Ética en tiempos de coronavirus: los criterios asistenciales en situaciones de pandemia

Analizamos los principales puntos del informe sobre aspectos éticos del Ministerio de Sanidad elaborado como respuesta ante las distintas dicotomías asistenciales que ha planteado el nuevo coronavirus.

El Ministerio de Sanidad deja claro que la ética “no puede dejarse de lado durante una catástrofe de salud pública” (Foto. Freepik)
El Ministerio de Sanidad deja claro que la ética “no puede dejarse de lado durante una catástrofe de salud pública” (Foto. Freepik)
CS
5 junio 2020 | 17:45 h

El nuevo coronavirus SARS-CoV-2 ha situado al borde del precipicio a los sistemas sanitarios de todo el mundo. La rapidez y virulencia con la que el virus ha golpeado a los distintos países ha obligado a tomar decisiones en las que los principios éticos han desempeñado un papel fundamental a la hora de vertebrar la respuesta ofrecida para frenar la pandemia.

En este sentido ponemos el foco en el “Informe del Ministerio de Sanidad sobre los aspectos éticos en situaciones de pandemia” que se hacía público el pasado mes de abril. Un documento que ayuda a entender las decisiones adoptadas a lo largo de los últimos meses en los que el Estado de Alarma se ha erigido como la fotografía de fondo de las medidas adoptadas en todos y cada uno de los ámbitos de nuestra vida.

“Las medidas que se adopten estarán presididas por los principios de equidad, no discriminación, solidaridad, justicia, proporcionalidad y transparencia, entre otros. En este sentido, resulta también irrenunciable la continua (re)evaluación de los criterios orientativos o prescriptivos adoptados, a la luz de los cambios que se produzcan en la evolución de la pandemia”, establece el citado informe.

El Ministerio de Sanidad deja claro que la ética “no puede dejarse de lado durante una catástrofe de salud pública”. Motivo por el que “es aún más importante articular orientaciones éticas para circunstancias extraordinarias y evitar el menosprecio de las normas profesionales por los responsables de tomar decisiones bajo presión”.

"Las medidas que se adopten estarán presididas por los principios de equidad, no discriminación, solidaridad, justicia, proporcionalidad y transparencia, entre otros"

En los inicios de la pandemia fueron muchas las voces que mostraban su rechazo a la priorización de pacientes atendiendo a criterios de edad o posibilidades de supervivencia como consecuencia de la escasez de recursos. Una dolorosa situación que, por desgracia, se presenta como elemento inherente a las crisis sanitarias.

En este sentido el informe indica que “si la rápida expansión de una enfermedad produce el desbordamiento de algunos servicios hospitalarios (o de medicamentos u otros productos médico-sanitarios) y la insuficiencia de recursos para atender a toda la población afectada, deberá establecerse un rango de prioridades”.

CRITERIOS EN LA ADMINISTRACIÓN DE RECURSOS

Avanzando en el documento fijamos la atención en el apartado centrado en los criterios de admisión de pacientes con síntomas graves en UCI y la aplicación de ventilación mecánica asistida.

“Los profesionales sanitarios directamente implicados en el tratamiento de estos pacientes se enfrentan a conflictos que les añaden una extraordinaria tensión a la que genera ya por si sola la sobrecarga de trabajo en situaciones de extrema gravedad y de insuficiencia de recursos vitales. En estos supuestos el conflicto de intereses no se plantea de forma primaria entre la salud pública y los derechos fundamentales, sino entre la salud y, más probablemente, la vida de los diversos pacientes que esperan ser sometidos al tratamiento vital. Se trata de un auténtico conflicto o colisión de deberes (el deber de asistencia a los diversos pacientes en espera sin poder atender a todos), en principio de la misma o semejante entidad”.

"El conflicto de intereses no se plantea de forma primaria entre la salud pública y los derechos fundamentales, sino entre la salud y, más probablemente, la vida de los diversos pacientes que esperan ser sometidos al tratamiento vital"

Motivos por los que desde Sanidad expresan que “ni debe ni puede recaer sobre ellos de forma exclusiva la identificación de los criterios que sean más adecuados para tomar que pueden conducir a la postergación o exclusión de tratamientos vitales de algunos pacientes, cuyo pronóstico fatal es entonces previsible”.

De esta forma surge de nuevo la tensión entre utilitarismo (obtener el máximo beneficio respecto a los pacientes atendidos y salvados en comparación con los postergados) y humanitarismo (toda persona en estado de máxima gravedad merece recibir el tratamiento vital que corresponda).

"Por ello, constituye un imperativo moral proporcionar unos criterios orientadores claros y sencillos, que al mismo tiempo no se conviertan en una trampa para quienes deban tomar las decisiones, de modo que pudieran sugerir o promover indebidamente decisiones automáticas (hasta tal vez meramente aritméticas), rutinarias y despersonalizadas".

Estos principios rectores habrán de responder a criterios objetivos, generalizables, transparentes, públicos y consensuados. Pero al mismo tiempo habrá que saber combinar el marco general de tales criterios con una reflexión minuciosa sobre la situación y circunstancias que presente cada paciente en particular, valorando dentro de ese marco general de principios rectores, la singularidad y la individualidad de cada persona.

El informe indica que únicamente resultará legítimo acudir a los criterios de admisión de pacientes con síntomas graves en unidades de cuidados intensivos y para la aplicación de ventilación mecánica

El informe indica que únicamente resultará legítimo acudir a los criterios de admisión de pacientes con síntomas graves en unidades de cuidados intensivos y para la aplicación de ventilación mecánica (lo que, en la práctica, supone excluir a determinadas personas de tratamientos que precisan) cuando se hayan agotado todas las posibilidades existentes para disponer de los recursos asistenciales necesarios y para optimizar el uso de los disponibles.

A este respecto debe subrayarse que existen tratamientos alternativos al de la ventilación mecánica invasiva que se proveen en las unidades de cuidados intensivos, incluso en casos en que aquella no parece indicada (p. ej., ingreso en cama de planta, con oxígeno con gafas nasales, decúbito prono -cuerpo del paciente vuelta abajo-, medicación coadyuvante, etc.).

"Cuando pueda ser aplicable la exclusión de un paciente del tratamiento intensivo, incluido el recurso a ventilación mecánica, no existe un consenso claro sobre si debería ser una decisión asumible en solitario por el médico o médicos tratantes, o si deberá ser colegiada"

"Cuando pueda ser aplicable la exclusión de un paciente del tratamiento intensivo, incluido el recurso a ventilación mecánica, no existe un consenso claro sobre si debería ser una decisión asumible en solitario por el médico o médicos tratantes, o si deberá ser colegiada, por un comité ad hoc de facultativos. También se ha planteado la involucración de los comités de ética asistencial existentes en los hospitales en la toma de este tipo de decisiones o para aportar orientaciones sobre cómo actuar en el supuesto concreto planteado".

Si hablamos de la discriminación atendiendo a la edad del paciente, el documento establece que aceptarla “supondría establecer una minusvaloración de determinadas vidas humanas por la etapa vital en la que se encuentra dicho sector de la ciudadanía lo que contradice nuestro Estado de Derecho”.

“Una argumentación de la misma naturaleza cabe desarrollar con el fin de proscribir cualquier otra discriminación en el acceso a los recursos asistenciales escasos con ocasión de una pandemia por motivos tales como la discapacidad en cualquiera de sus manifestaciones”.

Especial atención debería ponerse además a que no se produzcan discriminaciones en dicho contexto en relación con los colectivos de menores de edad en situaciones más vulnerables (menores objeto de abandono por parte de su familia, menores extranjeros no acompañados, etc.). “En relación con los menores debe subrayarse igualmente el impacto en su salud física y mental a medio plazo, derivado del confinamiento impuesto por el Estado de Alarma”.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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