Análisis de aguas residuales: las múltiples formas de controlar y predecir el avance de la pandemia

La información recopilada mediante estos análisis permite a los científicos rastrear no solo los casos sino predecir posibles incrementos repentinos de la incidencia en determinadas zonas.

Estudio de aguas residuales (Foto. D.Sinova Comunidad de Madrid)
Estudio de aguas residuales (Foto. D.Sinova Comunidad de Madrid)
CS
13 mayo 2021 | 13:00 h
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El control de los casos positivos de Covid-19 así como la rápida y certera identificación de sus contactos se erige desde hace meses como una de las estrategias más eficaces a la hora de evitar la propagación del SARS-CoV-2. Si algo nos ha enseñado el nuevo coronavirus es que la prevención y la anticipación son claves a la hora de evitar el descontrol de la transmisión comunitaria. En este sentido cobra cada vez más fuerza la apuesta por la vigilancia de las aguas residuales.

Actualmente científicos de más de 50 países monitorizan las aguas residuales a través de múltiples programas de vigilancia cuyo principal objetivo es rastrear la Covid-19. Tal es su importancia que en el último año se ha pasado de una docena de proyectos a más de 200 tras descubrirse que partículas e incluso fragmentos virales completos se eliminan del organismo a través de las heces.

La información recopilada mediante estos análisis permite a los científicos rastrear no solo los casos sino predecir posibles incrementos repentinos de la incidencia en determinadas zonas. Unos datos muy valiosos puesto que permiten orientar las estrategias de pruebas y estimar el número total de personas infectadas en ciudades e incluso regiones. Tal y como recuerdan en Nature, los sistemas y programas de vigilancia de aguas residuales se emplean desde hace décadas para la identificación de brotes de poliomielitis y focalizar así los programas de inmunización. Incluso estos sistemas han comenzado a utilizarse para la detección de drogas en zonas concretas. Ahora la pandemia les ha dado un nuevo impulso con un claro enfoque que los sitúa como cruciales aliados de la salud pública.

Desde principios de 2020 los proyectos de análisis de aguas residuales centrados en el SARS-CoV-2 se han expandido en todo el mundo a medida que los expertos demostraban su eficacia en el control de la pandemia. Pero cabe destacar que la escala y enfoque de estos programas de vigilancia presentan importantes variaciones en función de los países e incluso, en los que se aplican de forma bastante extendida, existen disparidades.

Las personas infectadas por el virus expulsan fragmentos y partículas del virus días antes de comenzar a presentar síntomas (en caso de que estos lleguen a desarrollarse), por lo que el análisis de las aguas residuales puede ayudar a predecir a corto plazo el crecimiento de las infecciones 

Los mecanismos para vigilar las aguas residuales son muy variados. Un caso muy llamativo lo encontramos por ejemplo en Emiratos Árabes donde se analizan las aguas residuales de los vuelos comerciales para conocer si los pasajeros que transportaban están infectados. En muchos países estos sistemas se han erigido como vitales a la hora de determinar la expansión de las distintas variantes del SARS-CoV-2.

EFICAZ SISTEMA DE ALERTA TEMPRANA

Sin lugar a dudas una característica extensible a todos estos programas, proyectos y mecanismos es posicionarse como sistemas de alerta temprana. Las personas infectadas por el virus expulsan fragmentos y partículas del virus días antes de comenzar a presentar síntomas (en caso de que estos lleguen a desarrollarse), por lo que el análisis de las aguas residuales puede ayudar a predecir a corto plazo el crecimiento de las infecciones e incluso de las hospitalizaciones.

Una aplicación curiosa de estos sistemas la encontramos en la Universidad de San Diego en California. Tal y como explican en Nature los científicos analizan las aguas residuales de los 243 edificios que existen en el campus y los alrededores. Si se identifican signos de infección a través de una muestra positiva de aguas residuales la universidad envía un mensaje a los estudiantes alojados en los centros en los que se ha recogido dicha muestra para que se aíslen y se realicen la prueba diagnóstica pertinente.

Un sistema muy similar se emplea en Hong Kong, pero con los edificios de apartamentos. Si aparecen muestras positivas en las aguas residuales de un edificio las pruebas diagnósticas son obligatorias para todos los inquilinos. El pasado mes de enero este sistema ayudó a los funcionarios de salud a localizar brotes con nueve casos completamente asintomáticos. Las autoridades sanitarias de Australia, país que ha conseguido mantener de forma relativamente estable los casos de Covid-19, emplean el análisis de aguas residuales como sistema de alerta temprana.

Los científicos australianos consideran que este sistema, aunque efectivo, puede pasar por alto una cifra relativamente baja de casos positivos en poblaciones muy numerosas. Motivo por el que han ideado además una especie de gasas de material absorbente que pueden permanecer en las aguas residuales durante cuatro días y aumentar así las posibilidades de recoger muestras del virus.

Más del 70% de estos mecanismos y proyectos se encuentran en países de ingresos altos

En otros lugares los gobiernos y las instituciones de salud pública han adaptado métodos preexistentes de monitorización de aguas residuales con Países Bajos a la cabeza. Las muestras de las plantas de tratamiento de aguas residuales permiten a los investigadores estimar la cantidad de personas de grandes poblaciones que están infectadas y tomar decisiones como los cierres perimetrales.

España no cuenta con una red al uso en este sentido, pero son muchos los profesionales y proyectos que se están desarrollando con el objetivo de establecer un sistema sólido que permita su desarrollo a nivel nacional. Margarita Poza, microbióloga del Instituto de Investigación Biomédica (INIBIC) y Profesora Asociada de la Universidad de A Coruña, es na de las responsables del proyecto COVIDBENS, modelo estadístico capaz de estimar el número de personas infectadas, es pionero en el mundo.

“Nosotros estamos detectando a la práctica totalidad de los portadores asintomáticos y por eso nos llega antes el dato. Antes que el sistema sanitario ya sabemos que se está elevando la carga del virus. Esto se está haciendo en todo el mundo y, de hecho, expuse este proyecto en la Comisión Europea. En la mayoría de los países de Europa este sistema de análisis de aguas residuales es rutinario y se establecen mapas de colores para identificar la carga viral en las distintas zonas. Hay sistemas de rastreo de aguas residuales subvencionados por los gobiernos en muchos países de la Unión Europea”, explica Poza en la entrevista concedida a ConSalud.es.

Sin embargo, más del 70% de estos mecanismos y proyectos se encuentran en países de ingresos altos. La comunidad científica aboga por el desarrollo de estos sistemas en los países con menos recursos como medida de control no solo del SARS-CoV-2 sino de otras enfermedades. Consideran que, debido a los resultados positivos que se están logrando, todo apunta a que podría normalizarse el análisis de las aguas residuales como herramienta de salud pública y contribuir así a la prevención de futuras pandemias.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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