Embarazada y con cáncer: "La complicación más frecuente es la prematuridad del feto"

En los últimos años se ha experimentado un cierto aumento de mujeres que padecen cáncer durante el embarazo debido al incremento de esta enfermedad enfermedad en la población general y al retraso de la maternidad hasta la tercera o cuarta década de vida

Mujer embarazada (Foto: Freepik)
Mujer embarazada (Foto: Freepik)

Los tumores durante el embarazo son raros, pero suceden. Se estima que el cáncer afecta a una de cada 1.000-1.500 mujeres embarazadas. En los últimos años, se ha experimentado un cierto aumento ya que durante los años 60 la incidencia era de 1 por cada 2.000 embarazos. Esto se debe, fundamentalmente, al aumento del cáncer en la población general y al retraso de la maternidad hasta la tercera o cuarta década de vida, entre otros factores.

Aunque no todos los tumores son cáncer, los tumores malignos son los que más preocupan a los pacientes. Pese a esto, aunque el riesgo de sufrir complicaciones e incluso la tasa de mortalidad durante el embarazo es mayor que en la población normal, "ésta sigue siendo baja, siendo la complicación más frecuente la prematuridad del feto”, explica la Dra. Mónica Granja, secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y oncóloga médico del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid.

En este aspecto, la fisiopatología del cáncer durante el embarazo no ha podido ser totalmente definida. El retraso en la edad de la maternidad, los cambios hormonales, la supresión inmunológica, el aumento de la permeabilidad y la vascularización están implicados en su etiopatogenia. Según detalla la Dra. Granja, los tumores más frecuentes diagnosticados son el cáncer de mama; el cáncer de cuello uterino; neoplasias hematológicas, como determinadas leucemias o linfomas; el cáncer de ovario; melanoma y cáncer de tiroides.

"En el caso del cáncer de mama, el embarazo tardío puede actuar como un inductor de la proliferación de células que han podido ser dañadas"

“En el caso del cáncer de mama, el embarazo tardío puede actuar como un inductor de la proliferación de células que han podido ser dañadas. Además, las pacientes con tumores de mama gestacional se caracterizan por tener una edad superior a 30 años. En mujeres embarazadas es habitual que este diagnóstico se haga de forma más tardía y por tanto, en estadios más avanzados”. Asimismo, también detalla que, los cánceres hormonales, “no expresan receptores estrogénicos y el porcentaje de sobreexpresión de HER2 es algo superior a la población no gestantes. Es posible que el peor pronóstico que se ha atribuido a este tipo de tumores se deba a que se diagnostican en etapas más avanzadas y a las características anatomopatológicas de la enfermedad”.

En cuanto al riesgo de mortalidad, de forma global, el peligro durante el embarazo es superior para la madre pero aún así, se sigue considerando bajo. El riesgo de aborto, muerte fetal o el desarrollo de malformaciones con el tratamiento quimioterápico es sobre todo elevado durante el primer trimestre, disminuyendo este conforme avanza la gestación. "Las complicaciones más frecuentes para el bebé son el bajo peso al nacer y una mielosupresión transitoria que puede provocar anemia o una disminución de las defensas o las plaquetas. Esto aumenta por tanto, el riesgo de infecciones y hemorragia”, explica. 

Es más, diagnosticar un tumor durante el embarazo no implica necesariamente la interrupción de este para tratar a la madre ya que en muchos casos es posible hacerlo con seguridad a partir del segundo trimestre. "Esto va a depender de la edad gestacional, el tipo de tumor diagnosticado y el tratamiento a seguir. Como hemos visto antes, el riesgo de complicaciones es mínimo a partir del segundo trimestre siempre y cuando se sigan las pautas terapéuticas adecuadas”, sigue contando la oncóloga.

EL TRATAMIENTO, ¿UN PELIGRO?

Tanto los oncólogos como las mujeres embarazadas con un tumor maligno quieren crear planes de tratamiento que sean óptimos para curar el cáncer pero que también protejan la vida de la madre y el feto. Sin embargo, el tratamiento a seguir es muy variable dependiendo del estadio del tumor y lo avanzada que esté la gestación. “Volviendo al ejemplo del cáncer de mama, la cirugía suele ser el primer tratamiento en etapas precoces siendo en muchas ocasiones la mastectomía radical modificada la técnica de elección al evitar los riesgos de cirugías incompletas o reintervenciones. La cirugía de reconstrucción suele realizarse una vez finalizado el embarazo y la radioterapia está contraindicada”.

Por otro lado, la quimioterapia, se considera segura a partir del segundo y tercer trimestre con los posibles riesgos ya comentados. “En cuanto al uso de otros fármacos, se aconseja posponer su uso hasta una vez finalizado el embarazo pero en el caso en que se considere imprescindible, debe realizarse una monitorización estricta del volumen del líquido amniótico ya que puede provocar una disminución de este”, termina contando la Dra. Granja.

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