Salud visual post Covid-19: ¿Por qué han aumentado las enfermedades de los ojos?

Más casos de miopía en niños, sequedad ocular, fatiga visual, conjuntivitis, orzuelos... Son algunos de los problemas oculares que han aumentado a raíz de la pandemia, según los oftalmólogos.

Una oftalmóloga sostiene unas gafas. (Foto. Freepik)

El confinamiento supuso un cambio en nuestra manera de ver el mundo. Cambiamos los colegios por las habitaciones, las oficinas por despachos improvisados en el salón y los hobbies al aire libre por libros, pantallas y recetas de cocina.

Todos estos cambios se han traducido en un impacto en muchos ámbitos, entre ellos nuestra salud visual. “Con la pandemia, las enfermedades de los ojos han aumentado”, informa para ConSalud.es el vicepresidente de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), el Dr. José Manuel Benítez del Castillo.

Una vez comenzada la desescalada, los oftalmólogos han notado un aumento, sobre todo en niños en desarrollo, en los casos de miopía. “Los niños que no eran miopes, la han desarrollado; y en los que ya tenían miopía, ha aumentado el grado más de lo que hubiese aumentado en un año normal”, comenta para este medio la Dra. Ana Albandeo Jiménez, del Servicio de Oftalmología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

"El ordenador, las tablets, los libros, videojuegos, pinturas… todas las actividades que impliquen estar cerca, favorecen la aparición de miopía"

Este crecimiento, comentan los expertos, obedece principalmente al exceso de horas acumuladas de actividades cercanas, que combinado con las nulas actividades al aire libre, han supuesto un caldo de cultivo de problemas relacionados con la vista.

“El ordenador, las tablets, los libros, videojuegos, pinturas… todas las actividades que impliquen estar cerca, favorecen la aparición de miopía en los niños”, sostiene la Dra. Albandeo. En combinación con una mala iluminación de la habitación y un enfoque mantenido con pocos parpadeos, se traduce en un empeoramiento notable de la visión.

Pero no solo la miopía ha aumentado, – y seguirá aumentando, pues “no es algo que se notifique en dos días", informa el Dr. Benítez del Castillo –, sino que se han desarrollado o agravado otras patologías como la sequedad ocular. Al estar concentrados delante de la pantalla, parpadeamos menos y segregamos menos lágrimas. Es entonces cuando aparece el ardor en los ojos, la fatiga visual y la dificultad para enfocar, entre otros.

Las mascarillas, grandes aliadas para frenar la propagación del SARS-CoV-2 han jugado una mala pasada a nuestros ojos. Y no solo empañándonos las gafas

Si el perfil del paciente que desarrolla miopía eran principalmente los niños, en la sequedad ocular la media de edad sube hasta estar entre los 30 y 50 años. Principalmente, personas en edad laboral, insiste la Dra. Albandeo, también debido a que, con el paso de los años, se producen menos lágrimas.

Por otra parte, las mascarillas, grandes aliadas para frenar la propagación del SARS-CoV-2 han jugado una mala pasada a nuestros ojos. Y no solo empañándonos las gafas. “El aire de nuestra nariz y boca va cargado de bacterias y con la mascarilla sale hacia arriba”, lo que se traduce en orzuelos, blefaritis, conjuntivitis o herpes en los ojos, patologías que se agravan con el estrés provocado por la incertidumbre y el miedo a la crisis sanitaria y económica, subraya el vicepresidente de la SEO.

¿SE PUEDEN PREVENIR ESTOS PROBLEMAS?

Ante esta problemática, se ha extendido el uso de las gafas de luz azul. Se trata de unas gafas con un filtro que evita que las pantallas dañen nuestros ojos, reduciendo supuestamente los síntomas de fatiga visual, entre otros. El Dr. Benítez del Castillo señala que no hay evidencia de que estas gafas sirvan para algo.

“Aunque sean cinco minutitos, es importante que hagan otra actividad que suponga relajar la vista y enfocar a lo lejos”

Sin embargo, destaca su papel para prevenir el ojo seco. Y es que las gafas son una “pantalla de protección” para los ojos que evitan se sequen en exceso por el aire. En definitiva, las gafas, aún sin graduación, pueden evitar la sequedad ocular y reducir la fatiga visual, pues frenan el aire que llega al ojo, haciendo que las lágrimas se evaporen menos.

Para prevenir estos problemas, ambos expertos en oftalmología ponen el foco en la regla del 20-20-20: cada 20 minutos, descansar los ojos durante 20 segundos, poniendo la atención en un objeto a 20 pies de distancia (unos seis metros). Según explica el vicepresidente de la SEO, es una buena forma de relajar la vista, parpadear más para segregar lágrimas y descansar el ojo. Colocar un humidificador en la habitación también puede ser una buena forma de evitar que el ojo se seque en exceso.

La oftalmóloga del Ramón y Cajal, sugiere alternar actividades cercanas con actividades al aire libre: “Aunque sean cinco minutitos, es importante que hagan otra actividad que suponga relajar la vista y enfocar a lo lejos”.

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