La localidad murciana de La Aljorra, una pedanía de Cartagena de alrededor de 4.600 habitantes registra aproximadamente el triple de casos de cáncer que cualquier otro pueblo con un censo similar. Así se destaca desde hace tiempo y los propios aljorreños han protestado en varias ocasiones por ello.
La alta incidencia de la enfermedad la relacionan con los efectos de una fábrica de plásticos en la localidad (SABIC) y afirman que el aire que respiran a consecuencia de los residuos contaminantes de esas infraestructuras es el culpable de los casos de cáncer en el pueblo.
Los resultados del estudio hacen hincapié en la necesidad de llevar a cabo evaluaciones detalladas sobre los riesgos para la salud de los niños que han estado expuestos a emisiones tóxicas industriales
Lo cierto es que recientemente se ha publicado en la revista científica Science Direct un estudio al respecto. En sus conclusiones relacionan y sugieren una posible asociación entre la proximidad de ciertas industrias con el aumento del riesgo de tumores en las personas que viven cerca. En general, vivir al lado de cualquier actividad industrial parece aumentar esta incidencia.
Estos resultados hacen hincapié en la necesidad de llevar a cabo evaluaciones detalladas sobre los riesgos para la salud de los niños que han estado expuestos a emisiones tóxicas industriales.
DENUNCIA DE LA SITUACIÓN
Desde el grupo municipal Cartagena Sí Se Puede (CTSSP) se ha exigido en más de una ocasión a la Consejería de Medio Ambiente de Murcia que tome cartas en el asunto y ponga en marcha soluciones de manera urgente. Estudios médicos recientes revelan que existe una vinculación directa entre las emisiones de fábricas como SABIC y afecciones en la salud de la población, como son las estadísticas de cáncer infantil, que triplican la media de la región.
El grupo municipal afín a Podemos recuerda a la CARM que debe cumplir con su obligación de velar por la salud ciudadana, y ejecutar todos y cada uno de los compromisos alcanzados en la Mesa de Calidad del Aire. Desde CTSSP se pide a las administraciones que no hagan oídos sordos a las peticiones vecinales, como son el aumento de los controles y las emisiones; la medición de todos los contaminantes y el traslado de la ubicación de la estación medidora del pueblo (para que no arroje valores distorsionados al estar ubicada en una zona verde). Pero sobre todo, desde CTSSP se considera prioritario hacer amplios estudios epidemiológicos a las poblaciones afectadas y poner en marcha ya alternativas a la incineración de residuos peligrosos.