El juego patológico en línea, un problema de salud pública

Este miércoles el Colegio de Médicos de Barcelona ha dado a conocer un informe sobre el alto riesgo para la salud del aumento de juegos online, especialmente en jóvenes y adolescentes.

El presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, Jaume Padrós.
El presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, Jaume Padrós.
CS
30 enero 2019 | 14:10 h

Desde un punto de vista epidemiológico, el juego de apuesta presenta un incremento muy significativo en Europa y es una de las actividades con más expansión en estos momentos. Así, España es uno de los países en los que más ha aumentado el juego de apuesta. Los datos muestran que un 0,9% de la población general tiene un problema de adicción al juego a lo largo de su vida y, hasta un 4,4% muestra conductas de riesgo. Sin embargo, entre adolescentes, la cifra en la UE oscila entre el 0,2-5,6%, y en España es una de las más elevadas, concretamente del 4,6%. Este es uno de los datos del informe presentado por el Colegio de Médicos de Barcelona (COMB), en el que participa un amplio número de profesionales e instituciones

Estudios coinciden en que el perfil de riesgo en adolescentes y jóvenes se asocia a ser hombre, minorías étnicas, con ambientes familiares de juego, adolescentes de más edad, juego en línea, utilización del juego como forma de escapar de los problemas y de estados emocionales negativos y asociado al consumo de tabaco y de alcohol. La media de edad de inicio en la conducta de juego en España de los jugadores patológicos es de 19 años, y la de los jugadores sociales es de 23.

Uno de los juegos problemáticos que más ha aumentado entre los pacientes atendidos en los dispositivos asistenciales y en las asociaciones de jugadores en rehabilitación son las apuestas deportivas (en línea y presenciales).

Consideran importante que se impulse una regulación urgente de la publicidad y del marketing del juego, “que podría ser similar a la que se sigue en el caso del alcohol y del tabaco, y más ahora que el juego está ya considerado en los manuales diagnósticos como una adicción sin sustancia o comportamental”

Según el informe, trabajos recientes muestran que los chicos jóvenes que hacen apuestas deportivas son especialmente vulnerables a desarrollar problemas de juego (especialmente si tienen actitudes positivas hacia las estrategias publicitarias). También lo son las personas que ya tienen una conducta problemática o patológica. La publicidad induce a los impulsos de jugar (especialmente la que aparece durante los eventos deportivos), dificulta la capacidad para mantener el esfuerzo de limitar el juego (por lo tanto, disminuye el autocontrol) y facilita las recaídas (en personas que ya presentan una conducta de juego excesiva o problemática).

Por este motivo, estos profesionales consideran importante que se impulse una regulación urgente de la publicidad y del marketing del juego, “que podría ser similar a la que se sigue en el caso del alcohol y del tabaco, y más ahora que el juego está ya considerado en los manuales diagnósticos como una adicción sin sustancia o comportamental”.

La profesión médica debe conocer el alcance de este problema de salud pública y debe estar especialmente alerta ante la práctica del juego de apuesta y de sus consecuencias, especialmente, por la importancia de la detección precoz y la edad de inicio de la conducta

También “es importante limitar y restringir la publicidad que contenga mensajes relacionados con el juego como una actividad social y una forma de cohesión, también durante los eventos deportivos televisados, así como todos los mensajes publicitarios de juego atractivos para niños y adolescentes, con figuras del deporte o del espectáculo”. Además, “son necesarias campañas de educación sobre el riesgo del juego y sobre los contenidos de los mensajes publicitarios y de marketing, utilizados por la industria del juego, dirigidas a niños y adolescentes, pero también a padres y educadores”.

¿Y cuál es el papel de los médicos en su abordaje?

En este sentido, la profesión médica debe conocer el alcance de este problema de salud pública y debe estar especialmente alerta ante la práctica del juego de apuesta y de sus consecuencias, especialmente, por la importancia de la detección precoz y la edad de inicio de la conducta. 

En esta línea, además de explorar indicadores de la conducta de juego, como frecuencia, cantidades apostadas, tipo de juego, mentiras para ocultar la conducta o sus consecuencias económicas, necesidad de apostar cantidades de dinero crecientes o jugar para recuperar, también sería necesario que se tuvieran en cuenta otras comorbilidades asociadas que pueden incrementar el riesgo de desarrollar una conducta de juego problemática, como son los trastornos de tipo ansioso-depresivo, el uso de alcohol y sustancias y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, entre otros. Cualquier conducta de juego de apuesta que haya dejado de ser un entretenimiento y que provoque una repercusión funcional en la persona (de más o menos intensidad) es motivo de derivación a una unidad especializada, para valoración y diagnóstico, así como para potencial tratamiento

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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