La dependencia del plasma estadounidense lastra a Europa en la creación de sus tratamientos

Los representantes de la Unión Europea (UE) están buscando la forma de reducir la dependencia del bloque del plasma estadounidense, un componente líquido de la sangre que se utiliza en una gran variedad de medicamentos.

Profesional sanitario aplicando el tratamiento con plasma hiperinmune (Foto. Junta de Andalucía)
Profesional sanitario aplicando el tratamiento con plasma hiperinmune (Foto. Junta de Andalucía)

Europa quiere dominar su propio rumbo en la producción de medicamentos esenciales y en la búsqueda de tratamientos para la COVID-19, pero tiene un problema. Necesita a Estados Unidos para obtener un producto indispensable: el plasma sanguíneo.

Según informa la agencia de noticias Reuters, los representantes de la Unión Europea (UE) están buscando la forma de reducir la dependencia del bloque del plasma estadounidense, un componente líquido de la sangre que se utiliza en una gran variedad de medicamentos y, en la actualidad, aplicado en terapias experimentales frente a la COVID-19.

La Unión Europea ha establecido una base de datos para compartir los resultados de las terapias aplicadas en los hospitales del continente

En una reunión organizada la semana pasada por la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, se discutió una estratega para "lograr la suficiencia" en plasma, donde fueron partícipes expertos en el análisis de la sangre de infectados por el virus SARS-CoV-2.

La Unión Europea está reservando un gran presupuesto para aumentar su independencia farmacéutica. En estos momentos se encuentra inmersa en la financiación de un proyecto para fabricar un medicamento derivado del plasma contra la COVID-19. Asimismo, ha establecido una base de datos para compartir los resultados de las terapias aplicadas en los hospitales europeos.

El mercado global de estos productos tiene un valor aproximado de 20.000 millones de dólares al año y los analistas estiman que crecerá

El plasma se ha utilizado durante mucho tiempo en la producción de medicamentos críticos, como inmunoglobulinas y fármacos que ayudan a controlar el sangrado. El mercado global de estos productos tiene un valor aproximado de 20.000 millones de dólares al año y los analistas estiman que crecerá.

Alrededor del 35% del plasma para medicamentos que necesitan unos 300.000 europeos con enfermedades crónicas proviene de los Estados Unidos, según la Asociación de Terapéutica de Proteínas de Plasma (PPTA, por sus sisglas en inglés Plasma Protein Therapeutics Association), un organismo comercial para los mayores fabricantes de terapias derivadas de plasma.

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