La Unión Europea hace público el contrato con AstraZeneca ocultando “información confidencial”

“El contrato publicado hoy contiene partes redactadas que pertenecen a información confidencial, como detalles de las facturas”, explica la UE en su guerra abierta contra la farmacéutica.

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea (Foto: Parlamento Europeo)

El pulso entre la Unión Europea y AstraZeneca continúa. La UE ha hecho público este 29 de enero el contrato de compra anticipada de las vacunas contra la Covid-19 pero se trata de una versión en la que mucha de la información relevante se encuentra tachada. Una versión que ha sido pactada con el fabricante con el objetivo de salvaguardar la información más sensible desde el punto de vista empresarial.

“Tras la solicitud renovada de la Comisión Europea el 27 de enero de 2021, la empresa farmacéutica AstraZeneca ha acordado publicar el contrato firmado entre las dos partes el 27 de agosto de 2020”, informa la Unión Europea a través de un comunicado. “El contrato publicado hoy contiene partes redactadas que pertenecen a información confidencial, como detalles de las facturas. El contrato de AstraZeneca es el segundo que se publica, después de que CureVac acordarse publicar el Acuerdo de Compra Anticipada con la Comisión Europea”, añade.

AstraZeneca y la Unión Europea se encuentran inmersas en una guerra abierta desde que el pasado viernes la farmacéutica anunciase una drástica reducción del suministro de vacunas contra la Covid-19 a la Unión Europea. En vez de entregar los 100 millones de dosis a los que se habían comprometido solo se entregará una cuarta parte lo que quiebra todos los planes de vacunación nacionales de los 27. La Unión Europea ha comprado por el momento un total de 400 millones de dosis de la vacuna.

“El contrato publicado hoy contiene partes redactadas que pertenecen a información confidencial, como detalles de las facturas. El contrato de AstraZeneca es el segundo que se publica, después de que CureVac acordarse publicar el Acuerdo de Compra Anticipada con la Comisión Europea”

De acuerdo al comunicado de la UE, todos los Estados miembros pueden comprar 300 millones de dosis de la vacuna, con la opción de adquirir otros 100 millones que serán distribuidos de forma equitativa atendiendo al volumen de población de cada país. El contrato también permite a los países donar sus dosis a países de bajos y medianos ingresos o redirigirlas a otros países del viejo continente.

AstraZeneca ha informado de que el motivo de esta reducción radica en una serie de problemas en materia de producción que afectan a la planta ubicada en Bélgica.

Una excusa que no ha resultado creíble para la Unión Europea como demuestra el hecho de las sospechas hechas públicas sobre la posibilidad de que el fabricante esté destinando parte de su producción a Reino Unido (donde cuenta con otras dos plantas) y a otros países. Y es que la farmacéutica debería tener ya listas las dosis que estaban destinadas a la Unión Europea por lo que desde Bruselas se exige la aclaración del problema. “Queremos sabe qué está pasando”, afirmaba la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

“AstraZeneca nos ha dado garantías expresas en este contrato que no hay otras obligaciones que puedan impedir el cumplimiento del contrato, y eso es lo que nos importa"

Pascal Sorit, consejero delegado de AstraZeneca se acoge a la cláusula del contrato de “mejor esfuerzo”, para justificar los retrasos con las entregas a la UE. Una cláusula sobre la que Von der Leyen ha dejado claro que “el mejor esfuerzo se aplica mientras no estaba claro si ellos podrían desarrollar o no la vacuna. Ahora ya hemos superado ese momento y la vacuna está aquí”, ha declarado en una entrevista publicada en Deutschlandfunk, de la que se hacen eco en El Español.

"Con el desarrollo de una vacuna que funciona y es segura, hay cantidades muy claras de entregas tanto para diciembre del año pasado como para el primer, segundo y tercer trimestre. Están en el contrato. Y están también las plantas de producción que supuestamente deben fabricar estas cantidades", ha insistido la presidenta de la Comisión asegurando que “son pedidos vinculantes y el contrato es muy claro”.

“AstraZeneca nos ha dado garantías expresas en este contrato que no hay otras obligaciones que puedan impedir el cumplimiento del contrato, y eso es lo que nos importa", asevera rechazando completamente el argumento de AstraZeneca de que Reino Unido rubricó un contrato tres meses antes que la Unión Europea por el que tendría prioridad sobre los 27.

LAS PLANTAS DE REINO UNIDO

Una de los principales argumentos de la UE en la batalla legal con AstraZeneca es que entiende que el contrato obliga a la farmacéutica a utilizar las dos fábricas que tiene en Reino Unido para suministrar dosis de la vacuna a los Estados miembros.

Bruselas se escuda en el artículo 5.4 del acuerdo, que establece que la compañía hará "todos los esfuerzos razonables para fabricar la vacuna en sus centros de producción dentro de la UE, que para el objetivo de este artículo debe incluir Reino Unido".

"Es un juez quien debe decidir si con las pruebas presentadas sobre los esfuerzos hechos para aumentar su capacidad de producción, que en el contrato dice que ya han hecho, es suficiente para cumplir ese estándar", explican fuentes de la Comisión

Otra de las disputas entre ambas partes la supuesta preferencia de Reino Unido para recibir dosis por haber firmado antes el contrato con AstraZeneca. De hecho, la comisaria de Salud, Stella Kyriakides, subrayó en una rueda de prensa que la lógica de entregar las dosis al primero que ha firmado un acuerdo "puede funcionar en una carnicería de barrio", pero en un caso como este tal y como recogen desde Europa Press.

Con respecto a este punto, la Comisión Europea recurre al artículo 13.1 del contrato, en su epígrafe e). El texto enfatiza en este punto que AstraZeneca "no está bajo ninguna obligación, contractual o de otro tipo, con ninguna persona o tercera parte" con respecto a las dosis compradas por la UE "que pudiera impedir cumplir con el cumplimiento de sus obligaciones".

El tercer elemento que enfrenta a Bruselas y la compañía es la interpretación del concepto 'mejor esfuerzo razonable' ('best reasonable effort') referido anteriormente en estas líneas, que el contrato contempla a la hora de enunciar cada compromiso de AstraZeneca. Fuentes comunitarias creen afirman que se trata de un "estándar objetivo" que se refiere a "cuestiones que están en poder de la empresa", como aumentar las capacidades de producción.

"Es un juez quien debe decidir si con las pruebas presentadas sobre los esfuerzos hechos para aumentar su capacidad de producción, que en el contrato dice que ya han hecho, es suficiente para cumplir ese estándar", explican fuentes de la Comisión, que niegan que se trate de un concepto "subjetivo".

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