Recomendaciones del uso de la CPAP para tratar la apnea del sueño en tiempos de COVID-19

Unos 1.000 millones de personas tienen apnea obstructiva del sueño o AOS y unos 425 millones necesitarían tratarse con CPAP para poder controlar sus síntomas.

Médico con paciente (Freepik)
Médico con paciente (Freepik)
CS
17 septiembre 2020 | 13:30 h
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La apnea obstructiva del sueño (AOS) es una enfermedad muy prevalente que tiene como tratamiento de referencia la administración de presión positiva continua en la vía aérea (CPAP). Los pacientes con AOS que ya se benefician de la CPAP en sus domicilios y no tienen la COVID-19 ni síntomas de sospecha deben continuar tratándose con la CPAP con normalidad, mientras que los pacientes con COVID-19 o sospechosos de tener la infección por SARS-CoV-2 pueden continuar con esta terapia si viven solos y suspenderla durante los catorce días de aislamiento si tienen convivientes o algún cuidador. Estas son algunas de las recomendaciones sobre apnea del sueño en tiempos de COVID-19 elaboradas por un grupo de expertos (Dra. Irene Cano, Dr. Miguel Ángel Martínez, Dr. Eusebi Chiner y Dra. Olga Mediano) de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), a la luz de la evidencia científica y la mejor práctica clínica disponibles hasta la fecha. 

El riesgo de usar una CPAP durante la infección o sospecha de SARS-CoV-2 reside en una mayor posibilidad de contagio del cuidador o convivientes del paciente, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La CPAP forma parte de los equipos de soporte respiratorio no invasivo (SRNI), que entrañan un aumento del riesgo de transmisión del virus SARS-CoV-2 debido a la aerosolización de las partículas que se producen desde la válvula espiratoria de los mismos, por las posibles fugas perimascarilla o por la boca, en el caso de las mascarillas nasales, mientras que en el caso de las mascarillas oronasales la distancia de dispersión de las gotas es variable dependiendo del modelo y de si tiene sistema de fuga controlada.

La terapia con CPAP debe intentar mantenerse, para evitar la reaparición de síntomas de AOS como la hipoxemia y somnolencia y sus graves consecuencias

La aerosolización del SARS-CoV-2 permanece en el aire 1,1 horas, por lo que se requiere un mayor periodo de aislamiento si se usan estos equipos de SRNI. Y también hay que tener en cuenta que una exposición a mayor carga viral se asocia con el desarrollo de una forma más grave de la enfermedad COVID-19 y un peor pronóstico.

Por todo ello, la irrupción de la pandemia causada por el virus SARS-CoV2 ha generado circunstancias especiales tanto en cuanto al diagnóstico como al manejo clínico de la apnea del sueño e inquietud entre los profesionales, pacientes y empresas de Terapias Respiratorias Domiciliarias (TRD) respecto a los protocolos de actuación en esta enfermedad.  

“La pandemia causada por el SARS-CoV2 ha suscitado dudas acerca de la conveniencia o no del uso de la CPAP en pacientes de apnea obstructiva del sueño, qué medidas de seguridad se deben adoptar en su empleo, tanto los pacientes sin infección, como los casos sospechosos o confirmados, así como sus convivientes. De ahí la importancia de elaborar un documento de recomendaciones útiles tanto para pacientes, profesionales, cuidadores y empresas de TRD que, desde SEPAR, se ha hecho a la luz de la evidencia científica disponible y la mejor práctica clínica”, explica la Dra. Olga Mediano, coordinadora del Área de Apnea del Sueño de SEPAR. No obstante, advierte que “esta evidencia científica es aún escasa, por lo que estas recomendaciones estarán en constante revisión y son susceptibles de sufrir modificaciones”. 

RECOMENDACIONES PRINCIPALES

Entre las recomendaciones para pacientes, cuidadores, profesionales y empresas figuran estas, desde Separ insisten en seguir usando con normalidad el equipo de CPAP, en el caso de pacientes no infectados por SARS-CoV-2 y sin síntomas que lo hagan sospechar, como tos, fiebre o disnea.

Por su parte, los pacientes usuarios de CPAP en el domicilio, sospechosos o infectados por SARS-CoV-2 que viven o duermen solos pueden seguir usando la CPAP con normalidad. En cambio, los pacientes usuarios de CPAP en el domicilio, sospechosos o infectados por SARS-CoV-2, que comparten el dormitorio con otra persona o que tengan un cuidador, deben suspender el uso de la CPAP durante los catorce días de aislamiento recomendados para usuarios de CPAP por AOS. En estos casos, los síntomas de hipersomnolencia o cansancio pueden reaparecer, aunque sus consecuencias serán menores al estar confinados, sin tener que conducir o trabajar, y desaparecerán al reiniciarse la terapia a los catorce días.

Asimismo, recomiendan consultar al especialista sobre la continuidad o suspensión del tratamiento cuando los pacientes usuarios de CPAP en el domicilio, con infección o sospecha de SARS-CoV-2 y que conviven con otras personas, llevan la CPAP por otras patologías que se suman a la AOS o son distintas a esta y, además, llevan oxigenoterapia crónica domiciliaria.

Cuando no se pueda suspender la CPAP, el paciente debe seguir las medidas de aislamiento recomendadas, adaptar sus fungibles para evitar la aerosolización

En caso de no poder suspender la terapia con CPAP por algún motivo, el paciente debe seguir las medidas generales de aislamiento, utilizando una habitación independiente, siempre que sea posible, intensificando la distancia de seguridad, la adecuada ventilación de la habitación y manteniendo la habitación cerrada en todo momento. De seguir con el tratamiento de CPAP en el domicilio, realizar los cambios necesarios en el sistema de fungibles de los equipos de CPAP (mascarilla nasobucal sin válvula espiratoria, filtro antivírico de baja resistencia y válvula espiratoria tras el filtro) y, para ello, ponerse en contacto con la empresa de TRD correspondiente y advirtiendo siempre a la empresa que se trata de un paciente con sospecha/infección por SARS-CoV-2 para que el personal que acuda a atenderle pueda disponer del equipamiento de protección individual (EPI) adecuado.

Inciden también, en evitar el uso de humidificador hasta la finalización del aislamiento debido al posible incremento de transmisión del virus y seguir los consejos de limpieza de los equipos. Además de no compartir nunca los equipos de CPAP ni sus partes fungibles con otras personas.

Por su parte, el conviviente o cuidador en el domicilio de un paciente con CPAP, sospechoso o con una infección de SARS-CoV-2 debe seguir las recomendaciones generales de aislamiento: la persona cuidadora no debe ser una persona de riesgo para la infección COVID-19, ya que la mayor exposición a carga viral también supone un riesgo de mayor gravedad de la enfermedad; debe extremar la distancia de seguridad, incrementar la ventilación de la habitación por la mañana y mantener la puerta de la habitación cerrada.

Por último, si el paciente no es capaz de realizar la limpieza de su equipo/fungible de CPAP, la persona que lo realice debe hacerlo con doble guante y realizando un lavado exhaustivo de manos tras el proceso de limpieza.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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