Estigma de VIH y acceso a la detección: el papel del autotest en las zonas rurales y personas trans

Los autotest suponen una importante herramienta para proteger la salud sexual de las personas, también acercan el diagnóstico a zonas de acceso más complejas al sistema sanitario o a colectivos vulnerables

Realización de la prueba de VIH en farmacias (Foto. ConSalud.es)
4 agosto 2023 | 17:45 h

La estigmatización sigue siendo una máxima cuando se trata de la infección por VIH. Un tabú del que apenas se habla y del que, en mucho casos, se desconocen los avances en tratamientos antirretrovirales actuales que consiguen que las personas tengan una infección indetectable, y, por tanto, intransmisible. Así lo recoge el informe Evolución de las Creencias y Actitudes de la Población Española hacia las Personas con VIH desde 2008 hasta 2021. El rechazo social persistente hace que muchas personas no informen de su infección. Además, repercute en el diagnóstico: el 13% desconoce que lo tiene, muchas de ellas para no exponerse a la exclusión social, la discriminación o el autorrechazo.

Esta situación recae directamente en esas poblaciones con mayores prejuicios, como pueden ser los entornos rurales, o en aquellos colectivos tradicionalmente maltratados por los sistemas sanitarios, como las personas trans. Para ellos se ha convertido en esencial las herramientas de autotest del VIH, que llegaron a las farmacias en 2018 gracias al Plan Estratégico de Prevención y Control de la Infección por el VIH, y otras (ITS).

Esta forma de autodiagnóstico precoz “es una manera  muy cómoda de realizarte la prueba de VIH de manera rutinaria sin tener que desplazarte al centro de salud o a entidades comunitarias”, indica a ConSalud.esReyes Velayos, presidenta de la Coordinadora estatal de VIH y sida (Cesida). Una forma que permite hacerse varios chequeos al año, algo aconsejable si se tiene una vida sexual activa. 

Algunas Consejerías de Sanidad han realizado convenios con las farmacias para que estas puedan realizar los test, facilitando más el acceso a aquellas personas que no sean capaces de realizárselos ellos mismos                                                                           

La comercialización de estas pruebas en las farmacias ha facilitado el acceso a cualquier persona, como señalan desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF) a este medio. En total, en España hay 22.220 farmacias a disposición de la población. Cualquier persona puede acudir a diferentes establecimientos, “incluso a aquellos alejados de la residencia o del lugar de trabajo en el caso de querer guardar la privacidad”, indican.

Además, algunas Consejerías de Sanidad han realizado convenios con las farmacias para que estas puedan realizar los test, facilitando más el acceso a aquellas personas que no sean capaces de realizárselos ellos mismos, explican desde el CGCOF. Asimismo, permite que las personas cuenten con un apoyo que también les informará de los siguientes pasos si la prueba sale positiva. “Estar acompañada es de gran ayuda porque a mucha gente le da miedo hacerse la prueba”, añade Velayos.

TEST SIN SALIR DE CASA

Cesida cuenta con un teléfono gratuito que también ofrece servicio de apoyo durante las pruebas. Además, con el objetivo de “acercar y facilitar” más el cuidado de la salud, han puesto en marcha el servicio Envhios por el que de forma gratuita envían las pruebas VIH a los domicilios de aquellos que lo soliciten en su web. “Tanto el paquete como el envío son discretos y se realiza desde la farmacia. No guardan tus datos ni hacen preguntas”, señala la presidenta de la Coordinadora estatal.

El envío de autotest beneficia a las personas en zonas rurales, en situación administrativa irregular, mujeres trans y trabajadoras sexuales, entre otras

Estas formas más privadas para acceder a estas pruebas tan importantes para reducir el impacto de la infección y evitar el contagio están destinadas principalmente a los colectivos que no suelen acudir a los centros de salud o a las farmacias, bien por su propia experiencia en esos sitios o por lejanía. “Más del 50% de las mujeres trans retrasa acudir a algún centro sanitario por miedo a los prejuicios o situaciones de discriminación por transfobia”, señala Velayos. En este colectivo el VIH se suele diagnosticar más tarde y las pacientes suelen encontrarse en peor estado de salud que el resto de la población, precisamente por esa reticencia a acudir al médico.

Personas en zonas rurales, con mayor complicación para acceder a centros de salud o servicios comunitarios, o en situación administrativa irregular y por tanto sin acceso al SNS son también el objetivo de este dispositivo que busca mejorar el autodiagnóstico con fórmulas que permiten mayor privacidad. En este sentido, destaca Velayos, también se centran en trabajadoras sexuales que, por diferentes razones, no acuden con frecuencia a las pruebas de detección del VIH, “a veces por desconfianza hacia el sistema sanitario y otras por desconocimiento de donde ir o cómo son tratadas cuando acuden a ellos”

Estas medidas intentan paliar ese 13% de personas sin diagnóstico que no lo reciben muchas veces por el estigma asociado o el miedo al rechazo. “Cuanto antes se tenga el diagnóstico y se empiece el tratamiento es mejor para una misma (porque se te diagnostica en mejor estado de salud y con el sistema inmune más fuerte), y también es beneficioso para frenar la expansión del virus y alcanzar los objetivos de Onusida 2030 para erradicar el VIH”, concluye Velayos.

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