Hidratación, control y evitar el sol, para que la playa sea segura para los mayores

El calor, el oleaje, los ahogamientos o la deshidratación son algunos de los peligros para los mayores en la playa

Una de las playas de Cantabria (Foto. Gobierno de Cantabria)
3 agosto 2021 | 12:30 h

En pleno verano y con el aumento de las temperaturas, la playa se convierte en el destino ideal para afrontar el calor del verano. Sin embargo, para las personas mayores la playa puede suponer un peligro por el oleaje, el riesgo de ahogamiento, la deshidratación o un golpe de calor.

“Nadando se hace un ejercicio muy completo, mejora el metabolismo, es relajante, favorece el sueño y mejora la circulación, entre otros muchos beneficios para la salud”, explica David Curto, director Médico, Calidad e Innovación de Sanitas Mayores. Pero siempre hay que mantener unos cuidados, principalmente para que sea un espacio seguro para mayores. Los consejos del experto van desde acompañar, controlar la zona, cuidar la piel hasta la hidratación.

Acompañamiento. Los mayores deben bañarse siempre acompañados de un adulto para prevenir cualquier problema o emergencia, como la picadura de una medusa o ahogamientos. Además, en los últimos años se han popularizado unas boyas de seguridad que son altamente recomendables.

Las altas temperaturas son un peligro, por lo que conviene acudir a la playa en franjas horarias donde el sol tiene menos fuerza

Zonas controladas. Es recomendable refrescarse en zonas poco profundas, con poco oleaje, donde siempre hagan pie en el fondo y con buena visibilidad para los socorristas. Además, solo cuando haya bandera verde.

Temperatura del agua. Entrar en el agua del mar de forma pausada y progresiva para que el cuerpo se vaya acostumbrado poco a poco a la bajada de la temperatura es muy beneficioso. Una vez dentro, en cuanto se sienta frío, se debe salir del agua sin esperar a que resulte incómodo.

Precaución con el sol. Uno de los mayores peligros en la playa es la exposición al sol. Las altas temperaturas son un peligro, por lo que conviene acudir a la playa en franjas horarias donde el sol tiene menos fuerza y evitando las horas centrales del día. Así habrá menos riesgo de deshidratación e insolación, entre otros peligros.

No se recomienda estar sentado durante muchas horas, sino levantarse, estirar las piernas y caminar regularmente

Cuidar la piel. Otro elemento que debe cuidarse mucho es la piel, que en el caso de las personas mayores sufre de mayor sequedad y no debe exponerse al sol. Siempre se debe estar bajo una amplia sombra y usar un protector solar del máximo factor posible. 

Cuidar la postura. Es habitual pasar muchas horas en la playa a lo largo del día y así exprimirla máximo, pero se debe cuidar la higiene postural a lo largo de todas esas horas. Para ello, no se recomienda estar sentado durante muchas horas, sino levantarse, estirar las piernas y caminar regularmente. Durante el tiempo que se esté tumbado o sentado, lo más recomendable es en una silla o tumbona de calidad, con buenos respaldos y soportes que garanticen una buena postura para espalda y cuellos, y así se evitarán algunas lesiones o contracturas que surgen al apoyarse sobre la arena.

Hidratación. Un principio muy básico, pero no por ello menos importante, es la constante hidratación. Se debe beber agua con mucha frecuencia sin esperar a tener sed, además de que se puede complementar con el consumo de frutas, zumos y batidos que también hagan su aporte de agua, vitaminas y minerales.

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