La implantación del ‘Código Shock’ consigue la supervivencia del 50% de los pacientes

La mortalidad del shock cardiogénico que no responde a medidas iniciales y con evidencia de disfunción de órganos se acerca al 100%, siendo la forma más grave de insuficiencia cardiaca.

Cardiología. (Foto Pixabay)
Cardiología. (Foto Pixabay)
CS
25 noviembre 2020 | 11:15 h
Archivado en:

La Asociación de Insuficiencia Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) celebra su reunión anual del 25 al 28 de noviembre. En el encuentro, que se desarrolla en esta ocasión de forma virtual debido a la pandemia de la COVID-19, se hablará, entre otros asuntos, de cómo organizar la atención al paciente con insuficiencia cardiaca.

El Dr. Javier Segovia, jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid) y miembro de la SEC, tratará la importancia de la atención precoz en insuficiencia cardiaca aguda (ICAg). Como explica el especialista, “la insuficiencia cardiaca aguda es muy frecuente, de forma que podemos estimar que causa unos 80.000 ingresos hospitalarios anuales en nuestro país”. De hecho, prosigue, “es la primera causa de ingreso en mayores de 65 años e implica un mal pronóstico: entre el 3 y el 10% de los pacientes fallecen en el mismo ingreso, y al cabo de un año ha muerto el 20-25%, en general por causa cardiaca”.

La aplicación rápida de dispositivos de asistencia mecánica circulatoria consigue revertir el daño multiorgánico y posibilita una salida al fracaso cardiaco

Sin embargo, el Dr. Segovia no cree necesaria la creación de un ‘Código ICAg’, como sí ocurre con otras enfermedades como el infarto de miocardio, la parada cardiaca o el ictus, entre otros. “Si bien la insuficiencia cardiaca aguda es frecuente y su mortalidad durante el ingreso es similar a la del infarto agudo de miocardio, no existe intervención cuya aplicación más rápida haya demostrado aportar un beneficio sustancial en términos de supervivencia y reducción de secuelas”, asegura el especialista en cardiología. Además, las intervenciones que mejoran los síntomas en estos pacientes no requieren de gran especialización para su aplicación.

Solo en el caso del shock cardiogénico, la forma más grave de insuficiencia cardiaca aguda, el Dr. Segovia defiende la creación de un ‘Código Shock’. “En el shock refractario a medidas iniciales y con evidencia de disfunción de órganos la mortalidad se acerca al 100%, aunque afortunadamente representa menos de un 5% de todos los casos de insuficiencia cardiaca aguda”, detalla el Dr. Segovia.

El cardiólogo comenta que la aplicación rápida de dispositivos de asistencia mecánica circulatoria, disponibles en centros con unidades de insuficiencia cardiaca avanzada o shock, consigue revertir el daño multiorgánico y posibilita una salida al fracaso cardiaco. “Mediante estas sofisticadas unidades y centros especializados en el shock cardiogénico, se ha conseguido la supervivencia a corto y medio plazo de más de un 50% de estos pacientes. Por eso, en este caso sí está justificada la implantación de un ‘Código Shock’ para detección, traslado y tratamiento precoz de este subgrupo de pacientes”, dice el Dr. Segovia.

De hecho, se han publicado algunas experiencias de funcionamiento de ‘Código Shock’  en París (La Pitiè), Nueva York (Columbia) y Madrid (Puerta de Hierro) con supervivencias del 50-56% a corto y medio plazo en series de más de 100 pacientes con esta entidad.

El especialista explica que el ‘Código Shock’ funciona estratificando hospitales en tres niveles que se comunican inmediatamente ante la aparición de un caso de shock cardiogénico: “Los de nivel más básico han de tener UCI para reconocer lo más precozmente el shock y derivar a los pacientes. Los de nivel medio pueden poner medidas iniciales para estabilizarlos y los centros más avanzados son los que disponen de un ‘shock team’ de guardia con posibilidad de usar todas las técnicas para tratar a corto y largo plazo a estos pacientes”.

HOSPITAL DE DÍA Y PERSONAL DE ENFERMERÍA

El congreso también prestará especial atención al hospital de día de insuficiencia cardiaca y al papel central del personal de enfermería en la atención a los pacientes con esta patología. Hay que recordar que la insuficiencia cardiaca afecta al 2,7% de la población mayor de 45 años y al 8,8% de los mayores de 74. Además, es la primera causa de hospitalización por encima de los 65 años y representa entre el 2 y el 3% del gasto sanitario español.

Como subraya el Dr. Josep Comín, jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Bellvitge y  miembro de la SEC, “los hospitales de día de insuficiencia cardiaca son estructuras dentro de los hospitales que permiten atender a pacientes con esta patología bajo consulta programada, administrar opciones terapéuticas para las que normalmente sería necesario ingresar al paciente y áreas de acceso abierto para pacientes con descompensaciones a las que se puede acudir de forma precoz sin necesidad de visita planificada”.

La insuficiencia cardiaca afecta al 2,7% de la población mayor de 45 años y al 8,8% de los mayores de 74

La evidencia acumulada demuestra que el hospital de día de insuficiencia cardiaca reduce de forma drástica los reingresos hospitalarios, pero para su puesta en marcha se establecen unos requisitos: “Debe contar con un área específica para estos pacientes y con personal de enfermería formado en insuficiencia cardiaca que pueda administrar las opciones terapéuticas específicas, realizar intervenciones educativas y llevar un seguimiento estructurado de los pacientes”, apunta el Dr. Comín.

Por otro lado, el cardiólogo destaca que “una atención integrada y multidisciplinar es la única garantía para asegurar que la atención al paciente con insuficiencia cardiaca será completa, holística y les aportará beneficios”.

Ana María Zambrana Uriel, enfermera en el Complejo Hospitalario de Navarra, asegura que una gran parte del éxito de las unidades de insuficiencia cardiaca se debe al rol que desarrolla el personal de enfermería: “Somos profesionales especializados, encargados de la educación del paciente y sus cuidadores, haciendo partícipes a estos en su autocuidado y consiguiendo una buena adherencia al tratamiento”.

El personal de enfermería participa activamente en la valoración clínica del paciente, atendiendo las descompensaciones por insuficiencia cardiaca y realizando la titulación de fármacos de impacto pronóstico. Además, Zambrana señala que “son los encargados de la organización del trabajo en la unidad de insuficiencia cardiaca garantizando que el tiempo de atención al paciente sea el necesario y la administración adecuada de los tratamientos endovenosos”.

OTROS TEMAS DE INTERÉS

El Dr. José González Costello, presidente de la Asociación de Insuficiencia Cardiaca de la SEC, destaca “el alto nivel científico de la reunión, en la que se tratarán otros muchos temas como las peculiaridades de la insuficiencia cardiaca en el anciano, los avances en dispositivos para el manejo de esta patología, la hiperpotasemia en el contexto de esta enfermedad o la relación entre insuficiencia cardiaca y la insuficiencia renal avanzada o la diabetes”.

González Costello resalta también la participación de otras especialidades como medicina interna o nefrología, “claves en el manejo multidisciplinar de los pacientes con insuficiencia cardiaca”.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído