La pandemia de Covid-19 ralentiza la atención del cáncer y daña el bienestar de los oncólogos

La amenaza de diagnósticos tardíos acecha mientras los oncólogos se enfrentan al agotamiento, según nuevos estudios discutidos en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO por sus siglas en inglés)

Imagen de sanitario y paciente en consulta. (Foto.Rawpixel)

Los retrasos y la cancelación de los tratamientos contra el cáncer y otras medidas de seguridad adoptadas para minimizar el riesgo de exposición al coronavirus (COVID-19) han generado un gran retraso en la atención y la investigación oncológica. La amenaza de diagnósticos tardíos acecha mientras los profesionales de la oncología se enfrentan al agotamiento, según nuevos estudios discutidos en el Congreso Virtual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO por sus siglas en inglés), ESMO 2020.

"Si el riesgo de estadísticas oscuras es real o no, solo se hará evidente en el futuro cuando se disponga de resultados más sólidos de estudios y registros del mundo real", dijo el doctor Stefan Zimmermann, en la conferencia de prensa inaugural del congreso. 

"Por ahora, es legítimo preguntarnos si hay otros factores más allá del COVID-19 que actualmente ejercen presión sobre la Oncología, ya que la pandemia también ha revelado algunas debilidades en la forma en que se financia y organiza la atención del cáncer", agregó.

"La pandemia también ha revelado algunas debilidades en la forma en que se financia y organiza la atención del cáncer"

Antes de la pandemia, el ECIS - Sistema Europeo de Información sobre el Cáncer estimaba que la carga de cáncer en Europa alcanzaba los 2,7 millones de casos nuevos y 1,3 millones de muertes en 2020. Sin embargo, el brote de COVID-19 ha ejercido presiones sin precedentes sobre los sistemas sanitarios de todo el país. mundo.

Un estudio que se presentará en el Congreso Virtual ESMO 2020 destaca hasta qué punto COVID-19 ha desafiado la organización y prestación de la atención del cáncer. Las respuestas se obtuvieron de los centros de oncología de 18 países. En general, el 60,9% informó que la actividad clínica se redujo en el pico de la pandemia, mientras que casi dos tercios (64,2%) citaron el tratamiento insuficiente como una preocupación importante y el 37% esperaba ver reducciones significativas en los ensayos clínicos este año.

El autor del estudio, el doctor Guy Jerusalem, Centro Hospitalario Universitario Sart Tilman (Bélgica), dijo: "El COVID-19 ha tenido un impacto importante en la organización de la atención al paciente, en el bienestar de los cuidadores y en las actividades de los ensayos clínicos. Existe el riesgo de que el diagnóstico de los casos nuevos de cáncer se retrasaran y se diagnosticara a más pacientes en una etapa posterior de su enfermedad".

"Existe el riesgo de que el diagnóstico de los casos nuevos de cáncer se retrasaran y se diagnosticara a más pacientes en una etapa posterior de su enfermedad"

Los datos también revelaron que los tratamientos oncológicos con más probabilidades de ser cancelados o retrasados ​​fueron la cirugía (en el 44,1% de los centros), la quimioterapia (25,7%) y la radioterapia (13,7%), mientras que se observó un final más temprano de los cuidados paliativos en el 32,1%. de centros.

EN CIFRAS

El impacto de COVID-19 en la atención al paciente en todo el mundo también se destaca en el estudio 'El impacto de la pandemia de COVID-19 en la atención del cáncer: un estudio colaborativo global' de Abdul-Rahman Jazieh que recopiló datos de 356 centros de cáncer en 54 países durante abril de 2020. La gran mayoría (88%) informó haber enfrentado desafíos para brindar atención durante la pandemia, un 54% y 45% reportando casos de coronavirus entre sus pacientes y personal, respectivamente. Y mientras que la mitad (55%) redujo los servicios de forma preventiva, otros se vieron obligados a hacerlo después de verse abrumados por la situación (20%) o por la escasez de equipos de protección personal (19%), personal (18%) y medicamentos ( 9,8%).

Como resultado, el 46% de los centros informaron que más de uno de cada 10 pacientes se perdió al menos un ciclo de tratamiento, y algunos estimaron que hasta el 80% de los pacientes estaban expuestos a algún daño.

Para continuar brindando tratamiento a los pacientes durante la pandemia, la mayoría de los centros (83,6%) se adaptaron, implementando clínicas virtuales y tableros virtuales de tumores (93%), y más de la mitad de los encuestados sugirió que ambos continuarán más allá de la pandemia (55,5% y 60 %, respectivamente). Los centros también realizaron pruebas de rutina en laboratorios cercanos a los hogares de los pacientes (76%) y enviaron medicamentos a los pacientes (68%) para que el tratamiento pudiera continuar.

El autor del estudio, Abdul-Rahman Jazieh, de King Abdulaziz Medical City en Riyadh (Arabia Saudí), dijo: "El impacto perjudicial del COVID-19 en la atención del cáncer es generalizado, con una magnitud variable entre los centros de todo el mundo. La pandemia ha afectado a los sistemas de salud a nivel mundial, interrumpiendo atención y exponer a los pacientes con cáncer a riesgos significativos de sufrir daños ".

"Incluso antes de la pandemia, la presión sobre los profesionales y los sistemas sanitarios aumentaba como resultado de la creciente carga de cáncer en Europa y en todo el mundo", dijo la doctora, Rosa Giuliani, directora de Políticas Públicas de la ESMO. "Una acción armonizada de la UE que proporcione indicadores de carga de cáncer comparables en todos los países europeos es extremadamente importante. En este contexto, la colaboración científica JRC-IARC ha resultado en el cálculo de cifras actualizadas para 2020 nuevos casos de cáncer y muertes por cáncer. Estos los números ayudan a apoyar el desarrollo de políticas nacionales, abordando la creciente carga del cáncer con medidas de prevención, así como con la provisión de los recursos necesarios ".

EL IMPACTO EN LOS SANITARIOS

Los pacientes con cáncer no son los únicos en riesgo. Los resultados de dos encuestas en línea llevadas a cabo por el Grupo de Trabajo de Resiliencia de la ESMO en mayo de 2020, la encuesta COVID-19 más grande realizada a los profesionales de Oncología, revelan el impacto de la pandemia en los profesionales de la oncología. La primera encuesta mostró que más de un tercio (38%) experimentaron sentimientos de agotamiento y el 25% estaban en riesgo de angustia, mientras que dos tercios (66%) dijeron que no podían realizar sus funciones tan bien como podían antes de la pandemia.

Esta encuesta, que involucró a 1.520 participantes de 101 países, también encontró que los niveles de bienestar y desempeño laboral disminuyeron a medida que aumentaron las tasas nacionales de mortalidad por COVID-19. Una encuesta en línea de seguimiento realizada en julio-agosto de 2020 mostró que, si bien el desempeño laboral había mejorado en comparación con el primer estudio, lo que indica las primeras señales de tomar el control de la emergencia, tanto las tasas de bienestar como las de agotamiento habían empeorado.

Los principales factores asociados con la angustia y el agotamiento fueron el aumento de las horas de trabajo, la preocupación por el bienestar, la menor capacidad de recuperación y las preocupaciones de los oncólogos sobre la formación y la carrera.

"Las encuestas del Grupo de Trabajo de Resiliencia de la ESMO indican que COVID-19 está teniendo un impacto en el bienestar, el agotamiento y el desempeño laboral", dijo la doctora Susana Banerjee, directora de membresía de la ESMO y autora principal de las encuestas. "Debemos trabajar en colaboración, individuos y organizaciones, para asegurar que los recursos se utilicen de la mejor manera posible para apoyar a los profesionales de Oncología y asegurarnos de que la angustia y el agotamiento no aumenten. El Grupo de Trabajo de Resiliencia de la ESMO estudiará desarrollar intervenciones más específicas para que podamos ayudar y apoyar aún más a los profesionales de la oncología durante y después de la pandemia ".

El doctor Giuseppe Curigliano, presidente del Comité de Directrices de la ESMO, agregó: "La ESMO ha respondido rápidamente a la crisis provocada por la pandemia, desarrollando una serie de recomendaciones específicas para diferentes enfermedades, para guiar a los oncólogos en la atención del cáncer en circunstancias sin precedentes. Ahora es crucial evitar retrasos en cualquier tratamiento que pueda afectar la supervivencia al reasignar recursos a los pacientes con cáncer y continuar brindando el mejor tratamiento posible ".

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