Un equipo de investigadores ha puesto sobre la mesa la necesidad de utilizar la inteligencia artificial (IA) para impulsar el rol de las imágenes de rayos X del tórax, mediante tomografía computarizada (TC), en el diagnóstico y la evaluación de la infección por SARS-CoV-2, convirtiéndose en un algo más que un método de detección de síntomas de la COVID-19 en el tracto respiratorio de los pacientes, con especial incidencia en los pulmones.
Hay que recordar que, en la actualidad, si bien la TC del tórax no es un método habitual para el diagnóstico del nuevo coronavirus, ha sido de gran ayuda a la hora de descartar síntomas similares a los que produce la COVID-19, lo que ha proporcionado datos críticos a la hora de monitorizar el progreso de un paciente en los casos más agudos.
"La capacidad de la inteligencia artificial a la hora de generar grandes volúmenes de información puede acelerar las soluciones para detectar, contener y tratar la COVID-19"
A juicio de los expertos de la Universidad John Hopkins(Estados Unidos) es preciso dar un paso más, subrayando que existe "un potencial por explotar" y mejorar, así, las imagenes con la ayuda de la IA. Para los científicos, "la capacidad de la inteligencia artificial a la hora de generar grandes volúmenes de información puede acelerar las soluciones para detectar, contener y tratar la COVID-19".
En opinión de los especialistas de la Johns Hopkins, la IA se puede tener usos variados, como la estratificación del riesgo, es decir, el proceso de categorizar a los pacientes según el tipo de atención que reciben con base en el curso previsto de su infección por COVID-19. La tecnología ideada también se puede utilizar para monitorizar el tratamiento y definir la efectividad de los agentes utilizados para luchar contra la patología, así como para investigar cómo se comporta la COVID-19.