El frenillo lingual corto o anquiloglosia se corrige con una cirugía de pocos minutos

El Hospital Universitario Quirónsalud Madrid realiza este tipo de intervenciones, en las que permite que los padres acompañen a sus hijos a quirófano

Dres. Carlos Delgado y Pascual Sanabria flanquean al paciente y su madre (Foto: Quirónsalud)
Dres. Carlos Delgado y Pascual Sanabria flanquean al paciente y su madre (Foto: Quirónsalud)
CS
13 abril 2023 | 12:15 h

El frenillo lingual es una membrana que une la lengua a la base de la boca, permitiendo sus movimientos. Sin embargo, hasta un 10% de los niños tienen este frenillo demasiado corto, de forma que los movimientos de la lengua se ven restringidos. Esto genera problemas de deglución y la dinámica de succión. Además, en lactancia materna, el frenillocorto provoca un agarre inadecuado al pezón, haciendo dolorosas las tomas.

El frenillo lingual corto o anquiloglosia, suele ser diagnosticado antes del primer año de vida. “Los casos en los que el frenillo lingual provoca restricción más leve al movimiento de la lengua se suelen diagnosticar entre los 3 y 4 años, cuando estos niños comienzan a tener dificultad para pronunciar las consonantes palatales, principalmente la ‘r’ y la ‘rr’ que no consiguen mejorar con logopedia”, afirma el Dr. Carlos Delgado Miguel, cirujano pediátrico del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

Para los casos de frenillo lingual corto, la cirugía consiste en exponer el frenillo en quirófano y realizar un corte transversal con un bisturí eléctrico, evitando sangrados. Tras esto se aplica anestesia tópica. En total, la intervención dura pocos minutos.

Carlos Delgado Miguel: "La última cara que ve el niño antes de la intervención y la primera al despertarse es la de su padre o su madre”

En el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid realizan esta intervención, en la que permiten que los niños sean acompañados por sus padres hasta quirófano. Esto se hace con el fin de evitar situaciones estresantes, tanto para los niños que se separan de sus padres, como para los padres que pueden presentar ansiedad ante la situación de someter a sus hijos a una intervención quirúrgica. "La última cara que ve el niño antes de la intervención y la primera al despertarse es la de su padre o su madre”, afirma el Dr. Carlos Delgado Miguel.

Esta intervención beneficia especialmente a bebés con los frenillos más cortos y restrictivos. “Justo tras la cirugía ya se aprecia que levantan la lengua correctamente en el bostezo. También comenzarán a realizar movimientos con la lengua que no eran capaces de hacer debido al anclaje que padecían", zanja el doctor.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído