La Covid-19 abre la puerta a la posibilidades que brinda la digitalización en el sector de la salud

El Grupo Mediforum ha celebrado este martes el segundo taller de su ciclo interactivo para analizar las consecuencias de la pandemia de la COVID-19 y dar respuesta a las cuestiones que se plantean.

Un instante del coloquio (Foto. ConSalud.es)

El Grupo Mediforum ha celebrado este martes el segundo taller de su ciclo interactivo para analizar las consecuencias de la pandemia de la COVID-19 y dar respuesta a las cuestiones que se plantean.

La segunda cita, que ha contado con el apoyo de GSK, ha recibido el nombre de '¿Qué hemos aprendido de la pandemia de la Covid-19 en el desarrollo de nuevos fármacos?'El acto ha sido moderado por Juan Blanco, CEO de la empresa editora, y ha contado con la participación de Amelia Martín Uranga, responsable de la Plataforma de Medicamentos Innovadores de Farmaindustria, y Arturo López. VP Iberia & Israel Country Medical Director de GSKAntonio López Farré, catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), y Pedro Landete, coordinador de la UCRI del Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal, han participado en calidad de invitados.

En el tiempo del coloquio, Blanco ha puesto sobre la mesa los tres puntos más destacados ligados al desarrollo de nuevos fármacos: la colaboración público-privada, la financiación y la tecnología, un elemento que, sin él, "hubiese sido imposible alcanzar el grado de excelencia que tiene la Medicina y la I-D" y es el pilar para que "se acorten los tiempos en la investigación".

"Se han implantado los modelos in silico, es decir, modelos predictivos que, generalmente, se hacen con algoritmos, y que se han utilizado para identificar aquellas dianas que pueden ser terapéuticas en la enfermedad: saber dónde habría que actuar"

En este sentido, López Farré ha expresado que en la pandemia de la COVID-19 la tecnología, y más en concreto la digitalización, ha sido un elemento "fundamental". "Se han implantado los modelos in silico, es decir, modelos predictivos que, generalmente, se hacen con algoritmos, y que se han utilizado para identificar aquellas dianas que pueden ser terapéuticas en la enfermedad: saber dónde habría que actuar", ha sostenido.

"Estos modelos", continúa el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, "hacen que la investigación vaya más rápido; si los tuviesemos que hacer en la vida real tardaríamos años y, de esta manera, el avance es enorme y muy rápido".

A juicio del doctor Pedro Landete, con la perspectiva hospitalaria, las nuevas tecnologías "han permitido agilizar mucho el trabajo y la integración entre el clínico y los monitores de los ensayos, llevando a cabo una monitorización prácticamente a tiempo real, una circunstancia que antes se dilataba mucho en el tiempo". Un ensayo clínico, recuerda el facultativo, "es una oportunidad para un paciente en una enfermedad donde, a día de hoy, no existe ningún tratamiento".

Tras animar a la población a formar parte de los mismos, el doctor Pedro Landete ha subrayado que "la digitalización nos ha permitido un avance sustancial en cuanto a la calidad, la rapidez y la integración de todos los datos de los pacientes".

Arturo López, por su parte, ha indicado que nuestro continente tiene un amplio margen de mejora en este campo. Para ello, pone sobre la mesa el caso de Israel. "Este país tiene bases de datos que cubren a la mayoría de la población, y han podido hacer un ensayo clínico, que en realidad es un estudio observacional, prospectivo, a medida que iban vacunando a la población", ha dicho.

En este contexto, "Israel ha sabido antes que ningún otro país, cuando ni siquiera tenían un 40% de la población vacunada, ya sabían la capacidad que estaba demostrando la inoculación en tiempo real y su impacto a la hora de tratar a los pacientes en centros sanitarios". "Europa está un poco por detrás en el uso de datos", ha lamentado.

Amelia Martín Uranga ha manifestado que habrá una vía a seguir para el buen uso de la información: las bases de datos federadas, es decir, "que los datos no salgan de entornos seguros como los hospitales, impidiendo que se produzca una cesión de los mismos". "De este modo se pueden evitar algunos de los problemas ligados a la protección de datos", ha añadido.

Las cuestiones éticas y legales son "muy delicadas", ha continuado, pero "desde Farmaindustria estamos trabajando mirando a ese futuro, con garantías para los pacientes y dando soluciones a los usos primarios y secundarios de los datos". "La COVID-19 nos ha mostrado la punta del iceberg de lo que va a ser la digitalización", ha sentenciado.

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