La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en nuestro país pese a que la mayor parte de los factores de riesgo son conocidos y modificables. Las más prevalentes incluyen la cardiopatía isquémica (angina de pecho o infarto de miocardio), enfermedades cerebrovasculares (como el ictus o un accidente isquémico) y enfermedades arteriales periféricas. Es importante señalar que, estas patologías, al igual que en España, continúan siendo la principal causa de mortalidad en todo el mundo.
Hay una serie de factores que pueden influir en la prevalencia de estas enfermedades, como el envejecimiento de la población y el aumento de sobrepeso y obesidad, derivados de un estilo de vida sedentario y una dieta poco saludable. Es más, un estudio publicado en 2008 en la Revista Española del Corazón, a preveía esta situación. "El aumento de estos factores en las últimas décadas, ya ha puesto en marcha los mecanismos patogénicos precisos que en unos años darán lugar a la aparición de eventos cardiovascular en un porcentaje elevado de la población española”, resaltaba el autor.
En palabras del Dr. Diego Segura, miembro de la Asociación de Riesgo Cardiovascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), “no todas las enfermedades cardíacas son 100% prevenibles, pero muchas de ellas pueden retrasarse gracias a la adopción de hábitos de vida saludables y eliminación de los factores de riesgo cardiovascular. Algunos de estos factores de riesgo incluyen la hipertensión arterial, el colesterol alto, la diabetes, el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo y el estrés”.
"Es de vital importancia adoptar hábitos de vida cardiosaludables para reducir el riesgo de nuevos eventos y complicaciones"
Lo ideal para prevenirlas es “adoptar una dieta equilibrada y baja en grasas saturadas y azúcares añadidos, hacer ejercicio físico regularmente, no fumar y limitar el consumo de alcohol son medidas preventivas que pueden reducir drásticamente el riesgo de enfermedades cardíacas”. Asimismo, algunas de estas patologías son hereditarias, por lo que en presencia de antecedentes familiares de cardiopatía es importante consultar con su médico para evaluar el riesgo de haberla heredado.
A su vez, el experto quiere destacar la importancia de la calidad del sueño. Ya se sabe que, dormir mal puede dar lugar a enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, depresión y obesidad, así como cáncer, a mayor mortalidad y menor calidad de vida y productividad. En el casto de la salud cardiovascular, “durante el sueño, el cuerpo lleva a cabo una serie de procesos reparadores y restauradores que son esenciales para la salud general del cuerpo, incluyendo la salud cardiovascular”, detalla el experto.
“Una mala calidad del sueño se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la enfermedad coronaria y enfermedad cerebrovascular. Además, existen patologías como el síndrome de apnea del sueño en la que la obesidad es un predisponente importante que se relaciona con mayor riesgo cardiovascular. Por lo tanto, es importante asegurarse de mantener una buena calidad y adecuada cantidad de sueño, entre 7 y 9 horas, así como evitar factores como el alcohol o abuso de pantallas electrónicas antes de dormir”, sigue contando.
TRATAMIENTOS INNOVADORES
En la actualidad, las asociaciones científicas y las organizaciones gubernamentales trabajan para evitar enfermedades de este calibre que causa la muerte de millones de personas en todo el mundo. Es por eso que, la tecnología va cogida de la mano para innovar en tratamientos de prevención y diagnóstico temprano.
Según el cardiólogo de la SEC, “existe un gran campo de innovación en la medicina personalizada, donde juega un papel fundamental la terapia génica, actuando a nivel de la síntesis de proteínas defectuosas antes de que se fabriquen, o bien bloqueando su mecanismo de acción. También hay líneas de investigación en la reparación del tejido cardiaco tras sufrir un infarto".
"Existe un gran campo de innovación en la medicina personalizada, donde juega un papel fundamental la terapia génica, actuando a nivel de la síntesis de proteínas defectuosas antes de que se fabriquen"
Asimismo, “un campo de investigación creciente es el de las terapias dirigidas a reducir la inflamación, siendo un factor que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular, diabetes o enfermedades autoinmunes que están interrelacionadas entre sí”.
Respecto al diagnóstico, existe un gran desarrollo de técnicas de imagen, siendo un “elemento fundamental” en la detección temprana de patologías cardiovasculares, así como de la incorporación de las técnicas de inteligencia artificial como ayuda diagnóstica gracias a su capacidad de analizar grandes bases de datos”.
¿ES DEMASIADO TARDE PARA COMENZAR A CUIDARNOS?
No existe el término "demasiado tarde" para comenzar a prevenir las enfermedades cardiovasculares. Tal y como cuenta el Dr. Segura, “si bien es cierto que la prevención temprana y la adopción de hábitos saludables desde una edad temprana, especialmente interiorizados desde la infancia, pueden ser más efectivos para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, nunca es demasiado tarde para empezar a tomar medidas para prevenir o controlar estas enfermedades”. De hecho, tras haber sufrido un evento cardiovascular, “es de vital importancia adoptar hábitos de vida cardiosaludables para reducir el riesgo de nuevos eventos y complicaciones”.