La amenaza tras el cambio climático, las infecciones vectoriales: el dengue avanza hacia Europa

Naciones Unidas alerta de la amenaza de que el dengue llegue a Europa con el aumento de las temperaturas. Otras enfermedades también están cada vez más latentes, en especial en España

Un mosquito en el brazo de un hombre, mosquitos como los Aedes son transmisores de infecciones (Foto. Freepik)
Un mosquito en el brazo de un hombre, mosquitos como los Aedes son transmisores de infecciones (Foto. Freepik)

Cada año nos aproximamos más hacia una realidad en la que aquellas enfermedades asociadas a otros climas lleguen a Europa y se conviertan en autóctonas. Se trata de las infecciones transmitidas por mosquitos, patologías latentes que el cambio climático está empujando a nuevas latitudes: el dengue, la fiebre amarilla, chikungunya, virus del Nilo y el zika. Estas están aterrizando en lugares donde antes no existían, como España.

Las olas de calor, las inundaciones y los veranos cada vez más largos y cálidos en Europa están constituyendo el clima perfecto para la proliferación de estos mosquitos. La especie de mosquitos Aedes, responsable de la transmisión de estas patologías están asentándose en estos países más al norte que sus regiones de origen. Aunque de momento no transmiten los virus, al ser uno de los vectores de la infecciones, es cuestión de tiempo que lo hagan.

Así lo alertan el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y la Organización de Naciones Unidas (ONU). Según datos de la institución europea, en diez años la población del Aedes albopictus, transmisor de los virus chikungunya y dengue, ha pasado de estar presente en 8 países de la UE con 114 regiones afectadas, a 13 países y 337 regiones. En 2022 se notificaron en Europa 1.133 casos y 92 muertes por el virus del Nilo Occidental y 71 casos de dengue.

En 2022 en España se notificaron cuatro casos de infección por virus del Nilo Occidental y seis de dengue de adquisición local, único país junto con Francia que notificaron casos de esta enfermedad.

El Aedes aegypti, transmisor del dengue, la fiebre amarilla, el chikungunya, el zika y, potencialmente, los virus del Nilo Occidental, se estableció en 2022 en Chipre y se estima que seguirá propagándose en adelante hacia otros países europeos.

ESPAÑA, CON UNA TASA DE ESTABLECIMIENTO ELEVADA

Aunque nuestro país no es en el que más se ha asentado el Aedes albopictus, sí tiene una alta tasa de ocupación. Este mosquito está establecido en la totalidad de Italia, en Eslovaquia, Croacia, Grecia, el sur de Francia, Suiza, en el sur de Alemania y en el este y suroeste de España. En 2022 en nuestro país se notificaron cuatro casos de infección por virus del Nilo Occidental y seis de dengue de adquisición local, único país junto con Francia que notificaron casos de esta enfermedad.

Las enfermedades por el virus del Nilo Occidental son en su mayoría asintomáticas. La presentación más común es la fiebre del Nilo Occidental, caracteriza por la aparición repentina de síntomas que pueden incluir dolor de cabeza, malestar general, fiebre, mialgia, vómitos, erupción cutánea, fatiga y dolor ocular. Para la que no existe profilaxis.

Sí que existe, por otro lado, vacuna frente al virus del dengue. Este patógeno es endémico en 100 países en el mundo y, según datos del ECDC, su incidencia “está creciendo dramáticamente en las últimas décadas de forma global”. La enfermedad causa en la gran mayoría de casos síntomas leves o cuadros asintomáticos. Sin embargo, cada año 20.000 personas fallecen por esta enfermedad que aunque cuenta con vacuna, no cuenta con tratamiento curativo, sino sintomático.

En 2000 hubo medio millón de casos de dengue, en 2022 se registraron más de 4,2 millones

Nuestro país también está expuesto a infecciones como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, que el 27 de agosto de 2020 se detectó en Salamanca; y está amenazado con que lleguen los virus del Zika, del chikungunya u otros tipos de fiebres hemorrágicas. Como advierten los expertos, cada año se dan casos importados de estas patologías, e incluso se notifican autóctonos. Es algo de momento esporádico y puntual, pero que se estima que se diseminará pronto por Europa.

Como recuerda Naciones Unidas, en el caso concreto del dengue, “el virus y el vector se multiplican más rápido a mayor temperatura, y sobreviven incluso en escasez de agua”. En 2000 hubo medio millón de casos de esta patología tropical, en 2022 se registraron más de 4,2 millones en un incremento que se está dando principalmente en Asia, pero que también afecta a América y a Europa.

La población en general puede evitar la exposición con medidas de autoprotección como mosquiteras, repelentes, el uso del aire acondicionado, ropa que cubra la piel… Sin embargo, son principalmente las instituciones y administraciones las que tienen que tomar medidas para reducir el impacto del aumento de la población de mosquitos.

España lleva años sin actualizar los protocolos, pero se cuentan con programas de fumigación. Además, nuestro país ha adquirido la vacuna contra el dengue para las personas que vayan a viajar, y se estima que pronto se desarrollarán vacunas contra el zika o el chikungunya. Todo para evitar un colapso del sistema nacional por el incremento de patologías para las que la climatología española ya ha hecho del territorio nacional un caldo de cultivo para su asentamiento.

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