Una plataforma de monitorización ambiental automatizada podría ayudar a las Administraciones de todo el planeta a prepararse para el lanzamiento global de las vacunas frente a la COVID-19.
El sensor OneVue Sense de Primex (Estados Unidos) incorpora una sonda criogénica que puede monitorizar unidades de almacenamiento para temperaturas tan bajas como menos 200 grados Celsius. Una vez emparejado con la solución de software de monitorización automatizada, la herramienta facilita alertas real time si las temperaturas de almacenamiento de la vacuna fluctúan fuera del rango deseado, lo que ayuda a mantener la seguridad y la eficacia de la vacuna. El sistema también archiva todas las temperaturas registradas para garantizar el cumplimiento.
El sensor OneVue Sense de Primex (Estados Unidos) incorpora una sonda criogénica que puede monitorizar unidades de almacenamiento para temperaturas tan bajas como menos 200 grados Celsius
De igual modo, el mecanismo proporciona otra serie de recursos como son los datos de calidad del aire interior, lectura de presión diferencial y soluciones de monitorización de cierre de contacto, que se pueden usar para controlar las salas de aislamiento del hospital y garantizar que las puertas de almacenamiento del congelador permanezcan cerradas.
El software almacenado en la nube es personalizable en su totalidad, lo que permite a los usuarios programar informes, alertas y mensajes para satisfacer necesidades específicas y sincronizar muchos tipos diferentes de dispositivos en una instalación.
"Con la plataforma OneVue, los clientes tienen la tranquilidad de saber que la vacuna siempre permanecerá a la temperatura adecuada"
"Cualquier incumplimiento en el control de la temperatura puede degradar una vacuna y hacer que pierda toda su potencia. Con la plataforma OneVue, los clientes tienen la tranquilidad de saber que la vacuna siempre permanecerá a la temperatura adecuada", ha expresado Paul Shekoski, director ejecutivo de Primex.
Se espera que las principales candidatas a la vacuna contra la COVID-19 actuales requieran temperaturas de almacenamiento extremadamente frías, y algunas, como la de la compañía Pfizer precisan de almacenamiento y clasificación a temperaturas tan bajas como menos 70 grados centígrados.