Las enfermedades profesionales alcanzan su máximo en España

Tres de cada cuatro españoles considera que su salud es buena o muy buena sin embargo en el último año los partes de enfermedades profesionales se han incrementado un 14 %

Paciente en consulta (Foto. Freepik)
JUDITH ARRILLAGA
27 septiembre 2019 | 17:45 h

Solo en 2018 en España se registraron 24.082 partes de enfermedades profesionales. Hay que remontarse hasta el año 2005 para encontrar un dato tan elevado, según datos extraídos del informe ‘Análisis trimestral sobre Absentismo, Salud y Bienestar’ elaborado por Adecco Group.

Si las estimaciones no fallan, todo apunta a que este año se superará esta cifra confirmándose la tendencia alcista iniciada en 2013. En comparación con el segundo trimestre de 2018 los partes de enfermedades profesionales comunicados se han incrementado un 14,4 %. Se trata del mayor crecimiento interanual desde el 2000.

Una de cada 10 personas mayores de 15 años ha sido diagnosticada con un problema de salud mental

Este crecimiento se ha dado de manera bastante repartida por toda España y 14 de las 17 comunidades autónomas han incrementado sus números con respecto a 2018. Los mayores crecimientos se dan en Murcia (42 %), Andalucía (35,4 %) y la Comunidad Valenciana (28 %). Solo las Islas Baleares, la Comunidad de Madrid y Galicia han conseguido reducir el número de enfermedades profesionales, un 7,5 %, un 2 % y un 1,8 % respectivamente.

La salud mental es uno de los factores de preocupación creciente en las bajas laborales. También es una variable clave en el bienestar y representa una cara de enfermedad importante para la sociedad según el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. De hecho, una de cada diez personas de más de 15 años ha declarado haber sido diagnosticada con un problema de salud mental.

Aunque se han incrementado los partes de enfermedades profesionales, por normal general los españoles tienen una buena o muy buena percepción de su estado de salud, o al menos así lo afirman dos de cada tres personas. La percepción favorable se mantiene a pesar del aumento de la esperanza de vida y el consiguiente envejecimiento de la población.

Sin embargo, cabe destacar que la percepción de la salud va disminuyendo según avanza la edad. La caída más brusca con respecto al grupo decenal anterior se produce en el grupo de entre 75 y 84 años.

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