Épsilon y Lambda: ¿deberían preocuparnos estas “variantes de interés” del SARS-CoV-2?

Actualmente la OMS vigila estrechamente ocho variantes del coronavirus consideradas de interés entre las que Épsilon y Lambda son las que mayor peligro pueden llegar a representar.

Científico analizando muestras de sangre en un microscopio (Foto. Freepik)
Científico analizando muestras de sangre en un microscopio (Foto. Freepik)
CS
7 julio 2021 | 13:00 h
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Las variantes del SARS-CoV-2 se erigen en la actualidad como uno de los mayores desafíos en la lucha contra la pandemia. Todos los virus cambian con el paso del tiempo y, la mayoría de estos cambios tienen escaso o nulo efecto sobre las propiedades del virus. Pero algunos pueden influir en algunas de ellas y aumentar su capacidad propagación, la gravedad de la enfermedad asociada o su capacidad para evadir la respuesta inmunitaria mediada a través de las vacunas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido un sistema de clasificación de las variantes que se han ido identificando del SARS-CoV-2 desde la detección de la cepa original. Este se divide en dos categorías: variantes de interés (VOI, por sus siglas en inglés) y variantes preocupantes (VOC, por sus siglas en inglés). Cada vez que se identifica una nueva variante esta es estudiada para evaluar el riesgo que puede llegar a suponer para la salud pública mundial. Motivo por el que los trabajos de secuenciación del virus son de vital importancia para conocer cómo evoluciona la pandemia en todo el mundo y poder adaptar las respuestas en el menor tiempo posible.

Las variantes preocupantes son aquellas que cumplen con los requisitos expuestos al inicio de estas líneas y son conocidas por todos dado el impacto que tienen en el control de la pandemia. Se trata de la variante Alfa (B.1.1.7, detectada originalmente en Reino Unido), variante Beta (B.1.351, detectada originalmente en Sudáfrica), variante Gamma (P.1, detectada originalmente en Brasil) y variante Delta (B.1.617.2, detectada originalmente en India).

La variante Épsilon cuenta con tres mutaciones en la proteína de pico que disminuyen la potencia neutralizadora de los anticuerpos generados a través de las vacunas y de las infecciones naturales

A pesar de que hasta el momento estas cuatro VOC son las que mayor preocupación generan a nivel global, existen otras muchas variantes del SARS-CoV-2 que han sido clasificadas como VOI y sobre las que se efectúa un riguroso control con el objetivo de poder controlar su evolución. Estas han sido identificadas como causa de transmisión comunitaria o de múltiples casos y/o grupos de Covid-19, o se han detectado casos provocados por estas variantes.

Hasta la fecha la OMS vigila las siguientes VOI:

  • Variante B.1.427 / B.1.429 (detectada originalmente en Estados Unidos en marzo de 2020): Épsilon.
  • Variante P.2 (detectada originalmente en Brasil en abril de 2020): Zeta.
  • Variante B.1.525 (detectada en varios países en diciembre de 2020): Eta.
  • Variante P.3 (detectada originalmente en Filipinas en enero de 2021): Theta.
  • Variante B.1.526 (detectada originalmente en Estados Unidos en noviembre de 2020): Iota.
  • Variante B.1.617.1 (detectada originalmente en India en octubre de 2020): Kappa.
  • Variante C.37 (detectada originalmente en Perú en diciembre de 2020): Lambda.

¿CUÁLES PRESENTAN MAYORES RIESGOS?

Si tomamos como referencia un reciente estudio elaborado por la University of Washington School of Medicine (Estados Unidos) la variante Épsilon cuenta con tres mutaciones en la proteína de pico que disminuyen la potencia neutralizadora de los anticuerpos generados a través de las vacunas y de las infecciones naturales. El estudio ha sido publicado en la revista Science y sus autores consideran que las mutaciones permiten a Épsilon evadir de forma total los anticuerpos monoclonales específicos y reducir la eficacia de los anticuerpos del plasma en las personas vacunadas.

La variante Lambda es la responsable de la mayor parte de los nuevos contagios en Perú y ha generado una alta incidencia en Argentina y Chile. A pesar de que fue descubierta hace más de un año no ha sido hasta ahora cuando la OMS ha considerado que debía incluirse entre las VOI a vigilar.

La evidencia científica con la que se cuenta hasta el momento sugiere que Lambda tendría una mayor capacidad para esquivar los anticuerpos que las variantes Alfa y Gamma. Han hallado ciertas similitudes de comportamiento con la variante Delta, pero no se ha encontrado evidencia concluyente de que Lambda sea capaz de evadir la respuesta inmunitaria mediada a través de las vacunas. El motivo por el que esta variante ha comenzado a ser vigilada de cerca por la OMS es su alta transmisibilidad. En menos de un año ha pasado de representar apenas el 1% de los nuevos casos de Covid-19 en Perú a ser responsable de casi el 90%. La detección de los primeros brotes provocados por Lambda en Europa, entre los que se encuentra uno localizado en Cantabria, han hecho que se refuercen los esfuerzos de vigilancia.

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