Apps y trazabilidad de contactos: Europa recurre a la “vacuna tecnológica” contra la Covid-19

Numerosos países han puesto en marcha distintos proyectos tecnológicos basados en apps a través de los que poder controlar los posibles brotes y evitar que se genere transmisión comunitaria.

Estas aplicaciones deben complementarse con una férrea concienciación de todos los ciudadanos en su uso (Foto. Freepik)

A partir del próximo 21 de junio España abrirá sus fronteras exteriores a los países del espacio Schengen (salvo Portugal) y, desde el 1 de julio, se permitirá la entrada de viajeros procedentes de terceros países siempre que cumplan con una serie de características. Ante la falta de una vacuna contra la Covid-19 y de tratamientos eficaces, la tecnología se erige como uno de los grandes aliados a la hora de poder identificar de forma rápida y eficaz los nuevos contagios, así como sus contactos.

En las últimas semanas hemos sido testigos de cómo los distintos países europeos han presentado diversas propuestas en materia de aplicaciones de rastreo. Pero estamos ante un escenario en el que los países asiáticos nos llevan ventaja. Singapur o Corea del Sur fueron pioneros en la puesta en marcha de este tipo de aplicaciones.

En este marco la Unión Europea, con la colaboración de la Comisión Europea, alcanzaba el pasado martes 16 de junio un acuerdo para el establecimiento de la interoperatividad de las aplicaciones puestas en marcha en el viejo continente destinadas al rastreo de la Covid-19. A modo resumen, lo rubricado se traduce en la posibilidad de que todas estas aplicaciones cuenten con una base tecnológica que posibilite localizar a los posibles infectados tanto en su país de origen como en el de destino.

Unos sistemas que deben complementarse con una férrea concienciación de todos los ciudadanos en su uso ya que, la posibilidad de trazar los casos y contactos de forma limitada no tiene efectos notables en su objetivo final: evitar que posibles casos y brotes controlados deriven en transmisión comunitaria.

LAS APLICACIONES EUROPEAS

En el caso del viejo continente encontramos distintos proyectos que han comenzado a ser implementados con mayor o menor acierto. Alemania ha presentado una aplicación móvil que permite a sus usuarios rastrear los contactos con casos confirmados de coronavirus, además de ofrecer información sobre cómo actuar en relación al riesgo. Las autoridades alemanas han recalcado que es completamente anónima y de utilización voluntaria.

La app notifica a los usuarios si en un periodo de 15 minutos o superior se han encontrado a menos de tres metros de alguna persona que haya tenido contacto con un positivo confirmado en los 14 días anteriores

Bajo el nombre de “Corona-Warn”, la app notifica a los usuarios si en un periodo de 15 minutos o superior se han encontrado a menos de tres metros de alguna persona que haya tenido contacto con un positivo confirmado en los 14 días anteriores. La tecnología sobre la que se basa es la geolocalización y el Bluetooth. Ha superado los 6,6 millones de descargas.

“Inmuni” es el nombre con el que la app ha sido bautizada en Italia. En las primeras horas de su funcionamiento superó el millón de personas. El uso de la aplicación es libre y voluntario y funciona mediante tecnología Bluetooth, permitiendo que los usuarios sepan si han estado a menos de dos metros con casos confirmados durante un periodo igual o superior a los 15 minutos.

Los italianos que reciban la notificación a través de la app de un contacto cercano con un positivo podrán pedir ayuda médica y solicitar la realización de una prueba.

La aplicación para efectuar la trazabilidad de los casos de Covid-19 en Reino Unido se ha decantado por el modelo Google y Apple que garantiza una mayor privacidad para los usuarios. El objetivo de esta app es que, cuando una persona comience a desarrollar síntomas compatibles con la enfermedad, pueda informar al sistema público de salud. Mediante el uso de un protocolo basado en tecnología Bluetooth es capaz de notificar al resto si se ha estado o no en contacto con alguien infectado.

El objetivo de esta app es que, cuando una persona comience a desarrollar síntomas compatibles con la enfermedad, pueda informar al sistema público de salud

La aplicación desarrollada en Francia funciona bajo premisas similares a las anteriores. Mediante el uso de tecnología Bluetooth, los teléfonos móviles registran las referencias de las personas cuando se encuentran durante un tiempo determinado. En caso de que uno sea positivo, la app avisa automáticamente a todos los registros que haya generado a través de la aplicación. Ya ha superado las 700.000 descargas.

Noruega ha sido uno de los países en los que una aplicación de estas características. El Instituto Noruego de Salud Pública anunciaba recientemente el abandono de este proyecto que había sido bautizado como “Smittestopp”. A pesar de que había superado el millón y medio de descargas, una de sus particularidades tecnológicas relacionada con la monitorización en tiempo real del movimiento de los ciudadanos ha supuesto un auténtico varapalo.

Y es que la privacidad de los usuarios es uno de los asuntos más espinosos en estos desarrollos. Amnistía Internacional ha denunciado los casos de las aplicaciones de Kuwait y Bahréin que permitían un seguimiento en tiempo real de la movilidad de sus usuarios a través del GPS desde un servidor central.

EL CASO DE ESPAÑA

La isla canaria de La Gomera ha sido el territorio escogido para el estreno a finales del mes de junio de la aplicación de rastreo de los posibles contagios por coronavirus. Se trata de un proyecto que parte del Ministerio de Sanidad y de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial con la colaboración del Gobierno de Canarias, a través del Servicio Canario de Salud y las direcciones generales de Modernización y Nuevas Tecnologías.

Tal y como ha informado la Consejería de Sanidad de Canarias a través de un comunicado la elección de La Gomera responde a la confluencia de población local con turistas y a la colaboración que sus habitantes han mostrado durante toda la pandemia. Hecho al que se suma el compromiso de las autoridades locales para fomentar la participación de la ciudadanía en este proyecto piloto.

Se centra en la utilización de un modelo descentralizado basado en el protocolo Decentralized Privacy-Preserving Proximity Tracing (DP-3T), que se erige actualmente como el más respetuoso con los usuarios en términos de privacidad

Este se centra en la utilización de un modelo descentralizado basado en el protocolo Decentralized Privacy-Preserving Proximity Tracing (DP-3T), que se erige actualmente como el más respetuoso con los usuarios en términos de privacidad.

Su funcionalidad es simple. En el momento en el que una persona sea positivo tras la realización de la correspondiente prueba, la información se envía al servidor que a su vez la comparte solo con los identificadores escogidos con el sujeto en cuestión y no con todos los teléfonos móviles cercanos. Esto se traduce en que el cotejo de los datos con el análisis de riesgo se desarrolla en el propio teléfono móvil del usuario y no en el servidor.

Las autoridades sanitarias únicamente tendrán acceso a los identificadores que hayan sido generados por el móvil del infectado, pero no podrá acceder a la información de sus contactos. Estos contactos recibirán una alerta en su móvil a través de la aplicación, proporcionándoles información sobre cómo deben proceder.

Los resultados de este proyecto piloto son de vital importancia ya que de ellos dependerá la decisión de Sanidad de extender el uso de la aplicación a todo el territorio nacional.

 

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