Hospitalización psiquiátrica infantil a domicilio: "Éxito en el 90% de los casos"

Tras siete meses en funcionamiento, el programa de hospitalización psiquiátrica a domicilio de niños y adolescentes del Niño Jesús ha atendido a 44 pacientes

Pasillo de psiquiatría infantil del Hospital Niño Jesús (Foto. H. Niño Jesús)

En julio se puso en marcha el programa pionero de la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica a Domicilio para niños y adolescentes en el Hospital público Infantil Niño Jesúsde la Comunidad de Madrid. Una iniciativa que cumple casi ocho meses y que ha mostrado ser un éxito en el tratamiento de 44 pacientes. “Se han conseguido que más del 90% de los casos hayan acabado bien. Además, existe una alta satisfacción por parte de los chicos y de las familias”, explica a Consalud.es la Dra. Montserrat Graell, jefa del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Niño Jesús.

Los niños y los adolescentes que sufren problemas de salud mental son especialmente vulnerables. Las afecciones de salud mental tienden a ir aparejadas a una situación discapacitante y a un estigma social que, en el caso de la edad pediátrica, se une al propio desarrollo de la personalidad y del desarrollo físico que normalmente genera cierta inseguridad. En esta situación especialmente compleja, el entorno se vuelve esencial para la curación y atención de estas personas.

Por ello, desde el Niño Jesús se ideó realizar los procesos de hospitalización no en el propio hospital, sino en la casa de los pacientes, en su entorno junto a la familia. “Es un tratamiento más humanizado e igual de eficaz, con lo que evitamos el estigma del ingreso en un hospital”, señala la jefa del Servicio de Psiquiatría y Psicología. Además, supone una participación más activa de la familia, lo que estrecha los lazos entre ellos.

“Las familias aprenden a lidiar con los síntomas que presentan los hijos”

Los niños que han recibido esta clase de atención tenían una variedad de trastornos. “Hemos llevado niños con trastorno de la conducta alimentaria (TCA), trastornos del ánimo, estrés post-traumático, trastornos obsesivos compulsivos (TOC), trastornos psicóticos, del espectro autista, los que cursan con autolesiones suicidas o niños con riesgo de suicidio leve o moderado”. Todos ellos precisaban de cuidados de rango hospitalario y cumplían criterios para el cuidado en casa. “No tenían riesgos como desnutrición extrema o riesgo alto de suicidio, ni ninguna situación que no se pudiera contener en la casa”, indica la Dra. Graell.

VENTAJAS Y PAPEL DE LA FAMILIA

También sus familias tienen que cumplir ciertos requisitos, como ser capaz de comprometerse y participar de forma activa en el proceso de curación de sus hijos o hermanos. “Las familias aprenden a lidiar con los síntomas que presentan los hijos y a modular el miedo y la angustia que ellos mismos sufren ante la enfermedad mental y la necesidad de lidiar con ella”.

Son los que cuidan a sus hijos con un trastorno agudizado las 24 horas del día, les marcan el plan de vida a diario, que conlleva horario, horas de sueño, actividades que puede o no hacer, alimentación a seguir... y se aseguran de que tomen las medicaciones. Además, han de seguir siendo padres. “Las familias se sienten parte de la mejoría de sus hijos y eso les hace comprender a sus hijos, lo que mejora su relación”, señala Montserrat Graell.

Todos estos procesos son pautados y vigilados por los profesionales sanitarios, que acuden diariamente a los domicilios. El equipo está formado por un psiquiatra, un psicólogo y los miembros de Enfermería Psiquiátrica. “Les hacen una visita diaria de lunes a viernes por a la mañana. En las tardes o fines de semana, enfermería contacta de forma telemática por si necesitan atención o tienen dudas”, detalla la Dra. Graell. El equipo del Niño Jesús cuenta con ocho miembros, aunque “se necesitarían más”.

Los niños y adolescentes“no sufren la separación del entorno familiar y reciben más apoyo emocional de la familia”

Con esta forma de atención los niños y adolescentes “no sufren la separación del entorno familiar, reciben más apoyo emocional de la familia, los cambios del tratamiento conductual se hacen en el mismo entorno donde viven y se reduce el impacto emocional y el estigma del ingreso en hospitales”.

Así, más del 90% de los casos han cursado de forma favorable, es decir, no han precisado en su etapa de necesidad de atención hospitalaria de ingreso en el centro. Aquellos que sí precisaron de ingreso en algún momento pero estaban en el programa vivieron situaciones en los que aparecieron factores emergentes. Algunos de ellos fue un incremento del riesgo de suicidio que hace que la casa pierda la seguridad con la que contaba y se precise de ingreso en la sala psiquiátrica. Otra también común fue un aumento del nivel de ansiedad que llevó a un estado de agitación que necesitó de atención en el hospital.

Con todo ello, el alto porcentaje de éxito permitió alcanzar “los objetivos personalizados de cada niño y familia”. “Estamos muy contentas”, precisa Monsterrat Graell, jefa del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Niños Jesús que puso en marcha este programa.

EL PROGRAMA ANTE LA OLA DE SALUD MENTAL

La visibilidad de la salud mental, así como el impacto de la pandemia Covid-19, han supuesto un aumento de demanda de atención psicológica y psiquiátrica en todos los grupos de edades, incluidos niños y adolescentes. Estos han sido algunas de las poblaciones más vulnerables a los efectos del estrés, el miedo, la incertidumbre y la separación social de estos dos últimos años. La ansiedad y la depresión han aumentado en este grupo de edad, también han aparecido más casos y principalmente se han agravado los ya existentes de trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y los trastornos obsesivos compulsivos (TOC).

Estos hechos están haciendo que la demanda de atención en salud mental crezca, aunque con ello no está creciendo la oferta. El programa de hospitalización a domicilio se ideó en 2019, cuando ya había un aumento de la demanda, pero no se avistaba una ola o un tsunami como el que se está viviendo. “Ahora con la pandemia y la elevada demanda este programa seria aún más útil”, señala la Dra. Graell. “Es una alternativa eficaz a la hospitalización y no necesita los recursos de infraestructura hospitalaria”.

La falta de camas está haciendo que existan listas de espera en diferentes unidades, como la Unidad de TCA del Hospital Universitario de Santa Cristina y en consultas de diferentes hospitales, no solo en la Comunidad de Madrid, sino también en otras regiones. “Este programa es conveniente que lo lleven más centros, aliviará la hospitalización”, concluye la jefa de Psiquiatría del Niño Jesús.

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