La enfermería especializada, clave en la mejora de calidad de vida de los pacientes con párkinson

La enfermería especializada juega un papel muy importante en la formación de un buen equipo interdisciplinar, con el fin de mejorar la calidad de vida tanto de los pacientes, como de sus cuidadores.

Paciente con la enfermedad de Parkinson (Foto. Freepik)
Paciente con la enfermedad de Parkinson (Foto. Freepik)
CS
6 octubre 2020 | 17:00 h
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La V Edición del Desafío de Enfermería en Enfermedad de Parkinson, organizada por la compañía biofarmacéutica AbbVie y coordinada por Antonia Campolongo, enfermera y coordinadora de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona) y profesora de la Universitat Oberta de Catalunya coordinando los cursos para Enfermería; y Beatriz González, enfermera y coordinadora de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Hospital Universitario de la Princesa de Madrid y vocal del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la SEDENE, tuvo lugar en formato virtual.

Durante la sesión formativa, se compartieron aprendizajes respecto al seguimiento del paciente con enfermedad de Parkinson fluctuante en tiempos de COVID-19, herramientas y recursos adaptados a las actuales circunstancias sociosanitarias y se abordaron protocolos de actuación y el uso de las nuevas tecnologías para una atención asistencial de calidad, garantizando la seguridad del paciente.

“Los pacientes son fuente de conocimiento y proporcionan aspectos únicos que pueden ayudarnos a mejorar nuestra calidad asistencial”

Asimismo, se resaltó el importante papel de este personal como parte del equipo interdisciplinar implicado en el manejo de la enfermedad de Parkinson, principalmente en momentos importantes como es la fase avanzada de la enfermedad. “Desde los estadios iniciales hasta los más avanzados en la enfermedad de Parkinson, la enfermería especializada, juega un papel muy importante en la formación de un buen equipo interdisciplinar, con el fin de mejorar la calidad de vida tanto de los pacientes, como de sus cuidadores. La educación y formación para la salud (funciones de enfermería) enfocada tanto a pacientes como a cuidadores, tienen una especial importancia desde las etapas tempranas de la enfermedad. De esta manera llegarán a etapas más avanzadas mejor preparados, para gestionar los cambios que se vayan produciendo”, explica Antonia Campolongo.

A este respecto, Beatriz González comenta que es necesario intentar reforzar el aprendizaje de enfermería con sus pacientes, “para que se pueda hacer un seguimiento y cuidado integral, aunque sea de manera telemática, tanto de los afectados por la enfermedad como de sus personas cuidadoras, que también se ven directamente afectados por esta nueva realidad”.

“Los pacientes son una fuente muy importante de conocimiento y proporcionan aspectos únicos que pueden ayudarnos mucho a mejorar nuestra calidad asistencial. Debemos saber escuchar, ya que la experiencia personal de algunos pacientes puede ayudarnos a modificar algunos cuidados que creíamos que eran lo más idóneos y que ahora puede que hayan quedado obsoletos”, añade Antonia Campolongo.

La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo, crónico e invalidante que, se estima, afecta a unos 300 casos por 100.000 habitantes

La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo, crónico e invalidante que, se estima, afecta a unos 300 casos por 100.000 habitantes, de los cuales un 38%, presenta la enfermedad en estadios avanzados, y, de estos, un 15% está en tratamiento con una terapia de segunda línea. Se trata de una patología compleja que cursa con una serie de síntomas, motores y no motores, que suelen aumentar en número y gravedad con la progresión de la enfermedad, con lo que requiere un abordaje multidisciplinar en el que la enfermería ocupa un lugar muy importante.

Actualmente, la pandemia de COVID-19 ha tenido consecuencias en mayor o menor grado en las personas que viven con la enfermedad de Parkinson y a sus cuidadores. “En nuestro caso la telemedicina nos ha permitido dialogar cara a cara con los pacientes e incluso visualizar parte del examen físico. Ha sido en este confinamiento que hemos podido evaluar a nuestros pacientes en su lugar de vida habitual, junto a su familia, algo que no se pueda hacer en una consulta de enfermería”, ha concluido Antonia Campolongo.

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