La leucemia mieloblástica aguda (LMA) implica diferentes tipos de células mieloides, con o sin mutaciones genéticas, que influyen en el pronóstico de la enfermedad. Su incidencia aumenta con la edad, lo que explicaría que “más de la mitad de los pacientes afectados tenga más de 65 años”, como explica Pau Montesinos, coordinador del 3er Workshop Anual PETHEMA LMA junto con Miguel Ángel Sanz, ambos del Hospital Universitario y Politécnico La Fe, de Valencia.
El abordaje de la LMA es por tanto complicado porque “el tratamiento tradicional, basado en quimioterapia intensiva, es muy difícil de administrar, sobre todo a partir de los 65-70 años, y sus resultados siguen siendo pobres”, señala el experto. Dicho tratamiento, que puede ir seguido o no de trasplante de médula ósea, “se adapta a cada paciente de acuerdo a su categoría de riesgo y edad, de tal manera que la supervivencia general esperable a los cinco años es actualmente superior al 60% en aquellos de menor riesgo, e inferior al 30% en los de peor pronóstico”.
Por todo esto, “se hace necesario el desarrollo de nuevos tratamientos dirigidos a dianas genéticas y acompañados de menos efectos secundarios, sobre todo en pacientes a partir de 65-70 años”, apunta Montesinos.
“A día de hoy, hay múltiples moléculas en experimentación, pero todavía es necesario combinar estos nuevos fármacos con agentes quimioterápicos tradicionales para obtener unos resultados razonables”. Con todo esto, “se vislumbra un cierto avance, sobre todo en el conocimiento biológico de la LMA, y parece que se está moviendo el panorama del tratamiento, pero nos queda tiempo hasta llegar a alcanzar mejorías significativas”.
En el 3er Workshop Anual PETHEMA LMA se ha revisado y actualizado el registro epidemiológico de la enfermedad, que ya cuenta con 5.350 pacientes, la mayoría de ellos españoles. “Ahora estamos pendientes de la adhesión de Portugal, que esperamos se produzca en este mismo año si es posible”, vaticina el experto. “Es una buena oportunidad para colaborar y mejorar a nivel ibérico”.
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“Se hace necesario el desarrollo de nuevos tratamientos dirigidos a dianas genéticas y acompañados de menos efectos secundarios, sobre todo en pacientes a partir de 65-70 años”
Según el especialista, “el pico de incidencia se sitúa en los 80-85 años; a partir de aquí decrece, probablemente porque a esas edades ya se compite con otras causas de muerte, como las enfermedades cardiovasculares u otros tipos de cáncer”.El abordaje de la LMA es por tanto complicado porque “el tratamiento tradicional, basado en quimioterapia intensiva, es muy difícil de administrar, sobre todo a partir de los 65-70 años, y sus resultados siguen siendo pobres”, señala el experto. Dicho tratamiento, que puede ir seguido o no de trasplante de médula ósea, “se adapta a cada paciente de acuerdo a su categoría de riesgo y edad, de tal manera que la supervivencia general esperable a los cinco años es actualmente superior al 60% en aquellos de menor riesgo, e inferior al 30% en los de peor pronóstico”.
Por todo esto, “se hace necesario el desarrollo de nuevos tratamientos dirigidos a dianas genéticas y acompañados de menos efectos secundarios, sobre todo en pacientes a partir de 65-70 años”, apunta Montesinos.
“A día de hoy, hay múltiples moléculas en experimentación, pero todavía es necesario combinar estos nuevos fármacos con agentes quimioterápicos tradicionales para obtener unos resultados razonables”. Con todo esto, “se vislumbra un cierto avance, sobre todo en el conocimiento biológico de la LMA, y parece que se está moviendo el panorama del tratamiento, pero nos queda tiempo hasta llegar a alcanzar mejorías significativas”.
En el 3er Workshop Anual PETHEMA LMA se ha revisado y actualizado el registro epidemiológico de la enfermedad, que ya cuenta con 5.350 pacientes, la mayoría de ellos españoles. “Ahora estamos pendientes de la adhesión de Portugal, que esperamos se produzca en este mismo año si es posible”, vaticina el experto. “Es una buena oportunidad para colaborar y mejorar a nivel ibérico”.
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