La FJD incorpora una innovadora herramienta para los pacientes con cáncer de vejiga

La Fundación Jiménez Díaz incorpora un nuevo biomarcador llamado Bladder Epicheck para optimizar el diagnóstico y seguimiento de los pacientes

Hospital Fundación Jiménez Díaz (Foto. Quirónsalud)
Hospital Fundación Jiménez Díaz (Foto. Quirónsalud)
18 septiembre 2023 | 13:20 h

El hospital madrileño Fundación Jiménez Díaz  añade a su arsenal terapéutico una nueva herramienta para el tratamiento de personas con cáncer de vejiga: el test de metilación de ADN Bladder Epicheck, se trata de una prueba genómica basada en un análisis por PCR, partiendo del ADN presente en la orina obtenida mediante micción espontánea, y que permite estudiar un panel de 15 marcadores para detectar cambios en la metilación de ADN, específicos de los tumores vesicales.

El cáncer de vejiga es el noveno cáncer más diagnosticado a nivel mundial, suele detectarse alrededor de los 70 años, su principal riesgo es el hábito tabáquico y la hematuria (presencia de sangre en la orina) el síntoma más frecuente. El escenario se completa con diferencias geográficas marcadas, siendo los tumores de la vía urinaria mucho más frecuentes en el oeste europeo, lo que incluye España, así como en América del Norte, frente a Asia o Europa del Este.

Entre los aspectos más positivos de la evolución de este tipo de tumor destaca que en la mayoría de los casos se diagnostican en fases precoces de desarrollo, lo que facilita su curación con cirugía. Sin embargo, “cuando el tumor está más avanzado, la curación puede ser difícil, o incluso imposible, y los objetivos del tratamiento cambian hacia prolongar la supervivencia y mejorar la calidad de vida del enfermo”, explica el Dr. Ramiro Cabello Benavente, jefe asociado del Servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y responsable de su Unidad de Urología Oncológica.

Para el diagnóstico y seguimiento del cáncer de vejiga se precisan pruebas invasivas que suponen un importante impacto para el paciente, ya que se le debe realizar un seguimiento de vigilancia continuada según el riesgo de recurrencia y la progresión del tumor, lo que ocasiona incomodidad, realización de pruebas invasivas (cistoscopia) y procedimientos quirúrgicos (resección transuretral de vejiga) recurrentes; y requieren, además, tiempo, personal y organización específicas para su realización.

 “Utilizar este biomarcador es un importante avance en el diagnóstico y seguimiento de los pacientes con cáncer de vejiga que ayuda a disminuir intervenciones innecesarias sobre el tracto urinario y a generar un impacto significativamente positivo en la calidad de vida de los afectados”

UN PROCEDIMIENTO INNOVADOR, EFICAZ Y NO INVASIVO

Esta prueba, al tratarse de una no invasiva facilita y mejora notablemente la el bienestar de los pacientes. "Utilizar este biomarcador es un importante avance en el diagnóstico y seguimiento de los pacientes con cáncer de vejiga que ayuda a disminuir intervenciones innecesarias sobre el tracto urinario y a generar un impacto significativamente positivo en la calidad de vida de los afectados" asegura el Dr. Cabello.

Según los datos publicados, esta técnica, tiene una precisión de casi el 98 por ciento de descartar presencia de tumor en caso de que la prueba resulte negativa,  incrementa de forma significativa la precisión para detectar un tumor de vejiga de alto grado, ayuda en la toma de decisiones y además, en ciertos pacientes y escenarios, puede permitir reducir la frecuencia y/o necesidad de cistoscopias sin pasar por alto la presencia de tumores agresivos.

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