Alarma en Japón por las infecciones de garganta por estreptococo: los casos en Tokio se triplican

Las infecciones de garganta por estreptococo pueden derivar en SSTS, que tiene una tasa de mortalidad de hasta el 30% y ya había afectado a 474 personas en Japón hasta el pasado 10 de marzo

Aumenta en Japón la preocupación por el SSTS (Foto: Canva)
Aumenta en Japón la preocupación por el SSTS (Foto: Canva)
Carmen Bonilla
27 marzo 2024 | 11:35 h
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Las autoridades sanitarias japonesas advierten a la población sobre el aumento en las infecciones de garganta por estreptococo potencialmente mortales. Según ha informado la agencia Reuters, los casos son aproximadamente tres veces más altos que el año pasado solo en Tokio. A su vez, en todo el país, estas infecciones se están diagnosticando a un ritmo cuatro veces mayor que en los últimos cinco años.

Cuando la infección se propaga por todo el cuerpo, deriva en el conocido síndrome de shock tóxico estreptocócico (SSTS), que puede causar insuficiencia orgánica y tiene una tasa de mortalidad de hasta el 30%. Hasta el pasado 10 de marzo, Japón registró 474 casos de SSTS. Sin embargo, a pesar de estas cifras, es poco probable que la infección conduzca a una situación pandémica.

Es poco probable que la infección conduzca a una situación pandémica

De acuerdo con el profesor de enfermedades infecciosas en la Universidad de Salud de Fujita, Hitoshi Honda, esto se debe a que la enfermedad no es respiratoria como la neumonía o el Covid-19. "Esta es una infección por gotitas", dijo Honda. "La higiene de las manos es extremadamente importante para prevenir infecciones estreptocócicas invasivas".

A pesar de ello, recientemente el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (NIID) reconoció que aún no podía proporcionar una explicación a lo que está sucediendo, debido a que "todavía hay muchos factores desconocidos con respecto a los mecanismos detrás de las formas fulminantes (graves y repentinas) de estreptococos". Los casos estimados para 2024 superarán el número registrado en 2023, que concluyó con un total de 941 casos.

Las infecciones de garganta por estreptococos son infecciones tanto de la propia garanta como de las amígdalas, que están causadas por unas bacterias llamadas Streptococcus del grupo A. Se trata de bacterias muy contagiosas, que generalmente se transmiten a través de gotitas respiratorias o por contacto directo. En raras ocasiones, pueden llegar a propagarse a través de alimentos no manipulados de forma adecuada.

Generamente, esta infección es leve, aunque puede llegar a ser muy dolorosa. Los principales síntomas pueden incluir fiebre, dolor al tragar, amígdalas enrojecidas, manchas o placas de pus, puntitos rojos en el paladar e inflamación de los ganglios linfáticos del cuello. Por otro lado, hay síntomas menos comunes que pueden incluir dolor de cabeza y estómago, náuseas o vómitos y sarpullido.

Cualquier persona está en riesgo de contraer una infección de garganta por estreptococos, aunque hay factores que pueden aumentar el riesgo de contraer la infección

Cualquier persona está en riesgo de contraer una infección de garganta por estreptococos, aunque hay factores que pueden aumentar el riesgo de contraer la infección. Uno de ellos es la edad, de modo que suelen ser más comunes en niños que en adultos. Generalmente, suceden con mayor frecuencia en niños de cinco a 15 años, y son poco frecuentes en menores de tres. El contacto cercano con personas enfermas es el factor de riesgo más común, por lo que los padres de niños en edad escolar y los adultos en contacto frecuente con niños corren un mayor riesgo.

Se trata de una enfermedad que es tratada con antibióticos, que se emplean para reducir el tiempo de enfermedad, aliviar los síntomas, prevenir la transmisión de las bacterias a otras personas y prevenir las complicaciones graves. Para prevenir estas infecciones, es fundamental tener hábitos saludables, como cubrirse nariz y boca al toser o estornudar, lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón durante 20 segundos y lavar los cubiertos o platos después de que los haya usado una persona enferma.

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