Falta de tiempo y recursos en Atención Primaria: el porqué del consumo excesivo de benzodiacepinas

Uno de los principales problemas que acarrea la Atención Primaria es la falta de recursos y tiempo. A juicio del Dr. Gasull, coordinador del Grupo de Trabajo de Salud Mental de Semergen, esta es una de las razones del consumo excesivo de benzodiacepinas

Médico con paciente (Foto: Freepik)
Médico con paciente (Foto: Freepik)

“La ansiedad, junto con la depresión, son probablemente los trastornos de salud mental que más vemos en Atención Primaria”. Acompañando a estas patologías, acostumbra a estar el insomnio, que puede incluso llegar a ser un trastorno primario. El tratamiento pasa por la higiene del sueño, la psicoterapia y las benzodiacepinas. Estos últimos fármacos pueden ser útiles para algunos pacientes, si bien el problema radica en que se consumen en exceso y durante más tiempo del recomendado. Dependencia, adicción y tolerancia al medicamento son algunos de los resultados negativos de este abuso. Así lo explica a ConSalud.es el Dr. Vicente Gasull, coordinador del Grupo de Trabajo de Salud Mental de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).

No es novedad que uno de los principales problemas que acarrea la Atención Primaria desde hace años es la falta de recursos y tiempo. A juicio del Dr. Gasull, esta falta de tiempo, unida a la necesidad de soluciones rápidas por parte del paciente, lleva a la prescripción de estos fármacos. En poco tiempo, el paciente se acostumbra a su consumo, pues ve una relación causa-efecto rápida: “Me tomo la pastilla y consigo descansar”.

“La indicación de benzodiacepinas suele ser de entre cuatro y seis semanas. El problema es que es un trastorno crónico y el tratamiento se puede prolongar. A la larga, se genera tolerancia y cada vez necesitan más dosis para conseguir el mismo efecto y esto lleva a la dependencia”, explica el Dr. Gasull.

Una de las principales indicaciones de los profesionales para los pacientes con insomnio es la higiene del sueño. Seguir rutinas, no alterar la hora de despertarse, evitar las bebidas y comidas excitantes, alejarse de las pantallas antes de dormir y solo meterse en la cama para descansar, son algunas de las recomendaciones de los expertos.

“No es que los médicos de Atención Primaria quieran sobremedicar a los pacientes”, sino que los psicofármacos es, en la mayoría de ocasiones, “la única respuesta que pueden dar”

La psicoterapia es otra de las líneas de acción para tratar los problemas de ansiedad y depresión que llevan a no dormir a muchos pacientes. Con todo, para ello se necesitan psicólogos clínicos, unos profesionales “prácticamente” inexistentes en Atención Primaria y que escasean en el Sistema Nacional de Salud.

Y esto lleva a un consumo excesivo de benzodiacepinas y otros psicofármacos. Tanto es así, que España está en el top 3 europeo, junto con nuestra vecina Portugal, en lo que a consumo de antidepresivos, ansiolíticos y benzodiacepinas respecta. En este último, ostentamos el récord de ser los que más de estos fármacos consumimos a nivel mundial.

Tal y como comentaba a este medio Diego Carracedo, portavoz de la Sociedad Española de Psicología Clínica, “no es que los médicos de Atención Primaria quieran sobremedicar a los pacientes”, sino que los psicofármacos es, en la mayoría de ocasiones, “la única respuesta que pueden dar”.

“En España sucede que tenemos una sanidad muy desbordada, un mercado laboral precario, muchas dificultades para conciliar… Al final, entre este malestar y la necesidad de una solución rápida, resulta mucho más fácil para dormir esta noche tomarse un lorazepam – fármaco del grupo de las benzodiacepinas comercializado como Orfidal, entre otros – que cambiar los hábitos o rutinas diarias”, lamenta Carracedo.

Las benzodiacepinas “alteran las fases del sueño y la memoria se fija durante una de estas fases del sueño”

En este sentido, tanto el psicólogo como el médico de familia coinciden en destacar la figura del psicólogo clínico en Atención Primaria. Estos profesionales acompañan al paciente, le ayudan a vencer miedos o ideas irracionales respecto al sueño, les enseñan técnicas de relajación y le dan herramientas para superar trastornos ansiosos o depresivos a través de la psicoterapia. “Son de mucha ayuda y si se incorporaran en Atención Primaria, sería muy favorecedor para el paciente y para su calidad de vida, y también descargarían al médico de Atención Primaria”, apunta el Dr. Gasull.

¿UN MAYOR RIESGO DE DEMENCIAS?

Algunos estudios apuntan que el consumo de benzodiacepinas está relacionado con un aumento de demencias y enfermedades neurodegenerativas. Sobre este tema, el Dr. Gasull advierte que “no está demostrada la relación causa-efecto” entre ingerir estos fármacos y desarrollar una patología neurodegenerativa.

Con todo, lo que sí está constatado es que las benzodiacepinas “alteran las fases del sueño y la memoria se fija durante una de estas fases del sueño”, con lo cual sí pueden alterar la memoria y dar pie a un deterioro cognitivo que, en algunos casos, puede conducir a un aumento de las tasas de alzhéimer.

Asimismo, el consumo a largo plazo de estos fármacos, y en especial en los pacientes mayores, tienen efectos miorelajantes (relajación de los músculos) y alteran el equilibro, lo cual puede aumentar el riesgo de caídas, fracturas o golpes, con la morbimortalidad que ello conlleva, concluye el portavoz de Semergen. 

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