La OMS clasificará los sublinajes de la variante Ómicron de forma independiente al linaje original

El sistema de clasificación de variantes del SARS-CoV-2 utilizado hasta ahora agrupaba todos los linajes y sublinajes de Ómicron como parte de la variante Ómicron, lo que no reflejaba la complejidad de la realidad epidemiológica.

Muestras de SARS-CoV-2 (Foto. OMS)
Muestras de SARS-CoV-2 (Foto. OMS)

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha actualizado tanto su sistema de seguimiento como las definiciones de las variantes del SARS-CoV-2, con el objetivo de ajustarse de forma más certera a la realidad epidemiológica actual y que dista significativamente de la de finales de diciembre del 2019.

El SARS-CoV-2, al igual que otros virus, evoluciona de forma constante y las distintas mutaciones que ha ido desarrollando en estos tres años han dado origen a múltiples variantes. Algunas de estas, las denominadas como “de preocupación” (VOC, por  sus siglas en inglés) han marcado el ritmo de la distintas olas de la crisis sanitaria. Hasta la fecha la OMS ha identificado cinco VOC: Alfa (B.1.1.7), Beta (B.1.351), Gamma (P.1), Delta (B.1.617.2) y Ómicron (B.1.1.529). Esta última es en la actualidad la dominante a través de los cinco linajes que comprende (BA.1, BA.2, BA.3, BA.4 y BA.5), así como los sublinajes derivados de estos y las variantes recombinantes.

En estos momentos, se han detectado numerosos linajes, derivados de BA.2, BA.4 y BA.5 o recombinantes, con mutaciones que podrían relacionarse con un mayor escape a la respuesta inmune frente a variantes previamente circulantes. El hecho de que compartan una o varias mutaciones clave indica que pueden ser el resultado de la presión selectiva ejercida por los niveles actuales de inmunidad en la población. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) considera a varios de esos linajes como variantes de interés: BQ.1 (se incluyen los linajes derivados de este), BA.2.75 (incluyendo CH y BN), XBB y XBB.1.5.

Esta situación provoca cierta confusión ya que desde hace más de un año Ómicron es la variante dominante, pero en este tiempo se ha ido modificando de forma significativa el linaje o sublinaje que imperaba.

El Grupo Asesor Técnico de la OMS sobre la Evolución del Virus SARS-CoV-2 (TAG-VE, por sus siglas en inglés) ha concluido tras exhaustivos análisis de la evidencia científica disponible que en comparación con las variantes anteriores “Ómicron es la VOC más divergente que se ha visto hasta la fecha”. Los expertos que componen este grupo explican que los linajes y sublinajes de Ómicron han continuado evolucionando desde su aparición genética y antigénicamente con una gama cada vez mayor de sublinajes que hasta este momento “se han caracterizado por propiedades de evasión de la inmunidad y una preferencia por infectar el tracto respiratorio superior”, en comparación con las variantes preocupantes que precedieron a Ómicron.

“Ómicron es la VOC más divergente que se ha visto hasta la fecha”

Los linajes y sublinajes de Ómicron representan más del 98% de las secuencias disponibles desde el mes de febrero de 2022. Los expertos afirman que “constituyen el trasfondo genético del que probablemente surgirán nuevas variantes del SARS-CoV-2”, aunque “sigue existiendo la aparición de variantes derivadas de VOC que circulaban anteriormente o de variantes completamente nuevas”.

¿DÓNDE RADICA EL CAMBIO EN EL SISTEMA DE LA OMS?

La respuesta a esta pregunta es muy sencilla a pesar de la complejidad en términos de evolución del virus y diversas nomenclaturas. El sistema de clasificación de variantes del SARS-CoV-2 que se venía utilizando hasta ahora agrupaba todos los linajes y sublinajes de Ómicron como parte de la VOC Ómicron. Un método que no ofrecía el suficiente nivel de detalle para comparar los nuevos linajes descendientes con fenotipos alterados con los linajes progenitores de Ómicron (BA.1, BA.2, BA.3, BA.4 y BA.5).

“Por lo tanto, desde el 15 de marzo de 2023, el sistema de seguimiento de las variantes de la OMS considerará la clasificación de los sublinajes de Ómicron de forma independiente como ‘variantes bajo control (VUM, por sus siglas en inglés), ‘variantes de interés’ (VOI, por sus siglas en inglés) o VOC”.

La OMS también está analizando las definiciones de VOC y VOI. La principal actualización consiste en hacer que la definición de VOC sea más específica e incluir así los principales pasos evolutivos del coronavirus que requieran importantes intervenciones de salud pública. Además, en el futuro la OMS asignará nombres de letras griegas (sistema de nomenclatura de variantes del SARS-CoV-2 de referencia) a las VOC y no a las VOI.

De este modo y teniendo en cuenta las modificaciones efectuadas por la OMS Alfa, Beta, Gamma, Delta y el linaje original de Ómicron, B.1.1.529, se consideran como VOC que circulaban con anterioridad. Se ha realizado también la clasificación de XBB.1.5 como VOI.

El linaje XBB.1.5 es el que está experimentando una mayor expansión a nivel global. Este linaje presenta una mutación en la posición 486 (F486P) que le confiere la capacidad de evasión de la respuesta a los anticuerpos que ya presentaban XBB o XBB.1 pero afecta en menor grado a la unión al receptor ACE2 (lo que podría implicar una mayor capacidad de transmisión respecto a XBB y XBB.1).

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