La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calculado que entre el 10% y el 20% de los pacientes padecen síntomas durante al menos dos meses después de una infección aguda por Covid-19. Pacientes que siguen con fatiga, problemas respiratorios o patología cardíaca meses después de la infección y que no encuentran respuesta terapéutica a su situación.
Ante esta situación, una investigación realizada por 'The BMJ' y ITV News ha descubierto que miles de personas con estos síntomas han viajado al extranjero en busca de tratamientos caros y cuya eficacia no está demostrada científicamente
Clínicas privadas de Chipre, Alemania y Suiza son algunos de los destinos de estos pacientes que desesperados buscan alternativas para tratar los síntomas de un Covid persistente, en el tiempo.
"Hubiera vendido mi casa o regalado para poder mejorar, sin pensarlo dos veces"
Una de esos pacientes fue Gitte Boumeester, una psiquiatra en prácticas de Almelo (Países Bajos) que, tras contraer el virus, desarrolló graves síntomas de Covid prolongado y tuvo que dejar su trabajo. En internet vio que una clínica privada chipriota, Long Covid Center, ofrecía un tratamiento de aférisis para personas como ella Y allí se fue. "Pensé, ¿qué es lo peor que tengo que perder?", indica Boumeester en la investigación.
DOS MESES Y 50.000 EUROS SIN RESULTADOS
Aterrizó en Chipre y fue a la Clínica. Lo primero que tuvo que hacer es firmar un formulario de consentimiento en el que se pide a los pacientes renunciar al derecho a demandar a la clínica si se lesiona o fallece como resultado de estos tratamientos. Le realizaron seis rondas de aféresis, nueve de oxígeno hiperbárico, goteo intravenoso de vitaminas y una inyección de vitamina D. Le recomendaron glutatión y aminoácidos intravenosos, y que se comprara clopidogrel para dos semanas y hidroxicloroquina para 10 días como un paquete de tratamiento temprano en caso de que se volviera a infectar con el SARS-CoV-2, una práctica que varios estudios científicos han demostrado poco beneficiosa para prevenir la infección por Covid-19.
“Me preocupa que a estos pacientes se les hayan ofrecido terapias que no han sido evaluadas por métodos científicos modernos"
Además, le facilitaron un memorando para que comenzara a tomar dos veces por semana una terapia anticoagulante basada en aspirina, clopidogrel y una infusión intravenosa de un anticoagulante y un antiviral. "Dudaba de los tratamientos adicionales, pero me prometí que si estaba allí haría cualquier cosa", indica la propia Boumeester en el estudio. El resultado: dos meses de terapias que no mejoraron sus síntomas, y 50.000 euros gastados que tuvo que conseguir a través de crowfunding.
No fue la única. "Hubiera vendido mi casa y regalado para mejorar, sin pensarlo dos veces", indica Chris Witham, un hombre de negocios de 45 años de Bournemouth que gastó alrededor de 7000 libras en aféresis (incluidos los costos de viaje y alojamiento) el año pasado en Kempten, Alemania. El tratamiento no mejoró sus síntomas prolongados de Covid. De hecho, ningún paciente sometido a aféresis preguntado en el estudio se curó de todos sus síntomas, algunos simplemente sintieron una cierta mejora de ellos.
“Me preocupa que a estos pacientes se les hayan ofrecido terapias que no han sido evaluadas por métodos científicos modernos: ensayos clínicos bien diseñados”, indica Beverley Hunt, directora médica de la organización benéfica Thrombosis UK. “En esta situación, el tratamiento puede beneficiarlos o no, pero, de manera preocupante, también tiene el riesgo de causar daño”, concluye.