depende de nuestra forma de vida: esfuerzos mal hechos, fondo físico, alimentación, posturas, etcétera.
Las medidas que se están tomando ahora desde la unidad del dolor y otros sitios de promover hábitos saludables todavía no han generado el efecto. Habrá que esperar.
"El mejor tratamiento contra el dolor es la prevención y concienciación"
No obstante, el mejor tratamiento es la prevención. Esto va desde las mochilas en los colegios, la manera en que la gente se sienta en los automóviles y en lugares de trabajo, la alimentación (una dieta demasiado rica en hidratos y calorías generan sobrepeso y deterioran las estructuras que sujetan el cuerpo), el uso de las nuevas tecnologías, el sedentarismo...
Luego, hay patologías donde la causa del dolor es otra, por ejemplo, la artrosis. En estos casos, si nos centramos solo en el diagnóstico y no en el tratamiento del dolor, corremos el riesgo de tener al paciente descuidado.
¿Qué tipo de profesionales componen una unidad del dolor?
Respecto al número puede variar de unas a otras. No obstante, en casi todas son de un profesional o quizá de dos, ya que forman parte de servicios como el de Anestesia en un entorno pequeño. De hecho, con uno solo profesional pueden hacerse muchas cosas. Además, debe trabajarse de una forma coordinada con otros profesionales que también tienen referencia con el dolor: neurólogos, neurocirujanos, rehabilitadores, traumatólogos, psicólogos, fisioterapeutas...
Debemos encontrar el equilibrio razonable entre el ejercicio físico, la dieta y el descanso.
Y en un día como el de hoy, ¿qué retos quedan pendientes en el abordaje del dolor?
En primer lugar hay que destacar que el dolor es necesario e imprescindible, pero una vez que sabemos por qué y cómo debemos tenerlo controlado y gobernado.
Después, uno de los retos importantes es la concienciación. Tener conciencia de que el dolor es un problema que necesita atención y que esta depende, a su vez, de la sociedad civil y, en particular, del paciente y de los profesionales.
Otro reto es la prevención. Para ello es fundamental evitar esfuerzos y circunstancias innecesarias. Debemos encontrar el equilibrio razonable entre el ejercicio físico, la dieta y el descanso.
Otro objetivo más específico es prestar atención suficiente para que haya unidades al alcance de todo el mundo. En este sentido, hay un reto: que el dolor, que es tan prevalente, reciba una atención semejante a la hipertensión arterial o la diabetes. Son enfermedades que afectan a mucha gente y han logrado una gran importancia, pero parece que son más importantes o más prevalentes que el dolor, y no es cierto.