¿Qué protección ofrece la inmunidad generada tras superar la infección por COVID-19?

Dentro de las cuatro semanas posteriores a la infección, entre el 90-99% de las personas infectadas por el SARS-CoV-2 desarrollan anticuerpos neutralizantes (La fuerza y duración de esa respuesta inmune no se comprenden completamente.

Muestras de sangre de pacientes positivos en Covid 19 (Foto. Freepik)
Muestras de sangre de pacientes positivos en Covid 19 (Foto. Freepik)
CS
15 julio 2021 | 13:00 h
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El escenario epidemiológico global está marcado actualmente por el avance de las variantes del SARS-CoV-2, especialmente Delta (B.1.617.2, detectada originalmente en India), y cómo estas pueden poner en peligro la inmunidad mediada por las vacunas que se están inoculando en gran parte del mundo. Pero, ¿qué sucede con la inmunidad generada a través de la infección natural por COVID-19? Para responder a esta pregunta ponemos el foco en un documento elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el que recopila toda la evidencia científica disponible hasta la fecha.

Dentro de las cuatro semanas posteriores a la infección, entre el 90-99% de las personas infectadas por el SARS-CoV-2 desarrollan anticuerpos neutralizantes (NAb, por sus siglas en ingles). La fuerza y duración de esa respuesta inmune no se comprenden completamente y la ciencia no cuenta con datos que sugieran que esta inmunidad puede variar atendiendo a factores como la edad de los pacientes o la gravedad con la que cursaron la enfermedad.

La información disponible sugiere que, en la mayoría de las personas, las respuestas inmunitarias continúan siendo sólidas y protectoras contra la reinfección durante un periodo que oscila entre los seis y los ocho meses después de la infección. Esto no significa que esta inmunidad se prolongue durante un tiempo mayor. El marco temporal referido comprende al seguimiento con evidencia científica sólida del que se dispone actualmente cuyo máximo es de ocho meses.

“La evidencia actual apunta a que la mayoría de las personas desarrollan fuertes respuestas inmunitarias protectoras después de la infección natural por SARS-CoV-2”

Algunas de las variantes del SARS-CoV-2 presentan mutaciones clave en la proteína de espiga que reportan una susceptibilidad reducida a la neutralización por medio de los anticuerpos presentes en la sangre. Mientras que los anticuerpos neutralizantes se dirigen principalmente a la proteína de pico, la inmunidad celular provocada por la infección natural también se dirige a otras proteínas virales que tienden a estar más conservadas en todas las variantes que la proteína de pico.

La evidencia nos indica también que una pequeña cantidad de personas infectadas no consigue desarrollar anticuerpos neutralizantes tras la infección por SARS-CoV-2. Los motivos por los que esto sucede todavía no han sido esclarecidos. Las personas con una infección leve o asintomática tienden a contar con niveles de anticuerpos más bajos que aquellos que cursaron la enfermedad de forma moderada o grave.

Algunos estudios han sugerido que en algunos individuos la disminución de los niveles de anticuerpos se produce varios meses después de superar la infección. Investigaciones orientadas a detectar la memoria inmunológica observaron que las células B y las células T CD4+ y CD8+ mostraron una inmunidad sólida a los seis meses de la finalización de la infección en el 95% de los sujetos estudiados. Entre los participantes en estos estudios se incluyeron personas con infecciones asintomáticas, leves, moderadas y graves.

En el caso de otros coronavirus que afectan a los seres humanos y causan enfermedades como el resfriado común, los anticuerpos duran al menos un año tras finalizar la infección con una variabilidad interhumana significativa. Los anticuerpos contra el MERS-CoV y el SARS-CoV-1, más estrechamente relacionados con el SARS-CoV-2 y que causan respectivamente el síndrome respiratorio de Oriente Medio y el síndrome respiratorio agudo grave, los anticuerpos desarrollados pueden detectarse durante años según la evidencia recopilada por la OMS.

“La evidencia actual apunta a que la mayoría de las personas desarrollan fuertes respuestas inmunitarias protectoras después de la infección natural por SARS-CoV-2”, explican desde la OMS. En relación a las pruebas destinadas a conocer la inmunidad de los sujetos tras la infección recalcan que “las pruebas disponibles y los conocimientos actuales no nos dicen nada sobre la duración de la inmunidad y la protección frente a la reinfección, pero la evidencia sugiere que la infección natural puede proporcionar una protección similar contra la enfermedad sintomática como sucede con la vacunación, durante”, concluyen alertando sobre la necesidad de aumentar los estudios sobre la inmunidad generada mediante infección natural, especialmente ante el avance de las variantes.

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