Los epidemiólogos piden más recursos para vigilancia y una nueva estructura de salud pública

La SEE advierte del agotamiento de los profesionales de la salud pública y de la escasez de recursos en las unidades de vigilancia en salud pública.

Test de Covid 19 sobre una mascarilla quirúrgica. (Foto. Freepik)
Test de Covid 19 sobre una mascarilla quirúrgica. (Foto. Freepik)
CS
9 marzo 2022 | 13:25 h

La declaración del estado de alarma el 14 de marzo de 2020 debido a la pandemia de la Covid-19 supuso un antes y un después para los ciudadanos y un duro golpe para el sistema sanitario y de la salud pública. Dos años después, laSociedad Española de Epidemiología (SEE) hace balance de la situación en la que se encuentran los profesionales de la salud pública y de las unidades de vigilancia.

La SEE advierte de que los recursos en las unidades de vigilancia en salud pública siguen siendo marginales y que los profesionales acusan un grave agotamiento físico y mental. Una situación que, además, afecta a la vigilancia de otras enfermedades y problemas de salud más allá de la Covid-19. "Si no conseguimos que el desarrollo y mantenimiento adecuado de los sistemas de salud pública se convierta en una prioridad para nuestros decisores, corremos el riesgo de que parezca que todo ha pasado y que no hace falta nada más", recuerda una vez más la Sociedad Española de Epidemiología. 

"Si no conseguimos que el desarrollo y mantenimiento adecuado de los sistemas de salud pública se convierta en una prioridad para nuestros decisores, corremos el riesgo de que parezca que todo ha pasado y que no hace falta nada más"

La pandemia, explica la SEE, no ha hecho más que poner de manifiesto la importancia del sector, pero también grandes carencias existentes, tanto en cuanto a déficit de equipos humanos como de infraestructuras. Además, lamenta que los sistemas de información con los que se cuentan sean mucho más obsoletos que los del ámbito asistencial, estén escasamente automatizados y sean poco interoperables entre las diferentes unidades del sistema.

Además, recuerdan que durante los dos años de pandemia han tenido que abandonar tareas imprescindibles en la vigilancia, prevención y control de otras enfermedades, infecciosas y crónicas, y problemas de salud para centrarse en la Covid-19, ya que el trabajo de vigilancia del SARS-CoV-2 recayó de lleno en el personal encargado de la vigilancia en salud pública que se ocupa, entre otras, de la vigilancia de las 61 Enfermedades de Declaración Obligatoria (EDOs).

Prueba del sobreesfuerzo al que se han visto sometidos los profesionales de la epidemiología es que el número de casos de Covid-19 (más de 10 millones de casos en dos años) es muy superior al número total anual de EDOs de declaración nominal (aproximadamente 150.000, además de unos 750.000 casos de gripe que se recogen de forma agregada, según los últimos datos disponibles de 2018). Así, otras enfermedades infecciosas, las enfermedades crónicas, los determinantes de salud y la epidemiología social han quedado relegados a un segundo plano o, simplemente, no han podido ser atendidos.

Apuestan por implantar sistemas de información automatizados e interoperables; y establecer canales de coordinación sólidos entre las diferentes administraciones implicadas, tanto de forma horizontal como vertical

Por este motivo, la Sociedad Española de Epidemiología insiste en la necesidad de desarrollar una nueva estructura de salud pública que permita dar un paso más allá de la vigilancia de enfermedades transmisibles, ampliando la vigilancia a las enfermedades crónicas, los riesgos ambientales o los determinantes de la salud y sus desigualdades, tal y como ha demandado la SEE en el proceso de consulta pública previo del Real Decreto de Vigilancia en Salud Pública recientemente abierto por el Ministerio de Sanidad.

Para ello es necesario las creación de estructuras fuertes, comenzando por la creación y desarrollo del Centro o Agencia Estatal de Salud Pública, que integren todas las actividades relacionadas con la salud pública y en la que incluya el redimensionamiento de las plantillas de profesionales, tanto a nivel autonómico como estatal, lo que implica aumentar la dotación de personal que, además, esté adecuadamente formado. Además, apuestan por implantar sistemas de información automatizados e interoperables; y establecer canales de coordinación sólidos entre las diferentes administraciones implicadas, tanto de forma horizontal como vertical.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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